En la actualidad, se han alcanzado los mayores niveles de CO2 en la atmósfera desde la existencia del ser humano
"Minería y Cambio Climático" aborda los compromisos que debe asumir la minería para enfrentar la problemática del cambio climático, tanto a nivel de mitigación para reducir la participación que tiene en la generación de gases de efecto invernadero, como de adaptación para minimizar los riesgos que eventualmente podría presentar este fenómeno para la industria.
La minería en Chile enfrenta un escenario complejo y sin precedentes, producto del cambio climático y otras problemáticas ambientales. Esto impone importantes desafíos de mitigación y adaptación, sobre todo para la minería del cobre, debido a que, al ser un metal clave para el desarrollo de tecnologías limpias, su demanda experimentará un incremento a nivel global.
En la actualidad, se han alcanzado los mayores niveles de CO2 en la atmósfera desde la existencia del ser humano.
Las concentraciones promedio, que solían ser de 280 ppm (partes por millón) en la época preindustrial, alcanzaron un récord de 415 ppm en mayo de 2019 (National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), 2019).
Este aumento se debe principalmente a la actividad humana y es producido en su mayoría por la quema de combustibles fósiles (IPCC, 2013), cuyo origen se explica por los requerimientos energéticos de los avances tecnológicos ocurridos en las revoluciones industriales y luego se ha intensificado debido al aumento exponencial del consumo de bienes y servicios.
La presencia de estos gases en nuestra atmósfera no permite que el planeta pueda llevar a cabo su ciclo de enfriamiento natural, provocando aumentos de temperatura.
Este fenómeno, denominado “calentamiento global”, se ha transformado en uno de los principales desafíos para la humanidad debido a los efectos devastadores que puede llegar a tener en nuestro planeta. Para enfrentar el cambio climático se han definido dos líneas de acción: la mitigación1 y la adaptación.
La primera busca atacar las causas del problema a través de la reducción de las emisiones de GEI para limitar el aumento de temperatura, mientras que la segunda apunta a prepararnos mejor para las consecuencias inevitables que deberemos enfrentar.
Uno de los principales desafíos que enfrentamos para avanzar en la mitigación, es la transformación energética—que se basa en la utilización de Energías Renovables No Convencionales (ERNC)—y la electromovilidad. Ambas propuestas necesitan grandes cantidades de metales y minerales para poder materializarse, por lo que se proyecta un incremento importante de la demanda por materias primas a 2050 (Banco Mundial, 2019) y, en consecuencia, la minería jugará un rol importante en este escenario.
Dada la importancia de la actividad minera en este proceso de transformación energética, esta debiese prepararse para enfrentar los impactos negativos que tendrá el cambio climático en sus operaciones. Por lo tanto, la adaptación es fundamental si queremos tener la oferta de materiales que nos permita generar las tecnologías necesarias para limitar el calentamiento global.
Adicionalmente, visto que el cobre es un metal clave para el desarrollo de tecnologías limpias, es poco razonable mantener un sistema productivo minero que no se haga cargo de sus propias emisiones de GEI, lo que a su vez tiene un efecto en el cambio climático.
Es decir, lo lógico sería que las materias primas necesarias para la transformación energética sean extraídas de la forma más sustentable posible. Ante esta problemática surge el interés por llevar a cabo el presente estudio, el cual busca desarrollar, desde una perspectiva amplia, el tema de minería y cambio climático. Uno de los propósitos principales es proponer una ruta de transformación de la minería que apunte a la reducción de emisiones, tanto directas como indirectas.
Para esto, hemos considerado la opinión de diversos académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, con el objetivo de entregar una propuesta desde la academia.
El trabajo, fundado en un gran número de referencias, ofrece una mirada actualizada de estadísticas del sector, tendencias, vulnerabilidades frente al cambio climático y demandas proyectadas para distintos minerales.
Se proyecta, además, un crecimiento de la industria minera, lo cual aumentaría el consumo de electricidad en un 41,2% al 2029. Para ordenar la discusión, es importante destacar que las industrias son responsables de tres tipos de emisiones.
Como se aprecia en la figura 6, estas se pueden clasificar en emisiones de alcance 1 (directas), que en el caso de la minería corresponden a la quema de combustibles fósiles; emisiones de alcance 2 (indirectas), que son las que se generan en la producción de la electricidad que consume el sector; y emisiones de alcance 3, que consideran al resto de las emisiones indirectas, como las asociadas a los insumos, proveedores y de los procesos posteriores a que el cobre salga de la planta.
Con un diagnóstico claro, este estudio analiza las opciones concretas de las que la minería en Chile dispone para reducir sus emisiones directas e indirectas. La eficiencia energética, a diferencia de lo planteado usualmente, se presenta como una opción con gran potencial, mientras se generen los incentivos adecuados y haya mayor conocimiento respecto a su implementación.
Por otro lado, el documento abraza la oportunidad única de la energía solar en sus diversas formas, sin dejar de lado los aportes de otras energías renovables, la electromovilidad y el hidrógeno como portador energético.
Todo este análisis se realiza considerando los impactos que podría eventualmente tener el desarrollo de estas tecnologías a nivel local, donde se destaca el “dilema del litio” como una disyuntiva no resuelta entre huella de carbono y huella hídrica.
Por otra parte, se releva la necesidad de trabajar en forma acelerada en temas de adaptación, donde comparativamente se ha avanzado menos y los riesgos son crecientes, sobre todo para la minería, que es particularmente vulnerable al cambio climático. Con todos estos insumos, el documento culmina en forma propositiva describiendo estrategias de acción que abarcan la cultura sectorial, el horizonte temporal, las opciones tecnológicas y las política públicas requeridas.
Sin duda, este estudio es una generosa contribución y una invitación para que todos los actores, ya sea la academia, el sector privado, el sector público y/o la sociedad en general, sumen esfuerzos para enfrentar la transformación que requiere nuestra minería, y sector productivo en general, para cumplir con la meta de reducción de emisiones que Chile se comprometió a alcanzar con el Acuerdo de París.
Todo esto como parte de un esfuerzo colaborativo global para mantener el calentamiento global bajo 1,5ºC y así asegurar a nuestras futuras generaciones una calidad de vida razonable en nuestro planeta.
Beauchef Minería nace para ser un canal de comunicación al país de toda la actividad académica en torno a la industria minera que se lleva a cabo en los departamentos y centros de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.