(Especial desde Rawson) Si no hubiera corrido tanta historia en estas casi dos décadas de No Minería en Chubut, se podría decir que la presentación de Mariano Arcioni abre de par en par las puertas a la esperanza. Pero tantas veces la frustración terminó coronando los debates que quienes promueven el desarrollo minero aprendieron bien a sopesar distancias entre palabras y hechos.
El gobernador chubutense, dicen desde el sector minero, "como nunca nadie antes" se ha mostrado decidido partidario del desarrollo minero en Chubut. El zoom con toda la política provincial presente (ministros, legisladores e intentedentes), en un foro en el que los protagonistas de la vida pública y la minería privada esta vez han sido espectadores, es el ariete del prometido proyecto de ley guardado con siete llaves a la prensa.
En esta nueva liturgia de delicados equilibrios, ambiente y sociedad son las premisas. Y por eso ha sido el ministro de Ambiente, Eduardo Arzani, y no el de Hidrocarburos y Minas, Martín Cerdá, la voz cantante de una exposición en la que reiteradamente se hablo del agua. Arzani recientemente puso en marcha el mixto Consejo Provincial del Ambiente (COPRAM), una asignatura largamente pendiente, al que debería caberle un rol protagónico si se habilitara la minería.
El otro dato, que hoy no se puede esconder bajo la alfombra tan fácilmente, es que la postergada Meseta Central, que clama por el proyecto de plata Navidad, esta vez ha hecho escuchar como nunca antes sus demandas nacidas de la transversalidad de edades y sectores sociales. Es precisamente ese reclamo al que Arcioni y sus ministros, con el aval explícito del secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, han recordado ante el auditorio multisectorial.
El dato no es menor, ni para los pro ni para los anti minería. Ayer estos últimos, desde el micrófono de Radio Nacional de Esquel, un baluarte del movimiento No a la Mina, sacó al aire al ministro ambiental de la Nación, Juan Cabandié quién repitió lo que dijo en Mendoza hace 13 meses cuando el kirchnerismo desandó sus compromisos y se cargó la ley que había acompañado: "No habrá minería y mucho menos megaminería si la gente no quiere", sostuvo. Precisamente, ese es el quid: los postergados habitantes de Gan Gan, Gastre y otras comarcas de la Meseta la desean con fervor, cansados como están de atrasos y promesas incumplidas.
Si es cierto que el gobierno nacional es el más firme mentor de la inversión y el desarrollo minero en Chubut, es Alberto Fernández quien deberá poner la casa en orden en Buenos Aires y también desalentar traiciones y escondidas, para que el proyecto de desbloquear la actividad minera no sea mejicaneada nuevamente desde el interior del poder o el fuego amigo.
¿Cómo sigue esto? En los próximos días, el proyecto de Zonificación que debería dar cumplimiento al segundo artículo de la Ley 5001, tendrá que ingresar a la Legislatura, por lo menos por la Comisión de Recursos Naturales, para después de un par de sesiones bajar al recinto.
- Va a estar peleado
- No, muy peleado, decía ayer a Mining Press un periodista sabedor de mil batallas por este tema.
Por afuera del streaming, en calles y carreteras hubo expresivas de apoyo. Cómo las del cruce de las rutas 3 y 4, de UOCRA y otros sindicatos. O la caravana en Gastre que esta vez sustituyó a pancartas y barbijos a raíz de una treintena de contagios de Covid.
Tras sus aplausos y likes desde el ámbito minero, se siguen contando los inestables porotos de cara al sprint final. La votación de 27 legisladores en la casa de las leyes de Rawson no será fácil y revivirá escenas como las de 2014, donde a propósito de un proyecto de una iniciativa popular, la minería volvió a frustrarse.
Desde la mencionada ley 5001 de 2003, con la que José Luis Lizurume y su arco político contemporáneo se sacaron de encima el conflicto vecinal de Esquel con Meridian Gold y su proyecto El Desquite, mucha decepciones han pasado bajo el puente. Como en 2012 cuando Martín Bussi pretendió imponer un nuevo marco regulatorio de altísima participación estatal e imposición fiscal, que ni aún así sedujo a la diáspora de caciques justicialistas mientras sacaba a la calle a los ruidosos minafóbicos.
Si algo ha cambiado de un tiempo a esta parte en esta provincia patagónica es el color de su crisis económica y social. La que escaló en los los últimos cinco años, los últimos de vida de Mario Das Neves, (diez años de mandato en los que cerró las puertas o dio largas a la minería) y los recientes marcados por su aguda crisis fiscal. Chubut es otro paisaje, diferente al de los albores de la democracia cuándo Cerro Dragón producía a full, las pesqueras derramaban empleo y el aluminio aportaba lo suyo. Como en toda la Argentina, el empleo público era notablemente menor.
Arcioni, quien hace un par de años despriorizaba la opción minera, hoy entiende que habilitarla será un balón de oxígeno fundamental para números siempre en rojo. No sólo por lo que genere la mina de plata sino lo que movilizará en su construcción un buen volumen de empleo y compre provincial.
No está solo en su apuesta. El gobierno nacional, como lo dijo con absoluta contundencia Hensel, quiere lo mismo, en sintonía con lo que propugnaba el macrismo predecesor.
Vienen días durísimos. Fuego amigo o convicciones débiles no faltan en la previa y sobre voluntades y fidelidades dudosas muy probablemente la anti minería golpeará con fuerza, hasta con violencia, como ocurrió recientemente.
Como ocurre en otros conflictos y geografías, no hay una sola realidad ni idénticas miradas. Hay varias Chubut, la hambrienta de minería es una. Otra es la tribalidad urbana, en la que militantes y ciudadanos prefieren ver la paja ajena y no la viga en sus ojos. No se ha visto igual furor, por ejemplo, para denuciar la cloaca a cielo abierto de Trelew, que es la Laguna Chiquichano. La minería de altos estándares y controles, está acostumbrada a estas parcialidades.
"No nos van a llevar por delante un grupo de ruidosos" dijo Arcioni ayer (escuchar audio). Una vez más, la dirigencia chubutense tiene la palabra.
AUDIO ARCIONI EN EL ZOOM: "SOMOS PROVINCIA MINERA POR EXCELENCIA"