BCE intervino la entidad, con lo que el empresario perdió el 3% que adquirió en mayo.Una de las opciones que baraja es unirse con otros minoritarios en una apelación.
“No siempre se gana, las inversiones tienen riesgos”. Así respondió en Twitter, Andrónico Luksic, luego de enterarse que los casi US$ 100 millones que valía su inversión en el Banco Popular de España se reducía a cero. Esto, luego que la Junta Única de Resolución Europea vendiera el banco al Santander en un euro ($ 754), dejando a los actuales 305 mil accionistas sin derecho a cobrar su porcentaje en la propiedad. El día previo, el banco valía US$ 1.498 millones.
Cabe recordar que el pasado 5 de mayo se anunció que el grupo Luksic, a través de Aeris Invest, que pertenece a Vallum Foundation, había alcanzado el 3,014% de la propiedad del banco español en sucesivas compras desde enero. Si se valoriza la inversión al día previo a conocerse la operación, el porcentaje de Luksic valía unos US$ 95,6 millones. Ayer, todo ese valor se había esfumado.
“Primera vez que el Banco Europeo usa este instrumento, que provocó que accionistas y acreedores pierdan sus derechos de un día para otro”, dijo el empresario desde Estados Unidos a través de la red social. Por la tarde agregó que la inversión en el Popular era personal, y nada tenían que ver sus compañías en Chile.
Efectivamente, es primera vez que la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria de Europa procede a la venta de un banco con calidad de insolvente de esta forma.
De hecho, el martes pasado, a las 15 horas, el banco informó reservadamente a las autoridades que ya no tenía líneas para pagar los retiros que pedían sus clientes. Con ello, según explicaron medios españoles, da una señal para otras entidades bancarias que no vendrían más rescates . Renglón seguido, el empresario dijo que “la empresa está analizando posible apelación, convencida de que el Banco tiene valor”. Y justamente en analizar las opciones legales que tenían trabajaba ayer el directorio que gestiona las inversiones de Luksic en el Viejo Continente, compuesto por Davor Luksic, José Ignacio Bulnes, Nicolas Barraza y Michael Franken. Fuentes al tanto comentaron que se habrían contactado con abogados locales para analizar las rutas legales, pero que aún no había un nombre.
Tampoco se descarta que se unan con otros accionistas minoritarios para apelar por vía administrativa y judicial. Desde el grupo Luksic se sorprendieron con la medida, “más aún teniendo en cuenta que las autoridades españolas afirmaron hace escasos días que el Banco Popular era una entidad solvente y sin problema alguno de liquidez”, dijeron.
El banco había hablado de realizar un aumento de capital, donde Luksic podría optar a aumentar su participación.
En todo caso, ayer el Banco Santander dijo que seguiría su plan de deshacerse de activos inmobiliarios en los próximos 18 meses, sector donde el grupo Luksic tiene intereses en Europa en el desarrollo hotelero e inmobiliario. No hubo claridad respecto del futuro de los activos fuera de España, por ejemplo respecto de Total Bank en Miami, en el que habría estado interesado BCI. El banco chileno no se refirió ayer a este eventual negocio.
Con la compra de Banco Popular por el Santander a cambio de un euro y la decisión del FROB y del Mecanismo Único de Resolución de decretar un bail in, los accionistas serán los primeros en pagar el rescate. Los títulos de Popular cotizaban el martes a cerca de 0,33 euros y ahora valen 0 euros.
Es más, han desaparecido: las acciones han sido amortizadas. Algo que no hace sino poner la puntilla a una sangría en el valor de sus títulos. A principios de año se intercambiaban por 0,91 euros y hace solo una semana a 0,64 euros, lo que supone una caída del 65% desde enero y un 51% desde el pasado miércoles.
La Sindicatura Accionistas de Popular, el banco francés Credit Mutuel (a expensas de saber si ha reducido o vendido su participación) y gestoras como BlackRock, pese a que redujo su participación del 4% al 1,77% recientemente o Vanguard son los más perjudicados, según Reuters.
La Sindicatura de Accionistas, donde tiene un papel destacado el Opus Dei, retenía hasta ayer un 9,6% de las acciones, según los registros de Thomson Reuters del 25 de mayo. Con un total más de 402 millones de acciones, perderán cerca de 133 millones de euros al cierre del martes. Desde enero han perdido 365 millones y en una semana, 257 millones. En esta participación, se computan las acciones de Unión Europea de Inversiones, sociedad instrumental participada entre otras por la Fundación de la Universidad de Navarra, con 123 millones de títulos.
Schroders tenía un 0,037% al cierre de la semana pasada, según fuentes de la gestora.
Unión Europea de Inversiones avisa en un hecho relevante que su consejo de administración se "reunirá a la mayor brevedad posible para analizar el nuevo escenario e informará puntualmente de cualquier decisión". Así deja la puerta a futuras reclamaciones.
En segunda posición se encontraría el banco francés Crédit Mutuel. Sin embargo, el mercado especula con que se haya retirado en los últimos días de Popular. Fundamentalmente después de que el lunes comunicase que salía del consejo de administración. Según los últimos registros de Reuters, atesora un 3,095% de las acciones, lo que supone unos 166 millones de participaciones y unas pérdidas de 54,78 millones de euros en menos de 12 horas. En lo que va de año, pierde 151 millones.
Quien sí ha huido del capital del Popular antes de la debacle ha sido BlackRock. La mayor gestora de fondos del mundo anunció el viernes que reducía su participación en el capital del 4,1% al 1,77%. Así su participación en Popular se reduce a 28,2 millones de acciones, lo que supone unas pérdidas de 9 millones de euros. Más afectado ha sido Vanguard, que con 65 millones de acciones ha perdido casi 22 millones de euros. Y el fondo soberano noruego ve cómo se reducen a cero sus 35,5 millones de acciones y 11,7 millones de euros invertidos en el banco. En el año, sus pérdidas han alcanzado los 61 millones de euros.
Otro importante pellizco llegará a Latinoamérica. La familia más rica de Chile, los Lukic, retenía en torno al 3% de Popular a través de la sociedad Vallum, después de que entraran deprisa y corriendo a comienzos de mayo. Sus 126 millones de acciones y 41,6 millones de euros quedarán destruidos de una vez y para siempre. Con respecto al precio al que entraron en el capital este año (de 0,93 euros), pierden 117 millones. Y, el hedge fund británico Schilester, con un 3,05%, pierde 22 millones de euros.
La familia mexicana del Valle, que entró en Popular en la ampliación por 450 millones ejecutada a finales de 2014 y que jugaron un papel crucial en la caída de Ángel Ron también pierden toda su inversión. Antonio del Valle capitaneaba la inversión en el banco, con una participación del 4,1%, equivalentes a unos 172 millones de títulos, que a cierre de ayer valían en Bolsa unos 55 millones de euros.
También aparecen en el listado de Reuters varias gestoras españolas. En los primeros puestos del ranking, Santander AM, con un 0,79% del capital, equivalente a 33,3 millones de acciones, que a cierre de ayer estaban tasadas en unos 11 millones de euros. Bankia Fondos, también en el listado, vendió toda su participación en Popular desde hace semanas, explican desde la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri.