LUCERO CHÁVEZ QUISPE
El sábado por la noche, el Ejecutivo envió al Congreso de la República el proyecto de ley del presupuesto público para el 2021. Según la propuesta, el monto que se busca asignar asciende a S/183.029 millones, monto que representa un incremento de 3,2% frente al presupuesto planteado en el 2020.
Se trata de un ritmo de crecimiento menor al de años previos (se elevó en 5,5% para el 2020), debido a la menor recaudación fiscal, precisó la titular del Ministerio de Economía (MEF), María Antonieta Alva.
Asignación de recursos por función de gobierno. (Infografía: El Comercio)
Para los economistas consultados por este Diario, este presupuesto no estaría acompañado de supuestos realistas. De acuerdo con el Marco Macroeconómico Multianual presentado recientemente por el MEF, se espera lograr una recuperación de los ingresos fiscales para el 2021, que llegaría a niveles similares al pre-COVID-19.
“Todos sabemos que hay un rezago entre recuperación económica y recaudación. Los supuestos de recaudación e ingresos del presupuesto, en mi opinión, son poco realistas”, consideró Alfredo Thorne, exministro de Economía. Además, resaltó que dentro de las fuentes de financiamiento se han considerado recursos determinados (como canon o ingreso de aduanas, que están en función del precio de los metales), por lo que podría haber una “sobreestimación de ingresos del presupuesto”.
Para el decano de la Facultad de Economía de la UPC, Carlos Adrianzén, ante la caída en la recaudación fiscal, se avecinan condiciones muy duras de endeudamiento para los países, por lo que considera que ese crecimiento de 3,2% podría “ser muy optimista”. En este punto, Thorne agregó que la suspensión de las metas fiscales seguirá generando incertidumbre en el mercado.
Para este año, los sectores que concentran cerca del 30% de los recursos son educación y salud. El presupuesto para esta última función se incrementa en 13,2% (S/20.940 millones) y considera el financiamiento de la atención sanitaria en el marco del COVID-19, lo que abarca la compra de equipos de protección personal (EPP) para el personal de salud, medicamentos, oxígeno e intervenciones estratégicas como el aseguramiento universal, la salud mental de la población y la compra estratégica y distribución de medicamentos.
En tanto, el presupuesto para el sector educación asciende a S/32.715 millones (4% más que el año previo), lo que representa el 18% del presupuesto total. Incluye los recursos para la compra de tablets y el cierre de la brecha digital, así como la adecuación y continuidad de los servicios educativos en el marco de la emergencia sanitaria y la ampliación de becas y créditos educativos.
Cabe resaltar que el proyecto de ley le asigna a la categoría de desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación tecnológica –en el sector educación– un monto de S/6 millones, que representa un retroceso de 25% frente a lo asignado este año (S/8 millones).
De otro lado, algunos sectores que han visto una reducción en sus presupuestos son orden público y seguridad (-4%), y vivienda y desarrollo urbano (-20%). Para Thorne, debería haber un criterio más claro para realizar el ajuste de gastos, aún en plena pandemia. Adrianzén añade que existen rubros de gasto estatal no esenciales que aún pueden ser recortados para darle más recursos a orden público, por ejemplo. 
