GUSTAVO ARGAÑARAZ
El distrito patagónico es reconocido por su capacidad productiva en los hidrocarburos, pero pocos conocen su pasado y presente minero. A lo largo de su historia de actividad minera contó con los principales proyectos mineros del país, entre ellos YCRT y Cerro Vanguardia.
Este 7 de mayo, en la República Argentina se celebra el “Día Nacional de la Minería”, se recuerda el inicio del reordenamiento legal de la actividad. El 7 de mayo de 1813 época colonial- la Asamblea General Constituyente sancionaba la primera Ley de Fomento Minero.
El 7 de mayo de 1813 se sancionó la primera Ley de Fomento Minero. FOTO: ARCHIVO LA OPINIÓN AUSTRAL
En los últimos años, el Gobierno Nacional, en consonancia con las provincias, manifestaban la voluntad de revisar el Código Minero Argentino, con el claro objetivo de apuntalar el desarrollo y el crecimiento de la industria que cuenta con el potencial necesario para generar puestos de trabajo de calidad, bien remunerados; promover a las pymes de servicios y aportar divisas al país desde su rol exportador.
La provincia patagónica es conocida a nivel país por su capacidad gasífera y petrolera. Sin embargo, pocos saben de su historia minera que data de 1887, cuando fue descubierto el Yacimiento Carbonífero de Río Turbio fue uno de los emprendimientos mineros más importantes con que contó Argentina durante muchos años.
Pero los antecedentes mineros santacruceños no se detienen allí. En 1990 FOMICRUZ S.E -constituida en 1988 por la Ley provincial N° 2057- llamaba a Concurso Público Nº 1 para la selección de antecedentes y propuestas de inversión para la prospección, exploración con derecho a opción para la explotación del prospecto Cerro Vanguardia. Fue adjudicado a “Minera Mincorp S.A”, una sociedad anónima integrada por Minorco y Pérez Companc.
En 1992, Provincia abrió otro concurso público, en aquella ocasión por el área Norte y Este del emprendimiento metalífero. La mejor oferta correspondió a la misma sociedad anónima por el área Norte y el contrato de adjudicación se firmó a mediados del año 1993.
Desde 1998, Cerro Vanguardia ha producido oro y plata de forma ininterrumpida. FOTO: ARCHIVO LOA
Entre fines de 1993 y comienzos de 1994, se rubricó el convenio entre FOMICRUZ S.E. y Minera Mincorp S.A. por el cual quedan dentro de MINCRUZ UTE los 514 Km2 correspondientes a Cerro Vanguardia S.A.
En 1997, el entonces gobernador de Santa Cruz -Néstor Kirchner- visitaba la construcción del yacimiento que entraría en producción al año siguiente. El proyecto de oro y plata fue considerado aquel año como la principal mina de metales preciosos y de mayor vida útil del país.
Con el inicio de operaciones, Puerto San Julián se transformó en la “cuna de la minería moderna”, primera ciudad del país en transitar los nuevos desafíos que significó estar bajo la influencia del proyecto minero metalífero insignia de la minería santacruceña y del país. Luego se sumaron Perito Moreno; Gobernador Gregores; más tarde Puerto Deseado y Jaramillo y Fitz Roy.
La Ley Nº 2057/88 que creó la compañía Fomento de Desarrollo Minero Sociedad del Estado (Fomicruz S.E) propuso como objetivo llevar adelante la investigación; prospección; exploración; explotación e industrialización de minerales e hidrocarburos.
Desde su aparición, la estatal santacruceña ha cumplido el rol de empresa testigo de la actividad minera e hidrocarburos en la provincia. “Es referente y resguardo de las propiedades mineras pertenecientes a la provincia en un marco de igualdad con el resto de empresas mineras que tienen actividad dentro del ámbito provincial”, señala la carta de presentación.
El objetivo principal que le encomendó el Estado santacruceño a la compañía es la puesta en valor de los proyectos propios, tanto mineros como de hidrocarburos, obteniendo y agregando información técnica, para luego asociarse con el capital privado, para avanzar en el desarrollo y explotación, maximizando la participación de la provincia tanto en la renta económica como en la inserción social en las diferentes comunidades cercanas a los proyectos.
Desde el 2015, en una articulación con el Consejo Provincial de Educación, las operadoras y AOMA Santa Cruz, se avanzó en la implementación de las capacitaciones para mejorar el perfil laboral de los santacruceños otorgando la real posibilidad de formar parte de la industria.
Así, a inicios de este año se abrió la Escuela de Oficios Mineros en San Julián, mientras que Santa Cruz se prepara para lanzar al mercado la primera camada de geólogos surgidos desde las tecnicaturas dictadas en Puerto Deseado; Perito Moreno y San Julián.
