El domingo define el cambio de la Constitución
Un año después de las revueltas sociales que llevaron a millones de chilenos a las calles, este 25 de octubre irán a las urnas en un referéndum fundamental para el destino del vecino país.
Este domingo, 14,5 millones de chilenos podrán ir a las urnas para decidir por algo que hasta hace poco parecía imposible: pasar la página de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y promulgar una nueva carta fundamental.
El asunto no es menor, sobre todo porque el plebiscito es el resultado de una presión social que se vio reflejada en las protestas que estallaron en octubre del año pasado.
Aquellas revueltas -que convocaron a millones de personas en las calles durante varias semanas- pusieron en evidencia la marcada desigualdad que se vive en el país del sur, que siempre fue el paradigma a seguir en Latinoamérica por sus buenas cifras macroeconómicas.
Desde fines de febrero que los inversionistas extranjeros estaban apilando apuestas a favor del peso chileno frente al dólar. Pero después de llegar a un peak de lo que va del año el 6 de octubre, las apuestas empezaron a retroceder.
Datos del Banco Central muestran que las posiciones netas en el mercado cambiario formal externo disminuyeron US$ 1.110 millones ese día y la sesión del 19 de octubre (último dato disponible).
Desde las mesas de dinero describen un entorno en que la incertidumbre política que se viene por delante es un ingrediente del cóctel de variables que le están dando pausa a los inversionistas extranjeros.
El fenómeno, señala el gerente de la mesa de distribución FX de Fynsa, Francisco Schneider, “se debe un poco a lo que se viene”, a sólo días del plebiscito que va a definir si es que el país tendrá una nueva Constitución y cómo se generará. Otro factor, agrega el ejecutivo, es la rebaja de clasificación de riesgo, que quedó circulando en el entorno.
De todos modos, Schneider hace hincapié en que el desarme de carry trade que se ha registrado en el último par de semanas es muy menor comparado con lo que se veía desde meses anteriores.
Después de marcar un mínimo en lo que va del año en febrero, las apuestas de capitales globales a favor del peso chileno han aumentado en US$ 9.714 millones hasta el lunes. Después de un rearme de tal magnitud, describe el ejecutivo de Fynsa, es “natural” que haya un poco de desarme.
Eso sí, los movimientos de estrategia que están llevando a cabo los extranjeros no están moviendo mucho la aguja en el mercado cambiario a nivel de cotización.
El tipo de cambio local, señala el jefe de la mesa FX de Vantrust, Carlos Martínez, está “muy descorrelacionado con lo que está pasando”.
Si bien el cruce dólar-peso ha retrocedido casi $ 21 desde el máximo reciente que marcó el jueves de la semana pasada, no alcanza a compensar la escalada de $ 42 que sumó entre mediados de septiembre y ese punto álgido reciente.
Esto pese a que se ha visto una dinámica positiva para monedas comparables y que el precio del cobre –el eterno compañero de baile del peso chileno– nuevamente está firme sobre los US$ 3 por libra.
Para Martínez, eso sí, el movimiento no tendría que ver con la votación de este domingo, ya que “los inversionistas globales son menos pesimistas que nosotros” con el entorno político actual.
En esa línea, el ejecutivo de Vantrust sostiene que puede haber una infuencia del paquete de ayuda económica que se entrampó en Estados Unidos en medio de la carrera presidencial.
De todos modos, desde el mercado destacan que podría haber algo de volatilidad en el mercado cambiario después de la votación, dependiendo de qué tanto se alinee con las expectativas que se manejan actualmente, publicó DF.
En todos los escenarios se puso Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la hora de analizar el debate sobre una nueva constitución que probablemente se consolidará tras el plebiscito de este domingo 25 de octubre en nuestro país.
En el marco de la conferencia de prensa sobre las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe y consultado por Francisca Guerrero para PULSO, el economista plantea como riesgo al alza el que “este proceso constitucional abre las puertas a que Chile siga siendo un líder en la región”.
Lo anterior en la medida que con la construcción de una nueva Carta Magna “Chile comience una nueva etapa, en la cual se mantengan los principales elementos que generaron el éxito chileno, en términos del crecimiento económico de las últimas décadas; pero que también esto se complemente con una agenda de cobertura social, con unas finanzas públicas más progresivas".
Respecto al abordaje de los temas sociales, Werner plantea que se debe apuntar a que “el proceso de crecimiento de la economía chilena sea dinámico pero más incluyente de lo que fue anteriormente”. De conseguir ese “equilibrio”, asegura que “tendríamos este escenario de riesgo positivo”.
Sin embargo, en la apuesta que hace Chile por la elaboración de una nueva constitución también se ven envueltos riesgos a la baja. Ese sería el caso si “el proceso constituyente al final del día se termina decantando por el establecimiento de una multiplicidad de políticas sociales sin el sustento macroeconómico”, sostiene Werner
Bajo ese escenario, el proceso movería “a Chile un poco hacia una economía donde los riesgos fiscales y financieros sean más elevados”, a partir de lo cual el país se alejaría de “ser el modelo de estabilidad y crecimiento”, lo que a su juicio generó tasas positivas de crecimiento.
Por otra parte, el FMI aseguro que en sus perspectivas que apuntan a una contracción de 6% este año y un repunte de 4,5% ya está incorporado el riesgo en torno al plebiscito constitucional. “El período que se abre post plebiscito puede ser un período donde los márgenes de incertidumbre gradualmente vayan reduciéndose”, afirma Werner.