Argentina baja un puesto y se mantiene sobre Venezuela, Chile lidera América Latina en el puesto 38 seguido por Perú en el 52°
El Centro de Competitividad Mundial (IMD) presentó una nueva edición del Ranking de Competitivdad Global, donde se clasifica a los países basado por el desempeño económico; la eficiencia gubernamental; la eficiencia empresarial y la infraestructura. Y también considera los resultados de una Encuesta de Opinión Ejecutiva, donde líderes empresariales son invitados a compartir su percepción sobre los factores claves de sus economías.
Los resultados de este año muestran un patrón común en los factores que han influido en el desempeño actual de países altamente calificados. Tal patrón surge en torno al comercio internacional y la inversión, el empleo, la apertura de las sociedades, las medidas relacionadas con la estabilidad política y la igualdad social y de género. No todas las economías abordan los problemas de la misma manera, y esto afecta su resistencia y agilidad ante circunstancias cambiantes y difíciles.
La competitividad proporciona el marco para cuantificar el resultado de enfrentar estos desafíos desde la perspectiva de un país. En definitiva, permite reconocer los factores que facilitan la prosperidad. Y así es como esperamos que nuestras clasificaciones sean utilizadas e interpretadas: la competitividad es tanto una herramienta como un objetivo de la política económica.
Singapur fue el número uno por segundo año consecutivo. En segundo a quinto lugar, en orden, llegaron: Dinamarca, Suiza, los Países Bajos y la RAE de Hong Kong.
Un patrón marcado en los resultados de este año, que son una amalgama de datos sólidos tomados de 2019 y respuestas de encuestas de principios de 2020, es la fortaleza de las economías más pequeñas .
Arturo Bris , Director del Centro de Competitividad Mundial IMD y Profesor de Finanzas, dice: “El beneficio de las pequeñas economías en la crisis actual proviene de su capacidad para combatir una pandemia y de su competitividad económica. En parte, esto puede alimentarse por el hecho de que es fácil encontrar el consenso social ”.
Los factores detrás del éxito de Singapur son su sólido desempeño económico que se deriva de medidas sólidas de comercio internacional e inversión, empleo y mercado laboral.
Los desempeños estables tanto en su sistema educativo como en su infraestructura tecnológica (telecomunicaciones, velocidad de ancho de banda de Internet y exportaciones de alta tecnología) también desempeñan papeles clave.
Dinamarca , en 2 ª , puede acreditar una economía fuerte , mercado de trabajo, y los sistemas de salud y educación. Además, el país se desempeña muy bien en inversión internacional y productividad, y superó a Europa en eficiencia empresarial.
Suiza ha estado afilando gradualmente hacia una posición de podio, de 5 º a 4 º y ahora 3 rd en 2020. Los combustibles comerciales internacionales robustas su fuerte rendimiento económico, mientras que su infraestructura científica y de los sistemas de salud y educación muestran pantallas firmes.
El número de economías pequeñas, ampliamente definidas como tales por su PIB, en el top ten es sorprendente. Sin embargo, esto no quiere decir que estamos viendo un triunfo de las democracias. Singapur, Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos permanecen entre los diez primeros, mientras que algunas democracias (como Argentina) se ubican en la parte inferior de la escala.
Este año, se agregaron nuevos criterios para reflejar la importancia de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Los criterios proporcionan una percepción de la situación de la economía con respecto a diferentes objetivos sostenibles que deben cumplirse en 10 años, como la educación y el medio ambiente, la inclusión y el empoderamiento, el envejecimiento y la salud.
De hecho, un componente importante del estudio de competitividad es alinear los criterios empleados con los desafíos y preocupaciones importantes de la economía mundial.
Por segundo año consecutivo, EE. UU. No pudo defenderse , ya que Singapur lo derrocó de su lugar número uno el año pasado y quedó en el 10º lugar ( 3º en 2019). Las guerras comerciales han dañado tanto a China como a las economías de los Estados Unidos , revirtiendo sus trayectorias de crecimiento positivas. China este año se redujo a 20 º posición del 14 º año pasado.
Si bien la RAE de Hong Kong llegó a la 5ª posición , está muy lejos de la 2ª que disfrutó el año pasado. La disminución puede atribuirse a una disminución en su desempeño económico, a la agitación social en Hong Kong, así como al efecto indirecto de la economía china. Sin embargo, las clasificaciones de 2020 no retoman los eventos de los últimos meses.
Noruega se ubicó entre los diez primeros de este año, en el 7º puesto , después del 11º año pasado. Esto se debe en parte a un patrón más amplio en la región: todas las economías nórdicas experimentaron una mejora notable en la eficiencia empresarial . De hecho, todos llegaron a los diez primeros en esta medida.
