Los precios del oro subían mientras el dólar cedía desde un máximo de una semana, aunque las ganancias se mantenían acotadas después de que los comentarios inclinados al endurecimiento monetario de un funcionario clave de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos aumentaron las apuestas por una reducción del estímulo.
El oro al contado subía un 0,1% a US$1.813,14 la onza a las 11:43 GMT, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos ganaba un 0,2% a US$1.817,30.
El índice dólar cedía un 0,2% después de alcanzar un máximo de una semana a principios de la sesión, lo que hace que el oro sea menos costoso para otros tenedores de divisas.
Los precios del oro subieron más del 1% el miércoles, ayudados por datos de empleos de ADP más débiles de lo esperado en Estados Unidos.
Sin embargo, el lingote recortó la mayor parte de las ganancias después de los sólidos datos de actividad de la industria de servicios del país y los comentarios agresivos del vicepresidente de la FED, Richard Clarida, sobre las tasas de interés.
El analista independiente Ross Norman dijo que el estado de ánimo hacia el oro es mediocre, y que el mercado aparentemente no puede generar mucho impulso después de los comentarios de Clarida.
Las tasas de interés más altas aumentan el costo de oportunidad de tener oro que no devenga intereses.
Clarida también sugirió que el banco central podría comenzar a recortar su programa de compra de activos a finales de este año.
Entre otros metales, la plata ganaba 0,5% a US$25,47 por onza. El platino caía 0,5% a US$1.020,30 y el paladio subía un 0,4% a US$ 2.656,36.
La caída de máximos históricos
El precio del oro, que ronda hoy los 1.800 dólares por onza, ha bajado un 13 % desde el máximo histórico que marcó hace un año, un descenso que los analistas atribuyen a la caída del consumo en China y a las perspectivas sobre subidas de los tipos de interés, destacó EFE.
El metal dorado alcanzó un precio récord de 2.075 dólares por onza el 7 de agosto de 2020 animado por las dudas de los inversores sobre la recuperación económica, por la baja rentabilidad de la renta fija en ese momento y por la debilidad del dólar estadounidense, otro de los activos refugio en tiempos de incertidumbre.
El profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) Javier Santacruz considera que la posibilidad de que los bancos centrales empiecen a reducir las compras de deuda y se planteen ya una subida de los tipos de interés ha restado atractivo al oro durante este año.
“En estas situaciones de inflación tolerable y subidas de tipos de interés es cuando aparecen otros negocios (como la renta fija y la renta fija indexada a la inflación) que son más atractivos que el oro para los inversores”, apunta.
Coincide con este punto de vista Marta Raga, analista de Singular Bank, quien cree que la volatilidad del oro en los últimos meses se debe a “los posibles cambios que los bancos centrales puedan hacer hacia unas políticas monetarias algo menos expansivas”.
Para Ramón Morell, profesor de “trading” financiero en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), otra de las razones de la caída del precio del oro es la reducción del consumo de este metal precioso en China.
“En China se ha producido una reducción notable del consumo de oro, un recorte que ha superado el 18 %, unas 520 toneladas menos de las que se consumieron el año pasado”, afirma.
Sobre China también se ha pronunciado Santacruz. El profesor del IEB considera que la menor acumulación de oro por parte del banco central del país asiático puede haber influido en el precio de este activo.
“Desde hace diez años el banco central chino está acumulando grandes cantidades de oro. Sin embargo, en los últimos meses ha frenado sus compras, lo que puede haber influido en la bajada del precio de los últimos meses”, señala.
Según el profesor del IEB, la gran acumulación de oro de agosto de 2020, que elevó su precio a niveles récord, se debió a que los inversores temían un proceso de estanflación (situación en la que la economía de un país no crece pero suben los precios).
“En agosto de 2020 hubo un proceso de búsqueda masiva de valor refugio. Por eso el oro subió tanto. Más tarde, los inversores se dieron cuenta de que la inflación era tolerable”, explica.
Después del máximo de agosto de 2020, el oro bajó hasta los 1.676 dólares por onza en marzo de este año. Posteriormente, el metal se recuperó hasta llegar a los 1.908 dólares en junio del presente ejercicio.
Desde entonces, la onza de oro se ha situado muy próxima a los 1.800 dólares, un 13 % menos que en agosto de 2020.
En cuanto a las previsiones de precios, Morell cree que el oro volverá a llegar a los 2.000 dólares por onza a medio plazo, ya que el sector de la joyería prevé una demanda creciente en 2021.
“La joyería no es el único elemento que influye en el oro, pero es uno de los más importantes, y además es un sector internacional”, explica.
En la misma línea se expresa la experta de Singular Bank, quien cree que el oro seguirá siendo un activo importante y una buena alternativa a la hora de invertir, ya que reduce la volatilidad de las carteras.