La medida dispuesta por el gremio petrolero de Neuquén puede afectar el suministro de gas al resto del país. Las provincias también exigen suba en el precio del barril de petróleo.
Los operarios petroleros de Neuquén paralizaron ayer la producción de todos los yacimientos de la provincia y el transporte de gas y petróleo para reclamar la reincorporación de un centenar de despedidos y exigir nuevas inversiones de las empresas del sector, en una medida que desde la madrugada podría afectar el normal abastecimiento de gas a todo el país.
El paro, que culminará esta tarde, se inició horas antes de la negociación que hoy mantendrán en Buenos Aires los gobernadores de las provincias productoras de hidrocarburos con el Gobierno nacional para discutir la suba en el precio del gas y el barril de petróleo, por lo que en diversos ámbitos la medida fue evaluada como una apuesta del gremio para meter presión por una rápida definición sobre los aumentos.
El propio titular del sindicato petrolero de Neuquén y Río Negro, Guillermo Pereyra, abonó esa interpretación. El dirigente advirtió en diálogo con este diario que el paro es una muestra de que “no vamos a regalar más el gas”. “Acá se está diciendo ¡basta!, porque el sacrificio de los trabajadores es muy grande y si no hay un rápido acuerdo por los precios, en dos años nos quedamos todos sin trabajo”, enfatizó Pereyra.
La medida de fuerza se inició en la tarde de ayer después de una asamblea de la que participaron más de 3 mil operarios, en la que también se resolvió profundizar el conflicto a partir del lunes con un paro de 48 horas sin no hay un acuerdo previo con la Nación por el precio de los hidrocarburos. Esa decisión fue transmitida ayer por Pereyra al subsecretario de Coordinación de Planificación, Roberto Baratta, durante una conversación telefónica que ambos mantuvieron tras el anuncio del paro.
“Estamos en contacto con las autoridades, no tenemos problemas en conversar, pero tienen que entender que el paro no se levanta sin una solución definitiva para los trabajadores. Esperemos que mañana (por hoy) haya un acuerdo, sería lo ideal, sino profundizaremos las medidas”, apuntó el jefe del gremio petrolero. La amenaza constituye una gran preocupación para el Gobierno ya que en Neuquén se localizan los principales yacimientos gasíferos del país y la extensión del conflicto derivará en serios problemas para el abastecimiento de gas al resto del país.
En tanto, desde las empresas del sector explicaron ayer que no se trata de un conflicto propio y aseguraron que, más allá de los argumentos sindicales, las compañías tienen “toda la voluntad de mantener y ampliar la producción” petrolero para garantizar las fuentes de trabajo de la actividad. “Esta situación tiene un trasfondo político vinculado con la decisión de las provincias productoras de presionar a la nación para conseguir un aumento del precio del gas y el barril de petróleo”, indicaron voceros del sector.
Justamente el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, encabeza la delegación de mandatarios provinciales que hoy se reunirá con funcionarios de Planificación para intentar una suba en los precios de hidrocarburos, que derivaría en un aumento significativo de las regalías que perciben los distritos productores.
Petroleros, a paro por 24 horas.
La Mañana Neuquén.
Buscan presionar por las subas del precio del gas y denunciar la “falta de cumplimiento de las conciliaciones obligatorias de parte de varias empresas”.
El Sindicato de los Jerárquicos se sumó a la medida con una huelga por 48 horas. Su secretario general, Manuel Arévalo, adelantó que de no haber respuestas la extenderían.
Los trabajadores petroleros iniciaron esta madrugada un paro por 24 horas para presionar por los aumentos del precio del gas y para denunciar la «falta de cumplimiento de las conciliaciones obligatorias de parte de varias empresas». Si la medida prospera podría afectar el suministro de gas en Capital Federal.
Desde la medianoche los trabajadores petroleros nucleados en el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén comenzaron una huelga -definida en asamblea- cansados de que las empresas «no cumplan con los acuerdos». Así lo hizo saber el secretario general del gremio, Guillermo Pereyra.
