Según el INEI el sector eléctrico fue el que más se recuperó la producción de esta actividad se redujo sólo 5,9% en julio
NICOLAS CASTILLO
Producción nacional habría disminuido alrededor del 11,5% en el séptimo mes del año. Sin embargo, velocidad de recuperación es más lenta en sectores vinculados a la demanda interna.
La contracción de la economía peruana se reduce cada mes, pero esta recuperación es dispareja. Los datos adelantados para julio muestran que los sectores extractivos o primarios estarían revirtiendo su caída a mayor velocidad que los no primarios, que son los que generan dos tercios del empleo. En el balance, la actividad económica todavía se encuentra en niveles de hace más de cinco años.
A dicha conclusión llega el Indicador Mensual Económico de El Comercio (Imeco), que prevé que la producción nacional habría caído alrededor de 11,5% en julio, es decir, casi 7 puntos porcentuales menos que la caída de junio.
Así, de acercarse la producción al valor del Imeco, la actividad económica se mantendría en niveles del 2015, es decir, en mejor posición frente a abril pasado, cuando la crisis sanitaria contrajo la producción nacional a niveles del 2007.
“La producción de electricidad muestra que la economía en agosto está bastante cerca de sus niveles del año pasado. Ciertamente vemos varias cosas positivas como mejoras en los resultados económicos y progresos en las cifras de la pandemia, que deberían mejorar las expectativas en setiembre”, manifestó Eduardo Jiménez, jefe del sistema de información de Macroconsult.
Entre los sectores que mayor recuperación mostraron en el mes, destacó el eléctrico. Según el INEI, la producción de esta actividad se redujo en 5,9% en julio, inferior a la caída de junio (-12,4%), y los datos preliminares muestran que en agosto se contrajo en apenas 2,95%.
Para Macroconsult y Thorne & Associates, la recuperación del sector eléctrico obedece sobre todo a la mejoría de los sectores primarios, como el minero (-6,22%) y la manufactura primaria. Y no guardaría relación con los sectores no extractivos, como el de los servicios y el comercio.
“Veo que muchos economistas le está poniendo mucho peso a la electricidad, pero este es un indicador sesgado, que está vinculado al sector formal, sobre todo a la minería y no captura al resto de la economía”, dijo Alfredo Thorne, socio de Thorne & Associates.
A decir de Thorne, en julio se observó una mejora en los sectores primarios, asociado a la recuperación de la minería, la pesca y de la manufactura primaria.
Justamente, Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE), menciona que la producción de buena parte de los minerales de exportación está llegando a niveles precrisis.
Por ejemplo, De la Flor detalló que la producción del estaño y el molibdeno creció en 39% y 31,7%, respectivamente frente a similar periodo del año anterior. Incluso, el nivel de producción de ambos metales registrado en julio es el más alto en lo que va del año. De ahí que, estas materias primas hayan superado los niveles pre-COVID-19.
El representante del gremio de minería y energía manifestó también que la producción de cobre superó los niveles precrisis, luego que en julio alcanzó las 199 mil toneladas, el nivel más alto en lo que va del año.
No obstante, indicó De la Flor, que el único metal de los de mayor exportación que estaría rezagado es el oro, debido a que las mineras medianas y pequeñas, que son las principales productoras del metal precioso, estarían adecuando recién sus procesos para producir.
De otra parte, la actividad en el sector pesquero aumentó en 33,3%, en línea con la primera temporada de pesca.
En cuanto al sector construcción, la actividad presentó una importante mejoría en julio. En dicho mes, según cálculos de esta Unidad de Análisis, el sector construcción se contrajo en alrededor del 15,8%, tras haber caído en junio en 44,6%. Esto explicado por la mayor demanda de cemento del sector inmobiliario y contrarrestado por el deterioro de la inversión privada y pública (-43% en julio).
“Lo que se está recuperando bien es la construcción de viviendas. No sé si es por un efecto de stock, pero está moviendo las ventas de cemento”, comentó Thorne.
Contrariamente a la evolución de los sectores primarios, los indicadores vinculados con demanda interna presentaron una recuperación más lenta. La importación de bienes de consumo se contrajo en 12,7% en julio, luego de haber caído 16% en junio. También, la compra al exterior de bienes de capital pasó de caer 31,8% en junio a 26,6% en julio.
En tanto, la venta de pollo en Lima, la carne más consumida por los peruanos, registró en julio su peor caída en lo que va del año (-24,5%).
De acuerdo con Thorne, lo que las estadísticas muestran es que el consumo está rezagado. Para Hugo Perea, economista jefe para el Perú del BBVA Research, el gasto de consumo ha mostrado una moderación en las últimas dos semanas.
En tanto, los indicadores de inversión privada continúan en deterioro. Jiménez, de Macroconsult, no espera que la demanda interna se recupere tan rápido por el declive de la inversión. El experto sostiene que la inversión privada está muy deteriorarda, debido al populismo y ruido político del proceso electoral.
“No anticipo tranquilidad para que la inversión puede salir del hoyo en que se ubica. Es posible que en el tercer trimestre el consumo se recupere, pero no la inversión privada”, comentó.
Un reporte de Intéligo, dio cuenta que la recuperación de la economía peruana podría continuar en agosto y el último impulso llegaría con la implementación de la fase 4 de la apertura. Luego de este episodio, la recuperación de la economía se estancaría.
“Estamos anticipando que el rebote se va a desacelerar. Esta recuperación seguramente durará hasta el tercer trimestre del año, pero en un entorno de debilidad de la demanda, la recuperación de la economía será mucho más gradual”, concluyó Perea.