Al quedarse con Alstom sobre su rival Siemens, General Electric cumplió una etapa importante de su transformación a grupo puramente industrial, pero su nueva sociedad con el Estado francés, intervencionista, hace amarga esta victoria, según analistas.
La empresa estadounidense concluyó el sábado un acuerdo bastante más complejo que la compra de la rama de energía del grupo francés, propuesto hace dos meses. El Estado francés dispondrá de un derecho a veto en una empresa conjunta. Esta firma será propietaria de las actividades nucleares en Francia. "GE debió hacer numerosas concesiones a los franceses. Sin embargo, concluir un acuerdo es una victoria dado el lado muy proteccionista del Gobierno francés cuando se trata de energía. Es una victoria pírrica", estimó Albert Alfonso, del sitio Seekingalpha.com.
En igual tono, los analistas del Credit Suisse consideran que el acuerdo refuerza la posición de GE en el sector de turbinas y lo hace más sólido en los mercados de energía, al tiempo que le asegura presencia mundial en el sector de equipos para redes eléctricas. "Incluso con las empresas compartidas" previstas en el acuerdo, "GE termina controlando la parte más importante de los activos de energía de Alstom" utilizados en toda Europa, destacan los analistas de Deutsche Bank.
El consejo de administración de Alstom aprobó el proyecto de alianza con General Electric (GE) para sus actividades de energía, con lo cual la empresa francesa iniciará ahora los procedimientos de información y consulta de las instancias representativas de su personal para cerrar una operación que engloba una suma cercana a los 12.350 millones de euros.
La decisión llega luego de que el grupo Bouygues, propietario de la mayoría de Alstom, aceptó vender al Estado francés el 20% del capital del grupo.
De esta forma, Francia será junto a GE, el principal accionista del nuevo conglomerado, que aglutina las actividades de energía nuclear y renovables de ambos grupos.
Al respecto, el ministro de Economía francés, Arnaud Montebourg, aseguró que, para aceptar la fusión, el grupo deberá comprometerse a mantener los centros de decisión en Francia, incrementar en 1.000 el personal y mantener la independencia energética del país.
De acuerdo con las condiciones de la oferta, GE y Alstom crearán sendas joint ventures en el campo de las redes de electricidad y energías renovables. Tendrán una participación del 50% cada uno en una empresa conjunta que agrupará las actividades globales de Alstom Grid y de GE Digital Energy. Tendrán además el 50% cada una de la empresa conjunta dedicada a las energías renovables, que comprenderá las actividades de energía eólica off-shore y energía hidroeléctrica de Alstom. Asimismo, crearán una alianza para el desarrollo de las actividades nucleares a nivel mundial y las actividades de vapor en Francia.
El Estado francés dispondría, además, de una acción preferente que le otorgará el derecho de veto y otros derechos de vigilancia específicos en temas relacionados con la seguridad y la tecnología para las centrales nucleares en Francia.
El presidente francés, François Hollande, afirmó que la ingreso de Francia en el capital del nuevo grupo es imprescindible para que se mantenga el aval a la fusión entre ambos grupos.
l aval a la operación también está subordinado al desarrollo de los procesos de información y consulta con los representantes de los trabajadores, a la aprobación por parte de los organismos de defensa de la competencia y a la obtención del resto de las autorizaciones reglamentarias.
Además, GE propone la creación de una alianza global en el sector ferroviario, que incluye la venta a Alstom por parte de GE del 100% de su actividad de señalización (con una cifra de negocio de alrededor de u$s 500 millones en 2013 y 1.200 trabajadores), y la firma de una serie de acuerdos de cooperación.