La filial local de la energética italiana Enel Green Power ha compartido sus planes y desarrollos en Chile, país que define como “campo de pruebas de la transición energética”
PILAR SÁNCHEZ MOLINA
Enel ha anunciado que lleva casi tres años desarrollando la primera central de hidrógeno verde de América Latina en la región de Magallanes, en la Patagonia. Está equipada con una turbina eólica de 3,4 MW y un electrolizador de 1,25 MW.
Para ello cuenta con la colaboración de Andes Mining & Energy (AME) y otras empresas internacionales (como Siemens, ENAP y Porsche). La planta entrará en funcionamiento en 2022. Chile ha puesto en marcha una estrategia nacional del hidrógeno verde que pretende instalar unos 25 GW de esta tecnología para 2030 y quiere, además, que sea el más barato del planeta para esa fecha.
La compañía también está desarrollando una estrategia de cara al almacenamiento de energía y afirma que “en los próximos años se traducirá en un total de aproximadamente 1,2 GW de baterías”, pero no explica más detalles.
Al mismo tiempo, Enel en Chile ha cerrado dos centrales de carbón –Tarapacá en 2019 y Bocamina I en 2020– tres años antes de lo previsto. La tercera, Bocamina II, se cerrará en mayo de 2022, 18 años antes de lo previsto. Con ello, Enel se convertirá en la primera empresa de Chile en dejar el carbón.
En cuanto a electrificación rural, hasta ahora, casi 300 hogares sin acceso a la energía se han beneficiado de la electrificación en zonas rurales, de los más de 500 que están previstos para 2023.
James Lee Stancampiano, Director de Generación Global de Energía en Argentina y Chile de Enel, afirma que la cartera de plantas activas de la empresa en Chile, con 7,2 GW de capacidad instalada, es amplia y diversificada. “Tenemos alrededor de 1,3 GW en construcción y para 2023 tendremos 2,4 GW en términos de proyectos renovables en operación. Más de 4.000 personas participan en la construcción de nuestras plantas en el país, generando energía a partir de cuatro tecnologías diferentes: solar, eólica, geotérmica e hidroeléctrica. No hay nada parecido en ningún otro país en el que estemos presentes”, explica.
En los últimos tres años, la compañía ha firmado más de 300 acuerdos de compra de energía (PPA) para la venta de más de 150 TWh de electricidad, de los cuales el 75% es energía renovable certificada. “En 2016 pusimos en marcha el primer esquema de certificación en Chile que garantiza a los clientes el suministro de electricidad obtenida al 100% de fuentes limpias”, explica Enel Green Power.
Stancampiano afirma que Chile siempre ha sido un importante campo de pruebas para Enel. “Aquí creamos nuestra primera planta solar industrial a gran escala (Diego de Almagro), instalamos el primer panel fotovoltaico bifacial, construimos la primera planta geotérmica de América Latina (Cerro Pabellón), realizamos nuestros primeros experimentos en el campo de la energía de las olas y, por primera vez, alimentamos un gran observatorio astronómico (La Silla) con energía limpia”.