El impacto del coronavirus en la industria minera y los cambios que esto generará en el sector una vez que pase la emergencia sanitaria son parte de los temas centrales que abordamos con la ex Ministra de Minería Aurora Williams en esta charla, parte de un ciclo de Timeline.cl, que se desarrolla gracias al Fondo de Medios de Comunicación del Gobierno de Chile y el CORE.

¿Qué cambios ve hoy en la industria minera producto de la pandemia?

Estamos frente a una transitoriedad incierta. Uno de los más importantes tiene que ver con la movilidad y cómo enfrentar el trabajo, dado que esta crisis sanitaria pasa por las personas, por lo tanto tiene una complejidad adicional. La minería a desmovilizado a cerca del 40% de sus trabajadores, otro porcentaje está con teletrabajo y esto gatilla una situación que tiene que ver con acelerar procesos de tecnología que en otros momentos del tiempo eran más graduales.

¿Estos cambios que se aceleraron serán beneficiosos para la región?

Hay algunos cambios que son consistentes con necesidades que tenía la minería antes de la crisis sanitaria. Uno de ellos es que los trabajadores tengan que ver con el territorio, eso debiera ser un cambio positivo. Si uno mira las medidas que ha tomado la minería es mantener trabajando a las personas cercanas a las faenas mineras para evitar la movilidad y eso podría transformarse en algo positivo pues es coincidente con requerimientos anteriores.

¿Qué otro beneficio podría darse?

Otro tema es que habrá un fuerte cambio en el tema de salud de las personas y no solamente en los trabajadores sino que en todos, por lo que las mutualidades tendrán un rol fundamental pues recordemos que esta crisis sanitaria fue declarada una enfermedad laboral si se adquiere en el trabajo y ahí hay algo favorable dada la magnitud de la industria minera que pudiera irradiar más allá de solo los trabajadores y llegar a las familias y territorios.

Y respecto a los efectos negativos que podrían tener estos cambios para la región ¿cuáles observa?

Una luz amarilla es ver cómo evolucionará el desempleo en la región pues si bien el sector minero logra no tener un impacto tan alto respecto al número de trabajadores desempleados, uno de los temas importantes son los trabajadores indirectos y el efecto multiplicador de la economía regional y ahí puede haber efectos importantes. Si uno ve los datos, el primer semestre del 2020 la producción minera creció un 2,6% y de los seis meses, cinco crecieron, solo junio se redujo la producción de cobre en el país. Entonces, podemos ver que con la cantidad de personas que están desmovilizadas aún así la minería ha mantenido sus niveles de producción. 

Esto exige a la minería en otros ámbitos más técnicos pues esta característica de haber aumentado la producción durante estos seis meses es por la revisión de su plan minero y buscar explotar aquellos puntos con mayores leyes, por lo tanto lo que viene es la revisión de los planes mineros, una mayor concentración en la explotación y también fortalecer los equipos de trabajo que son aquellos que están viendo el mercado a nivel mundial.

¿Tiene sentido una industria que avanza con una región cuyo desempleo aumenta?

Las empresas en general, junto con tener objetivos que guardan relación con sus resultados, también cumplen un rol social y aquí estamos hablando de la industria más grande del mundo, no estamos hablando de empresas que tienen riesgos de corto plazo pues el negocio minero es de largo plazo. Por lo tanto, siempre será preocupante estas fricciones que se producen entre industria de envergadura mundial con un respaldo importante en materia financiera y técnica y el poco desarrollo que pudiera tener un territorio relacionado con esa industria. Uno lo que aspira es que junto con empresas de esta envergadura existan desarrollos de este territorio acorde a esos niveles y cuando uno habla de desarrollo habla de empleo, condiciones básicas, el salar de Atacama, desarrollo educacional, de salud, vivienda, etc. Por lo tanto, también hay un rol social que debe tener la industria y eso estaba siendo demandado antes del estallido social.