Tanto Chaco como Santiago del Estero, dos provincias que históricamente han estado alejadas de la actividad metalífera extractiva, quieren sumarse al grupo de jurisdicciones argentinas vinculadas a la extracción de dichos minerales.
La idea de ambos gobiernos es hacerlo de la mano de los conocidos “minerales raros”, 17 elementos químicos que actualmente son fundamentales en la mayoría de los dispositivos electrónicos de última generación (incluidos los televisores de pantalla plana, los teléfonos inteligentes y los automóviles híbridos), ya que poseen valiosas propiedades magnéticas y conductivas.
En Santiago del Estero, la compañía Gaia Energy Argentina, filial de la uranífera canadiense U308 Corporation ya se encuentra buscando dicha clase de recursos en la zona de Jacimampá y en las inmediaciones de Sumampa, ambas localidades ubicadas al sudoeste santiagueño.
“Estamos trabajando en una cadena montañosa de la era Paleozoica, donde se han manifestado indicios de la posible presencia de tierras raras. Ya hicimos una geofísica aérea mediante la cual hallamos anomalías magnéticas en el área, y también contamos con informes y datos al respecto, que fueron obtenidos en décadas pasadas por firmas privadas y entidades públicas”, sintetizó Carlos Cuburu, gerente de Relaciones con la Comunidad de Gaia.
Por su parte, culminada una primera etapa de exploración minera, que incluyó el envío al exterior de 52 muestras para ser estudiadas a nivel químico, la provincia de Chaco gobernada por Juan Carlos Bacileff Ivanoff halló indicios de la presencia de oro, plata y los denominados “minerales raros” en distintos puntos de su territorio.
Entre estos últimos, específicamente se detectaron manifestaciones de cerio y tantalio, dos insumos altamente valorados por sus aplicaciones en la industria tecnológica moderna. A grandes rasgos, los mejores resultados en materia de exploración fueron obtenidos en cuatro zonas del norte chaqueño: El Sauzalito, Misión Nueva Pompeya, Puerto Lavalle y Taco Pozo.