La asociación estratégica entre el sector público y privado fue una temprana decisión acertada en Santa Cruz, con el transcurrir de los años marcó el horizonte del rumbo de la actividad metalífera.
En la actualidad, la minera estatal santacruceña es socia minoritaria en Cerro Vanguardia; Cerro Moro, y avanza en igual sentido con Newmont y Patagonia Gold.
Asimismo, el fortalecimiento de la agenda internacional de Fomicruz no ha sido en vano. Luego de participar cuatro años seguidos en PDAC con un stand propio, la ronda de negociaciones abrió el interés por el Macizo del Deseado entre los inversores. Sólo en el año de la pandemia, la provincia patagónica es uno de los mejores destinos para la exploración.
Los pronósticos que hoy enfrenta la provincia patagónica son alentadores, el desafío en el mediano y largo plazo en Santa Cruz es continuar con el eje puesto en la práctica de una minería amigable con el medio ambiente y las comunidades, además de ser generadora del progreso de las comunidades.
La minería metalífera integra de forma definitiva la agenda pública de Santa Cruz. La decisión muestra resultados positivos en la asociación estratégica entre el sector Público- Privado- Comunidades.
En 2020, a pesar de los grandes desafíos, el distrito patagónico produjo 728 mil onzas de oro y plata. La performance superó el 70% de la producción pre pandemia. Un resultado prometedor.
Además, la “industria madre” trabaja entre el 80 y el 100% de su capacidad operativa instalada. Significa que los Protocolos de Bioseguridad funcionaron ante la inversión empresarial, el control estatal y el respeto de los trabajadores.
Las exportaciones mineras de Argentina fueron US$ 235 millones en octubre 2020, según el informe publicado en diciembre pasado.
Se trató del mayor registro en lo que va del año, duramente impactado por la presencia del coronavirus. De hecho, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) dio cuenta que la productividad de la industria madre se mantuvo alrededor de 60 y el 70% de su capacidad.
“La comparativa interanual observó una caída de 21% frente a octubre de 2019 y de 22% en lo que va del año. Entre enero y octubre las ventas al exterior acumularon US$ 2.038 millones”, aseguró el “Informe Productivo”.
La Ley Nº 2057/88 que creó la compañía Fomento de Desarrollo Minero Sociedad del Estado (Fomicruz S.E) propuso como objetivo llevar adelante la investigación; prospección; exploración; explotación e industrialización de minerales e hidrocarburos.
La asociación estratégica entre el sector público y privado fue una temprana decisión acertada en Santa Cruz, con el transcurrir de los años marcó el horizonte del rumbo de la actividad metalífera.
En la actualidad, la minera estatal santacruceña es socia minoritaria en Cerro Vanguardia; Cerro Moro, y avanza en igual sentido con Newmont y Patagonia Gold.
María Eugenia Sampalione*
Desde el análisis inicial de una muestra del suelo hasta las investigaciones específicas y desarrollos tecnológicos que posibilitan la proyección de un yacimiento, la minería tiene un rol fundacional y atraviesa a todas las actividades productivas. Pero es allí, en el campo, desde donde trabajadores y trabajadoras especializados en una amplia variedad de tareas, finalmente pondrán en valor a los recursos minerales, dando el puntapié inicial para infinidades de otras industrias posibles. En ese camino de crear valor y mejorar vidas, orienta su misión la empresa de la que formo parte, que este año cumple 100 años de su fundación.
La experiencia, sumada a un portfolio de primer nivel en activos, proyectos y talentos humanos, la posicionan a nivel global como la empresa líder en la producción de oro. En el país, Newmont desembarcó en 2019 en la mina Cerro Negro, en la provincia de Santa Cruz, que hoy se catapulta como una de las diez operaciones más productivas del mundo. Pero sobre todas las cosas, en toda su historia, lo que destaca a mi empresa en el ámbito minero internacional son sus valores, que guían todos sus procesos: seguridad, integridad, sostenibilidad, inclusión y responsabilidad.
Cada uno de los valores que pregonamos en Newmont tiene objetivos específicos, aunque en conjunto apuntan a un objetivo primordial que es el desarrollo y el resguardo de todas las personas que se vinculan al proceso productivo minero. El contexto pandémico no hizo más que evidenciarlo.
No hay actividad productiva que directa o indirectamente no se vea afectada por el freno de emergencia forzado por el Covid-19. Incluso los sectores que fueron declarados como “esenciales” en el inicio de la cuarentena, como sucedió en minería, debieron adaptar sus procesos a las condiciones operativas y logísticas impuestas por la pandemia, y ceñir al nuevo contexto los costos productivos.
Por su parte, mi empresa creó un fondo global que se centra en tres áreas: salud de los empleados y la comunidad, seguridad alimentaria y resiliencia económica local para proporcionar recursos dedicados a las comunidades y contribuir a los esfuerzos de la provincia de Santa Cruz para responder a la pandemia.