El Reino Unido subió del 23 º a 19 º , mientras vecina Francia (32 ª ) ligeramente perdido su punto de apoyo en 2019 31 st . Una interpretación es que Brexit puede haber creado el sentimiento de un entorno favorable para las empresas en ciernes. El Reino Unido ocupa el 20 º en la medida de la eficiencia del negocio, en comparación con 31 st menos años.
Canadá ascendió a 8 ° de 13 º . Este aumento se centra en las mejoras en las medidas relacionadas con su mercado laboral y en la apertura de su sociedad. Lideró la subregión de América del Norte.
En América Latina, la desconfianza hacia las instituciones puede verse reflejada por cambios mínimos . Chile (38 º ) sigue siendo el país mejor clasificado en la sub-región y Venezuela el más bajo.
De los vecinos de Argentina, se destaca Chile que figura en el puesto 38 y es el mejor ubicado de la región, seguido por Perú y México en los puestos 52 y 53 respectivamente, mientras que Colombia ocupa el puesto 54 y Brasil el 56
Se trata de la segunda caída consecutiva de Argentina, puesto que descendió del lugar 56 al 61 en la última edición.
Argentina tiene una larga historia de crisis económica. Ha incumplido su deuda externa (deuda mantenida por extranjeros) nueve veces desde la independencia en 1816. Tomó 15 años resolviendo el incumplimiento de Argentina en 2001.
También Argentina ha entrado en 21 programas del FMI desde que se unió en 1956. La crisis económica actual que enfrenta Argentina tiene problemas de larga data y desarrollos recientes.
De acuerdo con el IMD, uno de los desafíos del país es respondedor con problemas al Covid-19, teniendo un equilibrio con la necesidad de restaurar la actividad económica y el empleo.
Al mismo tiempo, debe ayudar a los grupos y sectores más vulnerables a ayudar a la recesión económica; regresar a los mercados crediticios y reabrir las fuentes de financiamiento público a través de una negociación viable de reestructuración de la deuda.
Otros desafíos consistentes en mantener la expansión anticíclica de los agregados monetarios y el déficit fiscal consistente con la contención de las presiones inflacionarias, así como resistir las presiones proteccionistas e implementar una agenda competitiva sensata.
Desglosando los cuatro grandes pilares de la competitividad de Argentina, el país subió de la posición 61 a la 60 en rentabilidad económica; en eficiencia gubernamental bajó de la 61 a la 63; en eficiencia empresarial retrocedió de la 59 a la 62, y en infraestructura pasó de la 51 a la 52.
En general, la clasificación proporciona una amplia cobertura de 63 amenazas, elegidas en función de la disponibilidad de estadísticas internacionales comparables y la colaboración con los Institutos Socios locales, que afectan a la recopilación de datos de encuestas y controles que todos los datos sean confiables, precisos y están ubicados, como sea posible.
En América Latina, la competitividad de Argentina solo supera a la de Venezuela, que está en la última posición, definió Opportimes
De acuerdo al estudio, a pesar de la crisis social, el país ocupa en 2020 la posición 38, dejando atrás la número 42, que registró en 2019. La del año pasado fue su peor posición histórica y que implicó un retroceso de 7 posiciones en ese momento.
El salto se produce principalmente por una baja de otras naciones, ya que a nivel de índice, Chile registró una puntuación menor que el año pasado.
Con esto, Chile sigue liderando por amplio margen en América Latina, siendo secundado por Perú, en el lugar 52; México, en el 53 y Colombia, en el 54.
El estudio se construye a través de cuatro pilares: el desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia de negocios e infraestructura.
En este contexto, donde peor le fue a Chile fue en desempeño económico, luego de que el PIB creciera solo 1% durante el año pasado, impactado por la crisis social del último trimestre. Así, en este pilar el país se ubicó en la posición 50, dos escalones más abajo que el año pasado y 16 menos que en 2016. Dentro de ese pilar sí estuvo bien evaluado el desempeño de la inversión extranjera, llegando a la posición 21 y la evolución de los precios e inflación, ubicándose en el lugar 17 del mundo.
En el pilar de eficiencia del gobierno, Chile subió 6 posiciones, hasta el lugar 20, gracias al buen desempeño de las finanzas públicas (10), el marco regulatorio para hacer negocios (13) y la institucionalidad (19). Sin embargo, el peor indicador dentro de ese pilar es la Cohesión Social (62).
En la eficiencia de negocios, el país se ubicó en el lugar 37, cuatro escalones mejor que hace un año, debido a avances en el mercado laboral (29) y en prácticas de gestión (45).
Finalmente, en el pilar de infraestructura, Chile quedó en el lugar 45, mejorando dos posiciones respecto del año pasado, por mejoras en infraestructura básica (30), y en salud y medioambiente (38), indicó Pulso.
