El mundo conmemora el 110° Día Internacional de la Mujer. Este año, el slogan elegido por la ONU es  “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, celebra los enormes esfuerzos realizados por mujeres y niñas de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y la recuperación ante la pandemia de Covid-19, y resalta las deficiencias que persisten.

Sampalione: En porcentajes, la participación femenina en el sector de la Argentina lidera la región

María Eugenia Sampalione, vicepresidenta 2ª de CAEM y coordinadora de la Comisión de Género e inclusión de CAEM disertó en el Encuentro Latinoamericano de Minería sobre  implementación lineamientos de equidad de género en el sector extractivo, compartiendo panel con Susana Martínez (Directora Corewoman)

Destacó que en Argentina el  9,8 % de los puestos laborales en el sector minero son ocupados por mujeres. Esto está en línea con lo que sucede en los países mineros: Por ejemplo, en nuestra región, en Perú ronda el 7%, en Chile el 8,5%. Y todavía queda camino por delante para llegar a cifras como las de  Australia (15%) y  Canadá (17%).

Sampalione destacó que este camino de inclusión se da en toda la sociedad, poniendo como ejemplo, que CAEM cuenta con dos vicepresidentas mujeres y tres dentro de su Comisión Directiva.

“Es fundamental que la inclusión forme parte de la agenda de la minería, y por eso, celebro que tengamos estas conversaciones. En términos de equidad no solo hace que las empresas tomen mejores decisiones y tengan diferentes puntos de vista, y eso enriquece cualquier práctica y las decisiones en consecuencia. Estamos viendo esta transformación cultural”.

“Las empresas tenemos que generar las condiciones para que la equidad no sea un ‘favor’ a las mujeres,  sino un compromiso para que cada persona pueda alcanzar su pleno potencial, respetando las diferencias”, expresó.

Indec: La desigualdad laboral en números

En una nueva conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió un informe que deja al descubierto los números de la desigualdad de género en Argentina.

En conmemoración del 110° Día Internacional de la Mujer, el INDEC presenta un nuevo dosier estadístico que visibiliza las características estructurales de las brechas de género en nuestro país y muestra parte de los efectos de la pandemia de la COVID-19 sobre las mujeres.

Con un descenso sostenido de la fecundidad, mayor sobrevida respecto a los varones y mayor presencia relativa en la población envejecida, las mujeres han tenido un rol preponderante en los cambios demográficos de las últimas décadas.

Gráficos: TN

Sin embargo, siguen existiendo brechas estructurales con respecto a los varones, y entre las propias mujeres, en temas como inserción laboral, reparto de tareas domésticas y de cuidado, niveles de ingreso o acceso a puestos jerárquicos.

A pesar de alcanzar, en promedio, mayores niveles educativos que los varones, las mujeres siguen mostrando una menor participación en el mercado laboral y, cuando lo hacen, son más propensas a situaciones de subocupación horaria y desocupación.

Tasa de empleo - Desigualdad de género - Indec

Esta menor participación se da en paralelo con una mayor presencia femenina en las actividades domésticas y de cuidado de niños y niñas al interior del hogar. En 2020, la pandemia de la COVID-19 tuvo un importante impacto socioeconómico, y los ingresos provenientes de los hogares se vieron afectados tanto en su nivel como en su composición. En el caso de las mujeres, la pandemia tuvo características singulares.

Dada la segregación horizontal en sectores vinculados a la salud y los cuidados, que fueron reconocidos y declarados como esenciales durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, las mujeres estuvieron muy expuestas a los efectos de la pandemia.

Asimismo, con una importante presencia de empleo informal e ingresos laborales más bajos, el servicio doméstico –la rama de ocupación con mayor índice de feminización en la Argentina– fue una de las actividades más impactadas por la crisis de la COVID-19. Además de los cambios en el empleo y los ingresos, la pandemia incidió en la división de las tareas al interior del hogar.

Los datos de desigualdad

Empleo: la participación laboral registra diferencias según la etapa del ciclo de vida por la que transitan las personas. En las edades centrales (30-64 años), mientras que ocho de cada diez varones participan en el mercado laboral, solo cinco de cada diez mujeres lo hacen. En los rangos etarios de 14 a 19, la proporción es de cuatro y tres de cada diez, respectivamente.

Desocupación y subocupación horaria: la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral no siempre supone mejores condiciones. De acuerdo con los datos del Indec, las mujeres están más expuestas a situaciones de desempleo y subocupación horaria. Mientras que la tasa de desocupación de las mujeres es del 13,1% y la de subocupación es de 14,2%, afectan al 10,6% y 12,8% de los valores, respectivamente.

Informalidad laboral: uno de los pocos indicadores que muestran valores similares entre ambos géneros es el de la informalidad laboral, con un 29,2% para las mujeres y un 28,3% para los varones. Se trata de una variable con alta incidencia en ambos casos.