Cerro Negro, por caso, cuenta con el equipamiento necesario para la atención de la pandemia. Se contrataron adicionalmente tres médicos y dos enfermeros destinados a la atención y coordinación de pacientes aislados por Covid-19 en sitio y dos profesionales que asisten a los aislados de manera virtual, y se montó un laboratorio en sitio para hisopados, con dos bioquímicos en turno de 14x14 cada uno. También, se sumaron tres ambulancias de alta complejidad equipadas con lo necesario en caso de traslados a centros de salud de la provincia en Las Heras o en Caleta Olivia.
En el marco de los protocolos que se diseñaron específicamente para la actividad minera, desde el reinicio de las operaciones en el mes de abril de 2020 a la fecha, se realizaron más de 24.000 testeos en origen y en sitio, más de 12.000 test PCR en el laboratorio en sitio, y se llevó a cabo un plan proactivo de detección en todas las instancias previas al ingreso a la mina.
El contexto de pandemia obligó a la actividad minera a adaptarse. FOTO: ARCHIVO LOA
Sin dudas el contexto obligó a adaptarse, pero fue fundamental para poder dar respuesta a este desafío global que, tanto en la minería en general como en Newmont en particular, tengamos como base de nuestro desarrollo altísimos parámetros de gestión de la seguridad y de la salud de las personas.
Del mismo modo, la inclusión constituye uno de los pilares fundacionales de mi compañía y es visible en los hechos. De acuerdo al último informe realizado en febrero de este año, un 9,25% de nuestros empleados son mujeres (en total, son 129), que en un 17% (es decir, 21) ocupamos roles de liderazgo en los equipos de trabajo.
Desde comienzos del 2020, en Cerro Negro participamos activamente del programa global de la compañía denominado “Bussiness Resource Group” o BRG por sus siglas en inglés. Dicho programa tiene por objetivo conformar un grupo voluntario de trabajo local, con un interés común y dedicado a fomentar un ambiente de trabajo diverso e inclusivo, trabajando en la identificación y plan de acción en temáticas de interés común para su estrategia de inclusión y diversidad.
En línea a las iniciativas de paridad de género, en Newmont ratificamos nuestro compromiso adhiriendo a la Iniciativa de Paridad de Género (IPG Argentina), que cuenta con el apoyo del BID y es liderada por el Gobierno Nacional y el sector privado, y somos socio fundadores y miembros del Comité Ejecutivo de Women in Mining (WIM), capítulo argentino de WIM Internacional, que busca promover a la mujer como una de las principales fuerzas de desarrollo en la minería de la nueva década.
Tanto a nivel internacional como local, la mirada y el accionar de mi empresa en las temáticas relativas a la sustentabilidad y la creación de valor son su sello distintivo.
Por un lado, cerca del 40% de la energía que se utiliza en Cerro Negro para la producción proviene de fuentes renovables, lo que supera con creces las pautas que marca la normativa nacional -Ley 27.424- que fomenta el uso de energías alternativas a las de origen fósil y promueve el desarrollo productivo sustentable
Por otra parte, existe una fuerte responsabilidad abocada al desarrollo de las comunidades en las que operamos, priorizando el empleo local, la cadena de valor local, la diversificación económica y la inclusión social. En 2020, los bienes y servicios requeridos para el desempeño de la actividad productiva en Cerro Negro fueron provistos en un 93% por empresas nacionales, entre las que se enlistan en su mayoría proveedores locales y regionales.
Así las cosas, y a pesar de las enormes dificultades que trajo el Covid-19, en Cerro Negro logramos sostenernos como la principal exportadora de oro del país, con un promedio anual de exportaciones de USD 600 millones, lo que implica una contribución para el país en concepto de retenciones estimada en USD 42 millones anuales.
Del mismo modo, no sólo pudimos mantener el empleo e incrementar por encima de los niveles de la inflación los salarios de todos los trabajadores, sino que también aumentamos el personal local en Santa Cruz a partir de la firma de convenios pensados para poder reemplazar a los residentes de otras provincias que no podían viajar o ingresar a los campamentos.
Por todo esto, nuestro compromiso con el desarrollo en Cerro Negro es garantía de crecimiento para todas las personas vinculadas directa e indirectamente, y para todas las comunidades aledañas que de alguna manera sienten su pertenencia. Mucho se ha dicho sobre la potencialidad de nuestro país en cuanto a recursos naturales y a la capacidad profesional de nuestros recursos humanos. Cerro Negro es una muestra de lo que el sector minero, focalizado en sostener y cuidar a quienes lo hacen posible, puede representar para las comunidades, la provincia y para el país.
