Bolivia inauguró, con un festival de música y danzas autóctonas, una fábrica de cloruro de potasio de 188 millones de dólares, primera de una serie de industrias que aprovecharán las reservas del salar altiplánico de Uyuni.

"Lo que no hicieron antiguos gobiernos en más de 180 años, hicimos más nosotros en 12 o 13 años, porque cuando hay un programa que nace del pueblo, cuando los bolivianos nos gobernamos nosotros mismos, hay resultados", dijo el presidente Evo Morales al poner en funcionamiento la industria.

Grupos de música y bailarines de comunidades indígenas del altiplano andino desfilaron en el acto realizado en una explanada entre la fábrica montada por la empresa china CAM-C y el resplandeciente salar de 10.500 kilómetros cuadrados de extensión, que es también un imponente destino turístico.

"Esto es un sueño, nuestra felicidad no tiene límites", dijo un no identificado bailarín con colorida vestimenta, entrevistado por la televisión estatal que transmitió la celebración.

​La planta, con capacidad para producir hasta 350.000 toneladas anuales de cloruro de potasio, un fertilizante de gran demanda, será acompañada a corto plazo por otras industrias de igual o mayor tamaño que fabricarán carbonato de litio, hidróxido de litio, cátodos y, finalmente, las omnipresentes baterías de ion litio, todas en un área a 750 kilómetros al sudeste de La Paz.

El aprovechamiento bajo control estatal de los recursos evaporíticos de los salares altiplánicos —que almacenan la que se considera la mayor reserva mundial de litio, unos diez millones de toneladas— es uno de los pilares del desarrollo económico que pretende el Gobierno izquierdista de Morales, reseñó Sputnik.

"Sólo se puede planificar cuando hay estabilidad social y estabilidad política, agradezco a los movimientos sociales por garantizar la estabilidad social que garantiza la estabilidad política", dijo Morales en su discurso.

Recordó que su Gobierno, cuya primera gran medida económica fue nacionalizar los hidrocarburos en su primer año de gestión, 2006, decidió impulsar el desarrollo del litio como emprendimiento estatal, a diferencia de gobiernos neoliberales de fines del siglo pasado que fracasaron tres veces, por oposición popular, en intentos de entregar el salar de Uyuni a la transnacional estadounidense Lithco.

"Esta es nuestra planta y la hemos pagado con nuestra plata, con nuestras reservas internacionales", destacó.

Apuntó que una fábrica de carbonato de litio de 120 millones de dólares, ya contratada, será pagada también exclusivamente con recursos públicos, sin endeudamiento externo.

El tercer componente del plan —el complejo de hidróxido de litio, cátodos y baterías que costará 1.200 millones de dólares y entrará en funcionamiento en 2021— será ejecutado por una sociedad mixta entre el Estado boliviano y el grupo alemán ACI Systems, en la que la parte boliviana tendrá el 51%.

​La sociedad entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y ACI Systems fue constituida en la última semana y comenzará a operar regularmente antes de fin de año, según los planes oficiales.

Además de los proyectos en Uyuni, el Gobierno de Morales negocia actualmente con empresas rusas y chinas interesadas en explotar los recursos de otros dos salares, Coipasa y Pastos Grandes.

La mayor parte del cloruro de potasio de Uyuni será destinada a la exportación, dijo el presidente de YLB, Juan Carlos Montenegro.