Acusó a los "filósofos" que aparecen en el invierno de inventar una crisis con el gas. Defendió los subsidios millonarios para Aerolíneas Argentinas, la cual en 2012 "volará sin pérdida".
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, consideró ayer que sólo "hay lugares puntuales donde pueden faltar" garrafas, defendió la política energética y culpó a los que llamó como "un montón de filósofos" por las críticas que recibe el Gobierno en la materia.
El funcionario, quien visitó ayer la ciudad de Córdoba, destacó que en "un añito y medio" Aerolíneas Argentinas dejará de dar pérdidas y relativizó la posibilidad de estatizar la distribuidora de gas Metrogas, aunque no la descartó.
En declaraciones a radio Cadena 3 , De Vido fue consultado sobre el desabastecimiento de garrafas que afecta a más de cien mil personas en Punilla y Sierras Chicas. "Cuando hace frío hay un montón de filósofos que empiezan a hablar de gas", ironizó. "Sabemos que hay lugares puntuales donde hay problemas, allí vamos y los resolvemos", expresó.
Con las bajas temperaturas, sin embargo, la garrafa social cuyo costo fue fijado por el Gobierno a 16 pesos, prácticamente desapareció de los comercios y también se acrecentaron los problemas para encontrar garrafas a 30 pesos. En algunas zonas, el envase de 10 kilogramos se paga por encima de los 35 pesos.
Pero De Vido no ahondó en esta cuestión sino que aprovechó la pregunta para señalar que no falta infraestructura para el abastecimiento de gas natural y acusó a los medios. "Sin ir más lejos, hace dos meses atrás hicimos el cruce del Estrecho de Magallanes, una obra histórica que salió en la página 70 de los diarios y cualquier quiosco que no entrega garrafas ya es tapa", argumentó.
Describió entonces que el 30 de junio la obra del Estrecho de Magallanes "permitirá incorporar cinco millones de metros cúbicos, estamos construyendo el gasoducto Juana Azurduy en el territorio boliviano que se interconectará con el gasoducto que viene a Córdoba, estamos incorporando un barco (regasificador) en Escobar y negociamos compartir otro con Uruguay", apuntó.
También afirmó que la provisión de gas "viene muy bien" porque "no somos rehenes de nadie, tenemos autonomía y hay alternativas". "La mejor solución para las garrafas es que cada año se incorporen más usuarios a la red de gas natural", agregó.
Levanta vuelo. De Vido, quien ocupa la cartera de Planificación desde mayo de 2003, participó ayer de la graduación de su hija Valentina en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba. Allí el funcionario defendió los subsidios que recibe Aerolíneas Argentinas la cual, afirmó, en 2012 alcanzará un punto de equilibrio y "estará transportando sin pérdida a miles de argentinos".
Enfatizó que la millonaria inversión pública en la compañía está justificada en el hecho de que la empresa fue dejada en ruinas por el sector privado y estaba a punto de ir a la quiebra y desaparecer cuando el Estado asumió el control. "Con 14.822 horas voladas, el mes pasado batimos récord", comentó.
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Por falta de garrafas, instalan anafes eléctricos en Salta
Télam/El Cronista
Télam/El CronistaEl gobierno de Salta puso en marcha una prueba piloto de instalación de anafes eléctricos en diversos hogares, con el objetivo de paliar el problema de provisión de garrafas sociales en esa provincia.
El proyecto prevé la instalación de un mínimo de diez artefactos en distintas localidades del interior y barrios de Salta capital, además de la evaluación del funcionamiento del reemplazo de tecnología en las cocinas domésticas, calculando el gasto mensual de electricidad.
Asimismo, se prevé que el costo que genere el anafe, con un promedio de uso de cinco horas por día, en un mes sea similar al costo del uso de una garrafa social para cocina.
Ya se entregaron artefactos, en el barrio capitalino Solidaridad y en la alejada localidad de Santa Victoria Este.
Por otra parte, en los próximos días se hará lo propio en hogares ubicados en las localidades de Cafayate, San Carlos, Angastaco y Cachi, de los Valles Calchaquíes.
Los anafes, provistos por Edesa (la compañía distribuidora de energía eléctrica), se entregan con mesa, disyuntor y medidor de consumo eléctrico individual.
Poseen dos hornallas, de 1.600 y 600 watts, y un termostato interno que mantiene la temperatura, encendiendo y apagando automáticamente como medida de prevención y ahorro.