La minería del Perú atraviesa por su mejor momento gracias al alza del precio del cobre, aunque la prédica nacionalista de Perú Libre genera ruido para los inversionistas
JUAN SALDARRIAGA
El COVID-19 ha afectado profundamente a todos los sectores productivos, pero también ha creado las condiciones para que algunos de ellos se recuperen y destaquen sobre los demás, como la minería, la actividad con más favorables expectativas en Perú y Chile.
Así lo señala el estudio Señales de la Minería, publicado por el Centro de Estudios del Cobre y la Minería – Cesco – y la consultora Vantaz Group.
El estudio refleja el pesimismo generalizado en Perú y Chile por el entorno político y social que viven ambos países, pero destaca la resiliencia mostrada por la minería, a entender de los profesionales mineros encuestados (168).
“A pesar de las expectativas pesimistas en relación al ecosistema (en particular con respecto al entorno social y regulatorio) las expectativas en relación a la industria minera son favorables, en particular para el precio del cobre y la inversión”, señala Daniela Desormaux, responsable del estudio.
El precio del cobre, en efecto, se ha incrementado cerca de 50% en los últimos dos años, y según algunos analistas tiene combustible para crecer 66% más al 2025.
Mientras que las inversiones en dicho metal representan la mayor tajada de los portafolios mineros de Perú y Chile, estimados en US$ 56 mil millones y US$ 74 mil millones, respectivamente, según apunta Juan Cariamo, CEO de Vantaz Group.
En este escenario favorable para los dos países, las mejores expectativas están con el Perú, señala el estudio de Cesco y Vantaz.
Así lo refleja el Subíndice Industria Minera, que recoge las expectativas con relación a la demanda, precio, producción, empleo e inversión en minería, particularmente, de cobre.
En dicho tópico el Perú registra una puntuación de 61,4 en el corto plazo y 84,3 en el largo plazo (más de 12 meses), mientras que Chile obtiene 60,6 y 72,3, respectivamente, sobre un total de 100, donde 50 refleja optimismo y menos de 50 pesimismo.
Algo similar ocurre en el apartado de Situación Económica, donde Perú también supera a Chile, si bien ligeramente.
Sin embargo, pierde abrumadoramente en el tópico de Entorno Regulatorio, con 0% respuestas favorables y 71% desfavorables (versus 5% y 39% para Chile).
Y empata, finalmente, en Situación Social, con 88% de respuestas negativas, versus 86% para Chile.
De acuerdo a Luis Rivera, CEO de Gold Fields para Sudamérica, estos dos últimos resultados capturan la tendencia que se viene registrando en el Perú desde hace varios años y que tiene que ver con la crisis política y la ausencia de políticas públicas que impiden llevar los beneficios que genera la minería a la población más necesitada.
“En ese sentido, el estudio muestra lo que se vio en las elecciones recientes y que se refleja en un voto de protesta y de bronca”, advierte.
Añade que si la encuesta se hubiera realizado luego de las elecciones presidenciales y no antes (se cerró el 5 de abril), los resultados negativos serían más agudos. Chile, sin embargo, no está demasiado mejor.
El estudio de Cesco y Vantaz muestra la resiliencia de la minería del país sureño, pero también la incertidumbre generada por la propagación del COVID-19 (“que no está para nada controlado”) y el proceso constituyente, apunta Desormaux.
Hermann González, ex jefe de la oficina de macroeconomía del ministerio de Finanzas de Chile, lo explica en los siguientes términos:
“En Chile tenemos un debate político constitucional que genera incertidumbre, ruido y riesgo de las reglas de juego. No sabemos cómo será las reglas que van a primar (con la nueva Constitución) en una industria (la minería) que requiere tener certeza en horizontes largos de tiempo”.
A ello se añade la discusión por un nuevo royalty minero y nuevos impuestos que “serían nocivos para el sector”, en un momento en que pierde competitividad y participación global, añade González.
Rivera es mas optimista. En su opinión, la crisis socio-política en Perú va a acarrear una detención de las inversiones en el corto plazo, más no así en el medio y largo, debido a la resiliencia de la Constitución política peruana, que tiene muchos candados que dificultarán las amenazas de expropiación, en una eventual victoria de Perú Libre,
“Desde el punto de vista del empresario, creemos que el país sigue siendo fuerte y teniendo una institución sólida. Creo que podemos seguir invirtiendo en el Perú, y eso lo digo a nombre de mi empresa (Gold Fields) y otros pares de la industria”, apunta.
El estudio Señales de la Minería fue realizado sobre una muestra de 168 profesionales mineros de Perú, Chile, China y otros países, los cuales fueron encuestados antes del 5 de abril.