El ex funcionario considera que si no hay claridad, en vez de exportar, habrá que volver a importar energía
El Gobierno está atacando las consecuencias y no las causas; hablamos de pesificación o dolarización, cuando el principal problema del país es que no se puede controlar el valor del dólar ni la inflación", dijo hoy Juan José Aranguren, exministro de Energía de la Nación, en alusión a la decisión tomada recientemente por el Ministerio de Desarrollo Productivo de pesificar y reducir la remuneración de un segmento de la generación de electricidad, que tiene una injerencia de casi el 50% en las tarifas de luz.
La medida oficial, que tiene como objetivo reducir el gasto en subsidios económicos y que se espera que sea oficializado en el Boletín Oficial en los próximos días fue criticada por el ex funcionario, que la consideró "una medida de coyuntura". "Hay que ver las medidas en el largo plazo del congelamiento tarifario o la pesificación, como se la llama ahora", dijo Aranguren en declaraciones a radio Mitre.
El exfuncionario dijo que ve "bastante inacción en el área de Energía" del gobierno y que "una caída en la inversión genera una pérdida en la calidad del servicio y una mayor necesidad de subsidios". En ese sentido, anticipó que si bien no es esperable en el corto plazo, en 2021 puede haber problemas de abastecimiento. "El año próximo es importante en cuanto a inversión, hoy el país no tiene capacidad para subsidiar la energía mucho tiempo más", señaló.
De acuerdo con lo definido por el gobierno que conduce Alberto Fernández, se pesificará y se reducirá el pago que reciben las generadoras de energía que venden en el mercado spot; es decir, las operaciones que no tienen un contrato de abastecimiento establecido. También se pesificarán los pagos por generación de energía de las centrales hidroeléctricas binacionales, Yacyretá y Salto Grande.
De esta manera, según fuentes oficiales, el costo de esta generación de energía caerá de US$69 a entre US$60 y US$62 en promedio por megavatio-hora (MWh) y redundará "en una baja importante en los costos de generación de energía". El ahorro fiscal para el Estado será de US$300 millones anuales, según indicaron en la cartera que conduce Matías Kulfas, que tiene a la Secretaría de Energía bajo su control.
"¿Es viable mantener la energía retrasada como ocurrió durante una década? La función del estadista debe ser resolver la coyuntura, pero también mirar hacia adelante", dijo el exfuncionario. Según calculó, en diciembre de 2015 lo que pagaban los consumidores no alcanzaba a cubrir el 15% del costo de la generación eléctrica y hoy, más allá de los retrasos, se está cubriendo aproximadamente el 60% del costo.
Por otro lado Aranguren consideró que Vaca Muerta sigue teniendo "un gran potencial, aunque ha bajado la velocidad de su desarrollo". Según consideró, el abastecimiento futuro de electricidad y gas natural no está en peligro "en el corto plazo", pero sostuvo: "Si en gas no se da claridad con respecto al desarrollo de Vaca Muerta, probablemente en 2021 a ese barco que vimos partir de Bahía Blanca lo tengamos que volver a llamar, para volver a depender de energía importada".