El Año Nuevo chino retrasó la compra de las 5 millones de lámparas para ahorrar energía
Perfil, Buenos Aires
China acapara casi toda la producción mundial de lámparas de bajo consumo y esta semana se embarca en los festejos de su año lunar, que paraliza la producción. Los principales fabricantes aseguran que es imposible manufacturarlas en la Argentina y piden que se bajen los aranceles de importación para abaratarlas. El
Gobierno aún no decidió a qué precio ni en qué momento comprar las lámparas que planificó para este año. No se sabe si se hará por licitación. El tiempo corre: en junio se producirá un pico de demanda de electricidad que pondrá al sistema nuevamente al límite.
Por Rodolfo Barros
Los festejos del año lunar chino están empañando las negociaciones que los principales fabricantes, las distribuidoras de electricidad y el Gobierno realizan para comprar 5 millones de lámparas de bajo consumo. Ocurre que China produce entre 80 y 90% de las bombillas fluorescentes que se distribuyen alrededor del globo, y el 7 de febrero se realiza el tradicional festejo que paraliza al gigante asiático, como en la Argentina ocurre en los mundiales de fútbol.
Este no es el único escollo que tiene el Gobierno para terminar las negociaciones. A pesar de que ya se llegó a un acuerdo de qué tipo de lámparas de bajo consumo se van a importar y sus especificaciones técnicas, los precios y tiempos de provisión parecen estar lejos de establecerse. Al menos eso es lo que confirmaron a PERFIL fuentes empresariales cercanas a la negociación.
Hay varios problemas: por un lado, no sólo la Argentina sino gran parte del mundo, en especial Europa, está demandando fuertemente lámparas de bajo consumo, ya que varios países decidieron dejar de fabricar las tradicionales bombillas incandescentes, y su comercialización tiene fecha de defunción.
“Si bien esperábamos que el Gobierno tomara cartas en el asunto, no pensamos que se produciría tan rápido; es muy difícil pedirle a nuestras fábricas que nos abastezcan pronto”, explicó una de las fuentes.
A su vez, las lámparas de bajo consumo son productos complejos, que necesitan grandes escalas de mercado para ser fabricados a un precio relativamente accesible. “El Mercosur no alcanza”, dijo Eduardo Alvarado, a cargo de la división Lighting de Philips en la Argentina. El ejecutivo comentó que esa empresa realizó análisis para intentar manufacturarlas en Tierra del Fuego, pero con resultados negativos.
Ante lo inevitable de la importación, el Gobierno también está evaluando una propuesta de los fabricantes para reducir aranceles y abaratar los precios. Esta medida podría darse a conocer en los próximos días.
Tampoco se definió si la compra se realizará por contratación directa o licitación. Pero el reloj corre. Si bien el Plan de Uso Racional y Eficiente de la Energía que presentó la presidenta Cristina Kirchner el 22 de diciembre establece que el recambio de los primeros 5 millones de lámparas se realizará en el primer año del plan, en el Gobierno esperaban hacerlo antes, ya que confían que el ahorro energético permita mejorar el escueto margen con que opera el sistema eléctrico. En junio se espera un nuevo pico de demanda. El máximo histórico se registró el 14 de junio pasado, cuando la demanda llegó a los 18.345 MW mientras que la oferta llegaba a 19.000 MW.
Cómo es la reconversión en el mundo
En
Estados Unidos y Europa cambiar focos incandescentes por lámparas de bajo consumo no se asocia tanto a la crisis energética como a beneficiar al medio ambiente.
El marketing de los fabricantes se basa más en la equivalencia que produce el cambio medido en partículas de carbono que no se emitirán a la atmósfera, que en los dólares o euros que se ahorran en la tarifa de electricidad. De la misma manera, varios países están poniendo fecha de defunción a la fabricación y comercialización de lámparas tradicionales. De acuerdo a datos de
Greenpeace,
Australia prohibirá las lámparas comunes a partir del año 2010 y estima una reducción del 66% del consumo eléctrico en los hogares. Irlanda prohibió la venta de lámparas incandescentes a partir de enero de 2009.
California y
Canadá lo hacen para el año 2012.
Un comité del senado de los EE.UU. trabaja sobre una propuesta que retirará paulatinamente las lámparas incandescentes en 10 años.
En
América latina, los países pioneros han sido
Cuba, Venezuela y Nicaragua, que iniciaron planes ambiciosos de sustitución.
Los vecinos, predispuestos al cambio, no siempre entregan los focos que más consumen
Perfil, Buenos Aires
—Buen día. Estamos entregando estas lámparas de bajo consumo para reemplazarlas por los focos comunes de su casa.
—Sí, cómo no. Acá tiene.
—¿Sabe dónde colocarlas? Preferentemente debe ser en lugares donde se les dé un uso frecuente, como la cocina o el comedor…
—Bueno, gracias.
Diálogos de este tipo se produjeron puerta tras puerta, casa por casa, en varias zonas residenciales de
Tigre y Merlo, ambas localidades del Conurbano bonaerense, y las primeras en llevar a cabo el Plan de Uso Racional y Eficiente de la Energía que propone el cambio de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo cuya “pata operativa” está cargo de las distribuidoras de electricidad, como
Edenor y Edesur.
Cuadrillas de dos operarios recorren el barrio de turno tocando timbres. Es un verdadero trabajo “de hormigas” que implica una enorme cantidad de horas-hombre.
En todos los casos parece repetirse un mismo patrón de reacción por parte de los usuarios: muy buena receptividad y disposición para entregar los dos foquitos que darán derecho a tener otras tantas lámparas de bajo consumo, valuadas en el mercado a un precio cinco veces superior.
El barrio que recorrió PERFIL junto a una de estas cuadrillas de la empresa Edenor parecía preparado para concretar el canje desde bastante antes de la visita de los operarios. Muchos incluso ya tenían preparadas y “a mano” las dos lamparitas en cuestión.
Desde Edenor destacaban que ese resultado obedece al “buen trabajo previo” de comunicación y concientización por parte de los municipios, a traves de los más diversos canales: desde el reparto de folletería y preavisos hasta el recorrido de punteros políticos o “manzaneros”.
Ahora bien, el punto referido al tipo de lámparas que debe entregar el usuario para el canje presenta no pocas fisuras. En la mayoría de los casos, se pudo comprobar que se trataba de focos de menos de 100 watts de potencia, con lo cual el canje sería innecesario, ya que el consumo energético sería similar.
Además, los operarios no están advertidos de chequear que los focos entregados hayan estado efectivamente en uso, con lo cual, cualquiera les podría dar focos viejos, quemados o en desuso. Ya se entregaron 30 mil lámparas compradas en forma directa por las distribuidoras, por cuenta y orden del Estado.