Educación: una conclusión a la que arriba el Indec es que las mujeres trabajan en el mercado laboral menos tiempo promedio que los varones, con excepción de las que alcanzan mayores niveles educativos. Mientras que una de cada diez mujeres con nivel universitario (completo o incompleto) está subocupada, dos de cada diez mujeres que no completó el secundario está en esa condición.

Rubros con mayor empleabilidad: las mujeres se insertan principalmente en sectores vinculados al cuidado. Con una importante presencia de empleo informal e ingresos laborales más bajos, el servicio doméstico es la rama de ocupación con mayor índice de feminización en la Argentina. En el sector de la salud y los servicios sociales, siete de cada diez personas ocupadas son mujeres. Con mayor participación de las mujeres en el sector salud, por cada $100 que gana en promedio un varón, una mujer gana apenas $89.

Jerarquización del empleo: las mujeres acceden en menor medida que los varones a puestos de decisión y tienen ingresos inferiores. Solo el 4% de las mujeres que trabajan ocupa cargos de dirección o jefatura, mientras que entre los varones el porcentaje es del doble.

Ingresos: entre las personas ocupadas, por cada $100 que gana en promedio un varón, una mujer gana tan solo $79. Sin embargo, las mujeres con mayores niveles educativos presentan la menor brecha de género en el ingreso medio y crece en las ocupaciones no calificadas. Con similares niveles de informalidad laboral, el ingreso medio de las mujeres asalariadas sin descuento jubilatorio representa el 70% del de los varones. Así, mientras que un varón profesional gana en promedio $68.375, una mujer apenas $49.076; un técnico percibe ingresos promedio por $40.160 y una mujer por $36.140; un trabajador operativo $29.611 y una trabajadora, $23.227, y entre los no calificados la diferencia es de $22.593 a $14.614 respectivamente, detalló TN.

Tareas de cuidado: las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, y este es el principal obstáculo a su participación laboral plena. Mientras que cinco de cada diez varones realizan tareas del hogar, más de ocho de cada diez mujeres lo hacen.

AOMA: Trascendencia de la mujer en minería

Con motivo de conmemorarse el 8 de Marzo el “Día Internacional de la Mujer”, la Asociación Obrera Minera Argentina reflexionó sobre este importante acontecimiento que intenta poner en valor el importante rol que cumple la mujer en este siglo.

Desde la entidad gremial que reúne a trabajadoras y trabajadores mineros del país, se resaltó la “trascendencia histórica que significa para la industria minera la presencia del sexo femenino dentro de la estructura productiva” que posee esta actividad.

AOMA destacó que la labor de ellas con  “su impronta y dedicación resaltan las importantes capacidades que poseen de asimilación de tareas específicas que hasta hace un par de décadas eran consideradas sólo para hombres”. En la minería específicamente, se reconoció que “su presencia dignificó aún más a esta industria,  permitiendo que ellas se transformen en un factor de inclusión y fortalecimiento” de las instituciones que se desempeñan en la industria.

La incorporación de mano de obra femenina “si bien está distante de ser contundente y efectivamente real”,  traspasó lo estrictamente laboral. Hoy en los diferentes estratos de “nuestras estructuras sindicales las compañeras cumplen funciones como dirigentes, llegando, en algunos casos, a conformar la conducción nacional”, lo que significa “la contundente expresión y demostración de su lugar dentro del gremialismo sectorial”.

La presencia de la mujer dentro de la minería “no es una simple y banal expresión declarativa de nuestra asociación”, es sin duda una “permanente  acción de igualdad, derecho, desarrollo e integridad personal que esgrime con orgullo la clase trabajadora”. 

Se destacó desde el gremio de los mineros argentinos que “sabemos muy bien que falta mucho trabajo y existen más espacios para que las compañeras ocupen, pero, en el mientras tanto, trabajamos contundentemente para capacitar, promover e incorporar a nuevas trabajadoras dentro de la industria”. Quienes a la vez son “verdaderos ejemplos al no descuidar sus múltiples roles como madres, hijas, hermanas y sostén de familia”. 

Ante este Día Internacional de la Mujer que se conmemora, “anhelamos una efectiva incorporación de mujeres a las tareas operativas de esta industria. Concebimos que mayores oportunidades significa más integración”. Al mismo tiempo el gremio se reclamó que “debemos como sociedad cuidar y respaldar a la mujer con mayor conciencia y respeto hacia ellas. En una coyuntura donde aumentan los femicidios exigimos más acciones preventivas, con un mejor desempeño de la justicia”, bregando para que la consigna sea siempre “Vivas las queremos”.

Por último, desde AOMA, se convocó a los sectores empresarios para “hacer efectiva una mayor presencia de trabajadoras en todos los yacimientos del país y que, al hacer referencia a la verdadera presencia femenina en la industria, se realice con transparencia y fidelidad”, culminó.