Indignación. Es lo que sienten los habitantes de Río Tercero, tras enterarse de que el ex presidente Carlos Menem fue sobreseído ayer por la Cámara Federal de Córdoba en la causa que investiga la voladura de la Fábrica Militar (FMRT), ocurrida el 3 de noviembre de 1995.

En la misma resolución, los camaristas Ignacio María Vélez Funes y Vicente Muscará confirmaron el sobreseimiento del ex jefe del Ejército, general Martín Balza. Mientras que el conjuez Rafael Vaggione votó a favor de sostener el procesamiento de Menem y Balza al considerar las sospechas debían despejarse en un juicio oral.

El argumento para sobreseer al ex presidente es que el procesamiento dictado por el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, es defectuoso y que, desde septiembre de 2011, cuando Menem había obtenido la falta de mérito, no hubo nuevas pruebas. Esa vez, 16 años después de la tragedia, Menem y 16 funcionarios y militares fueron absueltos por contrabando; y la causa por las explosiones fue elevada a juicio en junio de 2012. Ayer, los jueces de la Cámara Federal revocaron la resolución de Ochoa, que sindicaba a Menem como instigador de la explosión. La mañana del 3 de noviembre de 1995, la ciudad de Río Tercero –a 110 kilómetros al sur de esta capital– fue virtualmente bombardeada por miles de proyectiles que detonaron en la Fábrica Militar, causando siete muertos; 300 heridos, centenares de viviendas dañadas y miles de vecinos con secuelas psicológicas.

Vélez Funes destaca que “podría justificar el inicio de una investigación y la correspondiente receptación de declaración indagatoria al imputado frente a la sospecha de su participación en la voladura”; pero aclara que “como modo de ocultar los hechos de contrabando de armas que tuvo por probados la Cámara Nacional de Casación Penal, no alcanza para motivar su procesamiento”.

El actual senador riojano –ahora ligado al kirchnerismo- había sido condenado en 2013 a siete años por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. La voladura de la planta de Río Tercero fue un ardid para encubrir el faltante de armamento, aseguraron. Por esa razón, el juez federal Ochoa ordenó procesarlo por su presunta responsabilidad en la voladura de la FMRT. “Como abogado querellante, vecino de Río Tercero y víctima de las explosiones, estoy indignado. No vamos a soportar este pacto de impunidad”, le dijo Aukha Barbero a Clarín.

El ex presidente Carlos Menem recibió ayer una de las buenas noticias que la Justicia le viene escatimando en los últimos tiempos. Por mayoría, la Sala A de la Cámara Federal de Córdoba revocó su procesamiento en la causa por el atentado a la Fábrica Militar de Río Tercero , que el 3 de noviembre de 1995 mató a siete civiles e hirió a centenares.

También hubo una buena noticia para el general (R) Martín Balza, su ex jefe del Ejército, porque en la misma resolución los camaristas Ignacio Vélez Funes y Vicente Muscará hicieron suyos los argumentos del militar, actual embajador del kirchnerismo en Costa Rica, y rechazaron el pedido de la querella de procesarlo, confirmando su sobreseimiento. En voto minoritario, el camarista Rafael Vaggione pidió el procesamiento de ambos.

Ricardo Monner Sans, uno de los abogados de la querella, expresó su estupor e indignación a LA NACION y afirmó que apelará ambas decisiones ante la Cámara de Casación para evitar que el fallo de Córdoba sea cosa juzgada. "Sólo el camarista Vaggione comprendió las pruebas del expediente y la gravedad de este caso. La decisión de los otros dos no se compadece con la prueba ni con la gravedad del hecho", sostuvo.

Para la Justicia, al atentado del 3 de noviembre de 1995, que mató a siete civiles e hirió a centenares, fue un intento de borrar pruebas del contrabando de armas del Ejército a Croacia y a Ecuador, por el cual Menem, actual senador por La Rioja, está condenado. Balza fue sobreseído por el contrabando. Casi todo el armamento contrabandeado pertenecía a la fuerza que él comandó. La planta cordobesa concentraba el armamento enviado por el Ejército, que luego se embarcaba en secreto a Croacia.

Años atrás, cuando Menem hizo a un lado su furioso antikirchnerismo y comenzó a votar en el Senado los proyectos del oficialismo, su situación mejoró en la causa de las armas y lo sobreseyeron, pero el año pasado la Cámara de Casación decidió que fuera condenado.

Este año debería realizarse en Córdoba el juicio oral del atentado, que se viene demorando de forma tan incomprensible como las indemnizaciones a los riotercerenses afectados. Son cinco los procesados por la voladura, cuatro de ellos oficiales del Ejército destinados en Fabricaciones Militares -tres coroneles y un mayor-, y Norberto Emmanuel, un ex directivo civil de la empresa.

Los abogados querellantes representan a las dos hijas de Ana Gritti, viuda de una de las víctimas y primera querellante que, durante los años en que la Justicia mantuvo la tesis del accidente, sostuvo que las explosiones fueron intencionales y buscó y halló pruebas decisivas.

Antes de morir Gritti, el peritaje oficial que ella solicitó demostró, finalmente, que se trató de un atentado ejecutado mediante un complejo sistema de explosiones y contraexplosiones que protegieron las zonas valiosas de la fábrica y las plantas privadas que la rodean. Por eso, los muertos y casi todos los heridos fueron civiles. Tres barrios de la ciudad quedaron reducidos a escombros.

La querella considera que los imputados no pudieron tomar la decisión ni ejecutar por sí solos una operación tan compleja y peligrosa. El juez de instrucción Carlos Ochoa había procesado a Menem y sobreseído a Balza. Lo querellantes pidieron que Menem fuera a juicio y Monner Sans argumentó que las razones para procesar a Menem eran válidas para procesar a Balza, y consideró que el militar además tenía el dominio del hecho. Y afirmó que su sobreseimiento carecía de fundamentos. Sobre esto deberá resolver Casación.