RIEKO SUDA

El Ministerio de Comercio e Industria del país (Meti) ha detallado una propuesta para modernizar su programa nacional de almacenamiento como parte de una estrategia nacional de seguridad energética y de recursos, siguiendo las recomendaciones del año pasado.

Desde entonces, la pandemia de Covid-19 ha expuesto el riesgo de interrupción en todas las etapas de la cadena de suministro, particularmente para los metales raros para los que algunos países dominan la producción y el suministro.

El borrador de la propuesta de Meti requiere que el gobierno tome el control total de las reservas estratégicas de metales raros estableciendo niveles objetivo para las existencias, así como planes para la adquisición y liberación de suministros de la reserva. También instó a una mayor flexibilidad para determinar los niveles de inventario para cada metal raro, después de tener en cuenta su importancia estratégica, los riesgos geopolíticos y la demanda interna.

Ni los objetivos de inventario ni los niveles reales de existencias deberían hacerse públicos, dadas las consideraciones de seguridad nacional, dijo Meti.

Japón ha designado 34 "metales raros", incluidas las tierras raras, con potencial para el almacenamiento y actualmente posee reservas de siete: níquel, cromo, tungsteno, cobalto, molibdeno, manganeso y vanadio. Las existencias pueden cubrir 60 días del consumo del país, después de incluir existencias privadas no obligatorias equivalentes a 18 días de consumo. Las reservas estratégicas se definen como propiedad de la agencia estatal Jogmec y son administradas por la agencia en sus bases de almacenamiento.

Los temores sobre la oferta provocados por la pandemia de Covid-19 han subrayado la creciente necesidad de que Japón tome un mejor control de las reservas de metales raros. Los suministros de cobalto de la República Democrática del Congo han estado amenazados desde finales de marzo debido a medidas esporádicas de bloqueo para combatir el coronavirus.

Orocobre, con sede en Australia, atribuyó parcialmente una caída anual de 11pc en la producción de litio de enero a marzo en su planta en Argentina a las medidas de cierre de Covid-19.