Los equipos de GNC aumentaron cerca de 30% en lo que va del año

“Si uno se queda sin nafta, puede seguir andando con gas, bajar costos y no preocuparse por el desabastecimiento de combustibles”, sintetizó un instalador de equipos de GNC que ve cómo, día a día, se incrementa la demanda en su taller.

Esto, a pesar de que -en lo que va del año- los equipos de gas aumentaron alrededor de 30%, no sólo por la inflación que se ha dado en todos los rubros sino -justamente- debido a que cada vez más gente se inclina por reconvertir su vehículo, lo que ha generado hasta cierta falta de stock.

En la actualidad, instalar un equipo de quinta generación con un cilindro de 60 litros, que es el más utilizado, cuesta entre $ 7.000 y $ 7.200. A esto a veces hay que sumarle algo más por el valor de implementos de electrónica que se utilizan para que los autos de alta gama funcionen casi de la misma manera que lo harían como si transitaran con nafta.

Los equipos convencionales del mismo tamaño, en tanto, valen alrededor de $ 5.500. A principios de año, este era -aproximadamente- el precio que se pagaba por colocar la última tecnología en GNC para nuestro auto.

“Uno de los elementos que se dispararon en los últimos meses son los cilindros”, contó Héctor Antinori, dueño de una empresa de GNC en Guaymallén. Alfredo Ceballos, al frente del taller de la Octano, coincidió con esa visión al mismo tiempo que sumó el ajuste general de inflación en todos los rubros para explicar el incremento de precios.

Así, entre otros aspectos, la suba se apoya en la escalada de los tubos de gas. Esto sucede, según los empresarios del rubro, por la gran demanda existente y porque también aumentó el valor del acero. “Lo cierto es que hay pocas fábricas que -cuando aumentaron los pedidos- no pudieron incrementar su producción al ritmo que se requería”, explicó Claudio Aveiro, gerente de Ventas de Esigas.

El problema con los tubos ha empezado a redundar en faltantes. Incluso, también ha generado demoras de más de 15 días entre el pedido y la entrega de tubos. La restricción a la importación de este tipo de productos también ha contribuido con el bajo stock.

La situación, sin embargo, no ha llegado a frenar la colocación de equipos y en el sector esperan que tanto precios como ritmo de venta se mantengan parejos al menos hasta fin de año.

“Como este período la venta ha sido muy buena, se han generado faltantes. Algo parecido sucedió en 2001”, contó Aveiro, quien estimó en 30% el incremento de la demanda de equipos de manera sostenida en los últimos seis meses.

En este sentido, los empresarios comentaron que los pedidos aumentaron mucho este año debido al incremento del precio de los combustibles líquidos, así como al faltante de naftas en los últimos meses.

La posibilidad de financiar los equipos con tarjetas de crédito y el hecho de que se termina ahorrando un 60% de dinero en combustible, son otros de los atractivos que los automovilistas observan para retornar al GNC.

La existencia de los equipos modernos o de quinta generación, que prácticamente no generan “efectos secundarios” en los vehículos, también ha incentivado el pase al auto con tubo de gas. “Vienen muchos autos de alta gama y tenemos algunos que ni siquiera tienen puesta la patente”, aseguró Ceballos en consonancia con sus colegas.

Los cilindros no fueron los únicos insumos que subieron dentro del kit para cargar gas a los vehículos. Es que la electrónica ha sido otro de los rubros que ha influido en el precio de los equipos en lo que va del año. “En general, sólo se han trasladado las subas fuertes y lo otro trata de absorberse”, comentó Aveiro.

En tanto, Antinori cree que el incremento de los valores vuelve incómoda la relación con el cliente pero no se fía de la especie de boom que revive el sector. El hombre lleva 18 años en el negocio y asegura que una de sus características básicas ha sido la oscilación.