La Comisión Europea confirmó que quiere cubrirel 80% de todas sus necesidades de litio para las bateríasa 2025 con productos nacionales
“Esto ayudaría a reducir nuestra dependencia excesiva de Chile, que actualmente proporciona alrededor del 78 % de nuestras necesidades generales”. Así de claro fue el vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, al anunciar el plan del Viejo Continente para asegurarse el abastecimiento de litio y las demás “tierras raras”, esenciales para la economía mundial de las próximas décadas: de éstos elementos dependen las baterías.
Tras varios años de discusiones que se aceleraron por los cambios económicos y sociales desatados por la pandemia del coronavirus, el bloque anunció el 3 de septiembre pasado su decisión de lanzarse a producir o asegurar su propio suministro de 30 materias primas criticas. Por primera vez añadió el litio a la lista, porque es esencial para la electro movilidad.
Europa busca independizarse de estas materias primas porque son muy pocos los países que poseen estos minerales en su subsuelo. Su objetivo es blindarse del poder de China, que es el principal productor de todos estos materiales y de otros países -entre los que figura Chile- que podrían controlar el mercado de algunas de las 30 materias primas. El otro criterio considerado es el riesgo político de algunos proveedores, que enfrentan problemas sociales o medioambientales, por lo que el suministro también podría estar en riesgo.
Durante el lanzamiento de este plan, Šefčovič dijo que el Viejo Continente quiere llegar a cubrir por sí mismo el 80% de todas sus necesidades de litio para las baterías como máximo el 2025. O sea, en tan solo cuatro años más.
Claro, que el plan no implica cerrar las fronteras al producto chileno. En los documentos revisados por DFMAS, el brazo ejecutivo de la UE sostiene que junto a la búsqueda y explotación de yacimientos de litio en suelo propio, los 27 países buscarán garantizar un suministro seguro y sostenible fronteras afuera. “El uso de materias primas producidas de manera sostenible es crucial para la huella ambiental de la batería y del vehículo eléctrico en conjunto”, se puede leer.
Y aparece un anuncio: el bloque consideró incorporar disposiciones relativas a la adquisición sostenible de materias primas, “en las negociaciones en curso de ALC con importantes socios en el ámbito de los materiales para las baterías, como Chile y Australia”.
Actualmente Chile y Europa negocian la modernización de su exitoso acuerdo comercial, que incluye a petición del Viejo Continente materias de ese tipo.
Al respecto, el embajador de la Unión Europea en Chile, León de la Torre, dijo a DFMAS que “nuestra propuesta de un capítulo de esta naturaleza en las negociaciones con Chile refleja nuestro compromiso con el abastecimiento sostenible de materias primas al incluir, por ejemplo, disposiciones sobre procedimientos transparentes para la concesión de licencias, evaluaciones de impacto ambiental y temas de cooperación con Chile. Además, dentro de la propuesta de la UE para el capítulo Comercio y Desarrollo Sostenible, se incluye el compromiso de cada parte de implementar y promover la adopción de la Guía de debida diligencia de la OCDE para las cadenas de suministro responsables de minerales”.
La decisión de Bruselas ha generado un amplio y desconocido debate en el mercado. Mientras en Canadá y Australia los inversionistas -y los gobiernos- miran con interés el deseo de la UE, porque además de negocios su plan les ayudaría a desanclarse también de China, la mirada está puesta en algunos proveedores, incapaces de operar con una minería sostenible.
Europa llevaba más de 10 años hablando del suministro de las “tierras raras”, pero nunca habían pasado de declaraciones y deseos. Tuvo que venir la pandemia del coronavirus con su estela confinamientos y restricciones al movimiento de personas y bienes para acelerar todo.
El Covid-19 relevó la creciente dependencia del mundo de la electrónica y la tecnología para el teletrabajo, educación y comunicación. Al mismo tiempo, el cierre de los puertos y la economía les mostraron a los europeos su vulnerabilidad para acceder a las materias primas esenciales de las nuevas tecnologías y la batalla por la supremacía global.
