NEILS CHRISTENSEN

Las presiones inflacionarias continúan aumentando, lo que ha llevado a las tasas de interés reales a un territorio negativo. Este entorno no ha beneficiado al oro, pero esto no cambia el valor a largo plazo del metal, según una firma de metales preciosos.

Analistas de Degussa Precious Metals explicaron que el desempeño mediocre del mercado se debe en parte a que los bancos centrales han convencido con éxito a los consumidores de que los precios más altos son solo temporales. 

Sin embargo, los analistas agregaron que tanto el oro como la plata continuarían beneficiándose de una política monetaria ultra acomodaticia.

"Dado que los actores del mercado se mantienen firmes en su fe en los bancos centrales, por el momento, el oro y la plata no ocupan un lugar más alto en la escala de valor de las personas, dijeron los analistas. Dicho esto, los inversores con un horizonte a largo plazo deberían consideran el precio actual del oro y la plata como una oportunidad muy atractiva para expandir su cartera de metales preciosos físicos", comentaron. 

La firma europea de metales preciosos dijo que existe un riesgo creciente de que los bancos centrales pierdan el control sobre las expectativas de inflación.

"Es muy probable que el acto de equilibrio de los bancos centrales ya no funcione en algún momento y probablemente dé lugar a un problema de inflación brutal: si tienen que elegir entre dejar que el sistema financiero y económico se arruine o imprimir dinero adicional, es muy probable que los bancos centrales opten por lo segundo en lugar de lo primero", explicaron los analistas.

Degussa también advirtió que los bancos centrales están siendo demasiado complacientes y optimistas de que las crecientes presiones inflacionarias se aliviarán significativamente. Señalaron que si bien las interrupciones de la oferta en el mercado están impulsando algo de inflación, también está siendo impulsada por el aumento significativo de la oferta monetaria como resultado de las políticas del banco central.

"Para empeorar las cosas, la percepción de las fuerzas inflacionarias no tiene fin. La verdad es que las economías están cargadas con niveles récord de deuda después de años de tasas de interés muy bajas", dijeron los analistas. 

"El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) estima que para fines del primer trimestre de 2021, la deuda mundial había alcanzado los 289 billones de dólares estadounidenses o el 360 por ciento del producto interno bruto mundial. En este contexto, es difícil ver cómo los bancos centrales podrían aumentar tipos de interés sin desencadenar la próxima grave crisis crediticia o financiera y económica", finalizaron los analistas de la consultora.