De todas maneras, para paralizar de forma total la producción los petroleros comenzaron con la desactivación de los equipos ayer a las 20.
Pereyra aseguró que «las compañías KEY, Schlumberger, M-I Swaco, Weatherford y Backer no cumplieron con los acuerdos e hicieron efectivos los despidos de trabajadores que estaban en suspenso».
El Sindicato de Petroleros Jerárquicos se sumó a la medida y definió una huelga por 48 horas. Su secretario general, Manuel Arévalo, aseguró ayer que si no hay respuestas definirán un paro por tiempo indeterminado.
Los dos sindicatos coincidieron en que el «vil» valor del gas perjudica a los trabajadores, quienes se tienen que resignar a los despidos.
«Las empresas dicen que a 50 centavos de dólar no tienen recuperación y se nos caen los puestos de trabajo», aseveró Pereyra, quien afirmó: «No estamos dispuestos a que se esté regalando el gas luego de tanto sacrificio que desarrollan los trabajadores en los yacimientos gasíferos y petroleros».
El sindicalista recordó que «se está vendiendo a 2.8 dólar el poco gas que se lleva a Chile, y allá lo están entregando a 24 dólares», por lo que consideró que se está haciendo «un muy mal negocio».
En cuanto al valor que debería trepar el precio del gas en boca de pozo, Pereyra remarcó que el millón de BTU tendría que costar 6 dólares.
Freno
Con la medida de fuerza de este sindicato se dejaría de producir gas. En este sentido, el gremialista manifestó que si bien no quieren causar ningún daño, ante la falta las empresas «deberán utilizar las reservas de gas, siempre y cuando no quieran que los habitantes sientan la falta».
Si a los sindicatos se les suma el apoyo de los camioneros -quienes se unen a las medidas- serán unos 24.000 trabajadores los que pararán durante la jornada de hoy.
Luego de 24 horas sin funcionamiento en los pozos, según indicó Pereyra, se necesitarán 4 días para restablecer con normalidad la actividad.
«Que no vaya a parecer que nosotros nos estamos moviendo para conseguir precio para el Gobierno o para las empresas porque no es así», aclaró el gremialista, quien acotó: «Estamos peleando porque se nos caen los puestos de trabajo».
«Un 35% de los trabajadores de Loma La Lata y de Barrosa están inactivos, y cada vez son más», concluyó Pereyra.
Un paro de 24 horas que comenzó a las 0 de hoy paraliza la producción de petróleo y gas de la cuenca neuquina, que abarca las provincias de Río Negro, Neuquén, sur de La Pampa.
Es en reclamo de la reactivación de las tareas de exploración y perforación y la inmediata reincorporación de los trabajadores despedidos y suspendidos por las empresas de servicio.
El paro fue decretado por el Sindicato de petroleros privados de la zona y también por el que agrupa al personal superior. En un comunicado emitido por el gremio que representa a los trabajadores de base, que conduce Guillermo Pereyra, dicen que llegan a esta medida de fuerza "como consecuencia del reiterado, irresponsable y conocido incumplimiento y violación empresaria" de los acuerdos firmados.
Esta vez decidieron "paralizar totalmente la producción de petróleo y gas", lo que podría llegar a afectar el suministro de gas a los gasoductos que salen de la región. Aseguran también que si no se reactivan las tareas de exploración y perforación y se reincorpora a los despedidos y suspendidos, la semana próximo el paro sera de 48 horas.
El el área de producción las empresas concesionarias no despidieron personal porque mantienen la actividad, pero si mermaron considerablemente la búsqueda de nuevos yacimientos (exploración) y la perforación de nuevos pozos.
Esas tareas se realizan a través de las empresas de servicios. Son ellas, precisamente, las que vienen despidiendo y suspendiendo al personal.
Petroleros iniciaron un paro por el precio del gas .
Diario Río Negro.