Además, la destrucción de millones de empleos y actvidades han acelerado la doble transición del bloque hacia lo digital y “verde”.
El grupo de 27 naciones necesitará aproximadamente 60 veces más litio y 15 veces más cobalto para las baterías de los vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía de aquí al 2050, según las estimaciones que maneja el Ejecutivo comunitario. Se prevé que la demanda del continente por “tierras raras”, utilizadas en dispositivos de alta tecnología y aplicaciones militares, se multiplicará por diez durante el mismo período.
Por eso, la solución que plantean es fortalecer el abastecimiento interno y diversificar sus proveedores externos.
China que controla el 97% de la oferta global de estos insumos sabe de su poder. El año pasado, en plena disputa comercial con Estados Unidos, amenzó con limitar su exportación. Las “tierras raras” son las nuevas armas.
El documento del organismo con sede en Bruselas incluye un inventario de materias primas críticas realizado en 2011 y que revela la imposibilidad de que el continente pueda llegar a independizarse alguna vez de sus proveedores. En Europa hay materias primas para las baterías, pero son limitadas y se concentran en unos pocos países como España, Portugal, Francia, Alemania, Polonia, Suecia o Grecia.
A eso se suma que el continente tampoco tiene plantas de procesamiento para litio u otras estas “tierras raras”. Por ello, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) financiará proyectos .
Los principales productores como Chile y Australia exportan el commodity sin procesar, por lo que China -que también produce litio- controla más del 60% del negocio global de las baterías de iones de litio.
El cobalto, otro insumo clave para las baterías, se extrae mayoritariamente en la República Democrática del Congo. El país carga con décadas de inestabilidad, acusaciones de problemas medioambientales y una deplorable situación de derechos humanos.
“No podemos permitir que se reemplace la dependencia actual de los combustibles fósiles por la dependencia de materias primas críticas”, decía Maroš Šefčovič.
No obstante, la UE ha tenido poco éxito hasta ahora en el desarrollo de proyectos de extracción de estas materias primas críticas, admite la Comisión. Las razones son variadas: falta de inversión en exploración y minería, burocracia, barreras ambientales y rechazo ciudadano a la minería.
En España, el proyecto de la planta de litio de San José de Valdeflores en Cáceres recibió en junio pasado 800.000 euros de financiamiento comunitario. La mina de la firma Tecnología Extremeña del Litio (TEL), impulsado por la australiana Infinity Lithium y Sacyr contempla procesar en el mismo yacimiento, considerado el segundo mayor depósito de ese mineral en Europa. Las 15.000 toneladas de hidróxido de litio que, según los estudios realizados, podrá producir la planta, permitiría abastecer a unos 10 millones de vehículos eléctricos.
La Alianza Europea de Baterías (EBA) se creó en 2017 e incluye a la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y los principales actores industriales, como fabricantes de automóviles, productores de baterías o de cátodos. El objetivo de la EBA es crear una cadena de fabricación de baterías competitiva y totalmente integrada en Europa y evitar una dependencia tecnológica de Asia.
La Comisión reconoce que no será fácil su independencia de materias primas. Pero está decidida.
Dos semanas después de que la UE anunciara su plan para reducir la dependencia del litio chileno entre otros minerales, Elon Musk, el fundador y dueño de Tesla, el principal fabricante de autos eléctricos del mundo anunció investigaciones para reducir también la dependencia del mineral en la fabricación de baterías.
Dijo que tiene interés en sacar su propio litio de Nevada, donde se aseguró el acceso a depósitos de arcilla rica en el mineral. Además, recalcó que planea utilizar una “forma muy sostenible” de extraer el litio.
Las acciones de SQM y otros importanes productores a nivel mundial se desplomaron.
Pero esta semana, Eric Norris, responsable de litio de Albemarle -el mayor productor global y accionista de SQM- sostuvo que la incursión minera de Tesla es una señal de fortaleza de la demanda futura.
Hasta ahora, la producción de litio a partir de arcilla ha sido muy difícil y costosa, sin que ninguna empresa lo produzca en cantidades comerciales.