Southern Copper está preparada para crecer gracias a los proyectos de expansión, los beneficios de los programas de reducción de costos y las sólidas perspectivas a largo plazo para los precios de los metales.
Sin embargo, la alta deuda y la menor producción de cobre para el año fiscal 2018 en su planta Buenavista SX-EW siguen siendo una preocupación.
En los primeros nueve meses de 2018, los gastos de capital fueron de $ 832 millones, un 17% más año con año. Para 2018, la compañía ha reducido el objetivo de gastos de capital a $ 1.1 mil millones, ya que ha reprogramado parte de sus gastos de capital en 2019.
La minera planea aumentar la capacidad de producción de cobre para superar el hito de un millón de toneladas en 2018 y espera alcanzar 1.5 millones de toneladas de Producción de cobre para 2025.
En México, la compañía tiene una inversión planificada de $ 413 millones en el proyecto Buenavista Zinc-Sonora que incluye el desarrollo de un nuevo concentrador para producir aproximadamente 80,000 toneladas de zinc y 20,000 toneladas de cobre adicionales por año. Una vez completado, este nuevo concentrador de zinc probablemente duplicará la capacidad de producción de zinc de la empresa.
Se estima una inversión de $ 159 millones para el proyecto Pilares-Sonora en México, que consiste en una operación a cielo abierto en una mina con una capacidad de producción anual de 35,000 toneladas de cobre en concentrados. Mejorará significativamente el grado de mineral en general. En Perú, un concentrador de última generación por $ 1.3 mil millones en el proyecto de Toquepala aumentará la producción anual en 100,000 toneladas para llegar a 258,000 toneladas en 2019, un aumento de producción del 74%. Además de estos, la compañía tiene varios otros proyectos que puede desarrollar en el futuro.
En junio de 2018, Southern Copper completó la adquisición del proyecto Michiquillay en Cajamarca, Perú, que cuenta con recursos minerales de 1,150 millones de toneladas y una ley de cobre de 0.63%. Producirá 225,000 toneladas de cobre anualmente y subproductos como molibdeno, oro y plata, a un costo en efectivo muy competitivo.
Michiquillay ofrece inmensas oportunidades de crecimiento para la empresa y se ajusta a su cartera de proyectos mineros en las Américas, especialmente en Perú. Es probable que se convierta en una de las minas de cobre más grandes del Perú.
Se espera que la nueva administración en Perú proporcione estabilidad, crecimiento económico y progreso social, junto con un entorno favorable para que la compañía desarrolle sus proyectos de Tía María, Los Chancas y Michiquillay, con una inversión combinada de $ 6.7 mil millones. Cuando estén en operación, estos proyectos aumentarán la producción de cobre peruano en unas 500,000 toneladas. Actualmente, Perú es el segundo mayor productor de cobre y se espera que su producción nacional alcance 4.8 millones de toneladas por año para 2021, el doble de la producción de 2017.
Impulsada por el crecimiento económico sincronizado de las principales economías mundiales, se espera que la demanda de cobre refinado aumente entre 2.5% y 3.0% para el año fiscal 2018. Sin embargo, la producción de cobre se ha visto afectada por la persistente disminución de las inversiones que varias compañías han tenido en los últimos años.
Además de esto, la inestabilidad laboral, el exceso de impuestos gubernamentales y las dificultades técnicas están afectando aún más la producción. Todos estos factores restringirán el crecimiento de la oferta. Este desequilibrio entre la oferta y la demanda eventualmente impulsará los precios del cobre.
Se prevé que los precios del molibdeno aumentarán debido a la sana demanda de la industria del petróleo y el gas, y al descenso del crecimiento de la oferta. Los fundamentos a largo plazo para el zinc siguen siendo fuertes debido a su importante consumo industrial y las paradas de producción de la mina que se esperan. Además, es probable que los precios de la plata ganen debido a su uso industrial y el inminente desequilibrio entre la demanda y la oferta.
Las acciones de Southern Copper cayeron un 30,6% en el último año, en comparación con la caída de la industria del 35,2%. La compañía continúa siendo testigo de los beneficios de los programas de reducción de costos y las acciones de expansión. Respaldado por una perspectiva positiva del mercado actual y un compromiso constante para aumentar la producción de bajo costo y las inversiones de crecimiento, Southern Copper está en una posición única para continuar brindando un mejor desempeño.
En los primeros nueve meses de 2018, la producción de cobre disminuyó un 0,3% año con año debido a una menor producción en la planta de Buenavista SX-EW. Esto se debió al menor índice de solubilidad en las nuevas plataformas de lixiviación y las características del mineral que se está depositando en dichas plataformas.
La compañía ha desarrollado un programa correctivo de 12 meses para superar esta reducción temporal en la producción. Aunque la compañía espera un aumento secuencial del 18% en la producción de cobre para la instalación en el cuarto trimestre, ha llevado a una menor producción durante todo el año. La compañía ha reducido la guía de producción de cobre para el año fiscal 2018 a 885,000 toneladas de las 901,000 toneladas anteriores.
Además, los precios del cobre han bajado este año debido a la continua lucha comercial entre los Estados Unidos y China. Es probable que esto afecte los resultados a corto plazo de Southern Copper. El índice de deuda a capital de la compañía actualmente es del 90%, lo que es motivo de preocupación.
La compañía minera destinará alrededor de US$50 millones para estudios geológicos en los próximos dos años, los cuales iniciarán el 2019. Además, señalan que el yacimiento comenzaría a operar en el 2025.
La compañía informó además que invertirá cerca de US$50 millones en los próximos dos años para estudios geológicos, los cuales iniciarán el 2019.
Michiquillay es un yacimiento tipo pórfido de cobre, con contenidos de oro y plata, el cual se proyecta que llegue a producir alrededor de 300.000 toneladas anuales de cobre en concentrados, con un inversión cercana a los US$2.500 millones.
Las operaciones abarcarían también la producción de 7.000 tpa de molibdeno, 230.000 onzas de oro y 2,3 millones de onzas de plata como subproductos.
La extensión de la concesión minera abarca 18.978 hectáreas y una propiedad superficial de 1.206 hectáreas.
Cabe señalar que ya existe un Estudio de Factibilidad para una explotación a rajo abierto de 40.000 toneladas por día.