Con un paro de 24 horas, cuyas maniobras comenzaron anoche, el sindicato petrolero de Neuquén y Río Negro decidió sumar presión a la puja de las provincias productoras con el gobierno nacional por el precio de los hidrocarburos en la boca del pozo. Una multitudinaria asamblea tomó la decisión luego de conocerse que la reunión de los gobernadores con Nación, prevista para hoy, se levantaba.
En la conferencia de prensa que dio ayer el jefe del gremio, Guillermo Pereyra, se habló de los problemas con el abastecimiento que generará esta medida, que se circunscribe a la cuenca Neuquina. Explicó que para reponer la producción en la zona de donde surge más del 55% del gas del país sería infructuosa la intervención del personal jerárquico no sindicalizado porque -dijo- no tienen las claves de los equipos computarizados de las plantas.
La medida se toma, de todos modos, en una época del año en la que la demanda, que tiene sus picos y valles estacionales muy marcados, comenzó a reducirse.
Es difícil no relacionar esta medida de fuerza con los reclamos que viene haciendo el gobierno de Jorge Sapag (y también el de Miguel Saiz) para que aumenten las tarifas internas del gas de manera de elevar el precio que se les paga a las petroleras, que también condicionan sus inversiones -en caída en los últimos años- al mejoramiento de sus ingresos.
Pereyra reiteró las advertencias, más políticas que técnicas, de que en dos años se terminarían los hidrocarburos en Neuquén si no se conceden precios que estén a la altura de las necesidades.
Advirtió que hay alrededor de 320 trabajadores cuyos despidos iniciaron conflictos que dos conciliaciones obligatorias desactivaron. El sindicalista consideró que, como las empresas no cumplieron con la orden de ni innovar -no reincorporaron al personal y, si lo hicieron, no los dejaron volver al trabajo- el gremio no puede ser llamado a una nueva instancia de diálogo en el ministerio de Trabajo de la Nación.
Pereyra tuvo ayer por la tarde un contacto telefónico con el subsecretario de Gestión del ministerio de Planificación Federal, Emilio Baratta, con el que tiene una fluida relación. La mano derecha de Julio de Vido le pidió más tiempo. Con el gobernador Sapag, que está en Buenos Aires, dijo que no habló.
Para Pereyra el precio del gas que se les paga a las productoras como YPF o Total en la cuenca Neuquina debería llegar a los 6 dólares por millón de BTU (una unidad calórica que unifica precios), contra los alrededor de 2,6 que se paga en promedio (en los hogares no pasa de los 0,60).
El paro durará hasta la medianoche de hoy y, si no hay respuestas, la semana que viene se realizará otro, de dos días, un plazo que parece poner en serio riesgo el abastecimiento desde el norte de la Patagonia.
El sindicato que conduce Pereyra tiene gran poder sobre los trabajadores de los yacimientos. Dicen que basta una llamada del secretario general para que se ponga en marca el proceso que desemboca en un éxodo masivo de operarios de los yacimientos.
Pero también es conocida la capacidad de negociación del sindicato que más de una vez levantó un paro en mitad de la madrugada.
El gobernador neuquino se reúne este martes con el ministro de Planificación. Se espera en pocos días más una respuesta al planteo de las provincias, que implica –como había anticipado este diario- aumentos graduales para aplicar cierta certeza a las inversiones en el rubro gas. Todo se da en un contexto de presión, con el sindicato petrolero protagonizando un paro con afectación de la producción.
El gobernador neuquino, Jorge Sapag, se verá finalmente a solas, este martes, con el ministro de Planificación, Julio De Vido. No habrá decisiones sobre el precio del gas, pero sí se avanzará sobre el tema en función de una propuesta muy completa presentada con el aval de todas las provincias productoras, y que estipula el denominado con cierta ingenuidad “sendero de precios” para el petróleo y el gas.
En el caso del gas, que es lo que más preocupa e interesa a Neuquén, el plan es gradual y establece un programa de ascenso en el precio, para quedar en una banda de oscilación que iría de los tres a los seis dólares el millón de BTU. Lo más que se está pagando actualmente por el gas neuquino es dos dólares.
