Cuando los barcos surcan los océanos van dejando una espuma blanca la cual está llena de burbujas. Expertos de la Universidad de Leeds, Reino Unido, afirman que si las burbujas son más chicas, pueden reflejar una cantidad de luz solar mayor hacia el espacio y así limitar la cantidad de calor que absorben los océanos.
La investigación, presentada en la reunión de la American Geophysical Union en San Francisco, Estados Unidos, asegura que cuando las burbujas son más pequeñas la espuma es más brillante. Lo más importante del estudio es que las burbujas pueden durar hasta 24 horas en el agua, mientras que las comunes sólo se mantienen por pocos minutos, y el mayor impacto se consigue cuando las burbujas se recuden entre 10 y 100 veces, hasta llegar a un tamaño de 1 micrón, o sea, la millonésima parte de un metro.
Para producir estos globos de aire es necesario utilizar tecnología en aerosol en la parte trasera de las embarcaciones. “Los japoneses ya están experimentando con microburbujas bajo la quilla de los barcos para hacerlos más aerodinámicos y más eficientes desde el punto de vista energético”, explica Julia Crook, de la Universidad de Leeds.
Para poder tener una prueba del experimento, los investigadores utilizaron un modelo computacional para calcular lo que pasaría si el sistema se implementa en 32.000 naves grandes. “Si instaláramos generadores en estos barcos, y estos siguen desarrollando sus actividades normales, tendríamos el potencial de reducir la temperatura de la superficie en 0,5ºC”, dice el profesor de la Universidad de Leeds Piers Foster a la BBC.
Los investigadores ya están trabajando para por determinar si esta nueva tecnología producirá mayores lluvias en las regiones por donde pasen los barcos o si dañará el ecosistema marino.