Las cuentas de Pemex al rojo vivo tienen en vilo a toda la industria petrolera en México. Decenas de empresas proveedoras -y en algunos casos socias- de la compañía estatal registran varios millones de pesos en facturas sin pagar y su situación se vuelve cada vez más crítica, señaló a este medio una de las empresas afectadas que pidió reservar de su nombre.

Hace algunas semanas el director general de la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros (Amespac), Antonio Juárez, en medio de un seminario virtual organizado por el Programa de Energía y Fondo de Prosperidad del Reino Unido en México (EPI Energía), había puesto sobre la mesa esta problemática al señalar el “retraso en el pago a los proveedores por parte de Pemex” como una de las causas de la crisis que apremia al sector.

A los compromisos impagos con empresas que le dan servicio, este medio pudo confirmar que Pemex suma deudas -también millonarias- con empresas que le venden petróleo.

Aunque Pemex informó que el monto de pagos realizados en el período enero-junio de 2020 fue mayor al monto pagado en el mismo período del año pasado (158.815 millones de pesos vs 149.613 millones en el primer semestre de 2019), Juárez asegura que “existe un número importante de facturas que amparan bienes o servicios realizados que no se han registrado” en las cuentas de la compañía liderada por Octavio Oropeza.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha diseñado un plan para dar un respiro financiero a Pemex y aumentar la producción de petróleo (Foto: Archivo/Presidencia)

“El adeudo que se tiene con proveedores es mucho mayor”, advirtió Juárez. “Hay un volumen que no se ha registrado todavía y que incrementa importantemente el adeudo” de Pemex, afirmó.

La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) informó el jueves que “la industria ha ejecutado inversión y contribuido con el pago de contraprestaciones e impuestos al Estado mexicano por un monto cercano a los USD 11,000 millones y se han aprobado planes por casi USD 37,000 millones”. Esas inversiones están en riesgo ante la falta de pago de Pemex.

Los débiles resultados financieros de la petrolera estatal en el primer semestre del año han preocupado a diversos proveedores y contratistas que tienen convenios vigentes, debido a que temen que su situación financiera no mejore para finales de año.

En el acumulado del primer semestre de este año, Pemex reportó una pérdida neta de 606,587 millones de pesos, casi siete veces más respecto a los 88,509 millones de pesos que perdió durante la primera mitad del año pasado.

El gobierno federal apuesta a aumentar la refinación de petróleo para producir gasolina y reducir la importación de este combustible (Foto: Archivo/Reuters)

La caída en los precios del petróleo, el descenso mundial de la demanda de hidrocarburos debido a la pandemia por COVID-19, la inseguridad, la alta incidencia de contagios en plataformas y centros de trabajo petroleros y la indefinición sobre nuevas oportunidades de inversión para la industria petrolera local está afectando a las firmas petroleras proveedoras quienes afrontan compromisos financieros difíciles de sostener y afectan el ánimo por invertir en el país.

“Hemos visto muchas medidas encontradas que no están incentivando la inversión privada en el sector. Queremos que haya más claridad para ver cómo es que se va a comportar la industria en el futuro y cuál va a ser el papel de las empresas privadas en este desarrollo”, sostuvo Juárez.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha puesto en marcha un plan para intentar aliviar las finanzas de Pemex. Entre las medidas, está la reducción de la carga fiscal a la petrolera, es decir, que la compañía aportará menos recursos a las finanzas públicas del país.

La política energética de López Obrador apuesta a la construcción de una polémica refinería en Dos Bocas, Tabasco, para producir gasolina, un negocio que los analistas ven poco redituable para la compañía.

La construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, es uno de los proyectos emblemáticos del gobierno de López Obrador y cuestionado por los especialistas (Foto: Archivo/Presidencia)

Entre los objetivos de esta administración está el aumentar la producción de petróleo, que ha ido en declive en los últimos años.

La crisis financiera de Pemex ha provocado que sus bonos de deuda sean considerados “basura”, lo que la llevó a perder el grado de inversión.

Cuando una compañía y sus bonos caen en ese terreno provoca que fondos de inversión deban deshacerse de la deuda de esa empresa, debido a que hay un alto riesgo de impago a sus acreedores.