La cumbre con todas las provincias de la OFEPHI no se hace este martes: se pasó para la semana próxima, en fecha a determinar, porque –según se informó desde el gobierno y se dejó trascender desde las empresas- De Vido quiere brindar una “respuesta completa”, es decir, una que involucre lo que los gobernadores han reclamado: cierta certeza que ofrecer al sector, aquejado fundamentalmente por una crisis de confianza que impide inversiones.
Mientras tanto, el Sindicato del Petróleo y del Gas privado, comandado por Guillermo Pereyra, había comenzado con sus medidas de fuerza. Desde las 20 del lunes, los yacimientos quedaron solo con guardias mínimas, y a partir del primer minuto del martes 22, estaba previsto comenzar el paro que afectará a la cuenca neuquina, y que de hecho puede provocar problemas en la operación de los principales yacimientos.
Con este contexto de presión se verán Sapag y De Vido, convertidos ambos en referentes obligados de la evolución de la situación energética. Es difícil que salga la respuesta, pero al menos se tendrá, casi con seguridad, un anuncio de intenciones para el corto plazo que procurarán distender los ánimos.
Grave: paro total en la producción de petróleo y gas.
Ambito Financiero.
Unos 3.000 trabajadores -de sus 22.500 afiliados- del sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén dejaron ayer sus puestos de trabajo y en improvisada asamblea decidieron realizar un paro total de actividades en los yacimientos de toda la Cuenca Neuquina que abarca a las provincias de Mendoza, Neuquén, La Pampa y Río Negro.
La conducción gremial que encabeza Guillermo Pereyra, hasta ayer un aliado de los Kirchner y con teléfono rojo con el ministro Julio De Vido, decidió ponerse al frente de la protesta ante la posibilidad de que sea superado por los reclamos. También adhirieron a la medida de fuerza los empleados jerárquicos y los camioneros que responden a Hugo Moyano -socio gremial de Pereyra- que transportan el crudo y el gas licuado desde los yacimientos hasta las destilerías y otras bocas de procesamiento.
La medida de fuerza se tomó por el despido de 226 operarios que suman a otros 100 ocurridos desde que se dictó la conciliación obligatoria hace un año. A esto se suma la parálisis de otros 2.000 petroleros que cobran el básico de convenio que les significa una reducción salarial del 60 por ciento. Si bien técnicamente el paro comenzó a la cero hora de hoy, los operarios fueron dejando los yacimientos escalonadamente a partir de las 20 de ayer.
Paradójicamente, ayer, el gobernador neuquino Jorge Sapag firmó un acuerdo para construir un gasoducto en la zona de producción vitivinícola (ver aparte) junto a su par de Río Negro, Miguel Saiz, quien posteriormente emprendió un viaje a Washington para firmar acuerdos con el BID. Tanto este último como Sapag han mantenido una política de alianzas con Cristina de Kirchner, aunque el gobernador del Neuquén ha endurecido el tono con respeto al Gobierno central.
Sin embargo, Sapag, quien se esmera en aclarar que no va a romper el diálogo con la administración central, no pudo imponer totalmente su criterio -lucha por lograr un sendero de precios que haga previsible y rentable la actividad para las empresas- en la reunión de la OFEPHi (club de las provincias petroleras cuyo mandatarios, en su gran mayoría, se alinean con el Gobierno central, incluido el chubutense Mario Das Neves) que se realizó en San Carlos de Bariloche a fines de la semana pasada. Los mandatarios tenían previsto acercarle hoy a De Vido las tibias conclusiones de ese cónclave, pero sin que se dieran mayores explicaciones el encuentro de primer nivel fue cambiado por una reunión de los equipos técnicos.
Anoche, desde el Ministerio de Planificación se hicieron ingentes llamados para demorar o atenuar la medida de fuerza pero desde el gremio se le contestó que la única manera de frenar el paro era atendiendo la demanda de los trabajadores que le impusieron la agenda.
