Un proyecto de desarrollo de hidrocarburos en las Islas Malvinas enfrenta nuevos desafíos tras el anuncio de una de las empresas involucradas de que levantará todas las operaciones del Atlántico Sur.

Las autoridades de la FIG han expresado su preocupación por los informes de prensa sobre las compañías petroleras Harbour Energy y Rockhopper Exploration, según las cuales la primera tendría la intención de retirarse del proyecto de desarrollo de hidrocarburos Sea Lion en la cuenca norte de Malvinas, luego de una revisión de sus objetivos estratégicos.

La decisión de Harbour Energy sigue a la suspensión del trabajo previo al desarrollo en 2020 debido a las condiciones prevalecientes y al impacto de la pandemia COVID-19.

Harbour Energy se formó el pasado mes de abril mediante la fusión de Premier Oil y Chrysaor Holdings y en su balance de mitad de año al 30 de junio, que se ha dado a conocer esta semana, afirma que Sea Lion no encaja en su agenda estratégica y, por lo tanto, está buscando para deshacerse de él, así como de otras licencias petroleras que tiene en las Islas Malvinas.

No obstante, el Gobierno de las Islas Malvinas ha señalado que Rockhopper tiene la intención de seguir adelante con el desarrollo del proyecto Sea Lion.

"Esto representa un momento muy difícil para Rockhopper, pero también una gran oportunidad", dijo el director ejecutivo de Rockhopper, Sam Moody. "Si bien estamos decepcionados de que Harbour haya decidido no seguir adelante con Sea Lion, seguimos comprometidos con el desarrollo de este proyecto".

Rockhopper ha estado en conversaciones con la petrolera israelí Navitas Petroleum, que a principios de 2020 alcanzó un preacuerdo para hacerse con el 30% de Sea Lion. Este entendimiento se extendió posteriormente hasta finales de septiembre, se informó.

Navitas recibió recientemente una inyección de capital del orden de US$ 900 millones y se unió al proyecto de aguas profundas Shenandoah, en el Golfo de México, señaló Rockhopper.

Moody aprovechó para comentar que la participación de Navitas en el Golfo de México fue una buena señal, demostrando el apetito de las empresas independientes de exploración y producción de petróleo por invertir en proyectos de aguas profundas, y que existen fondos en el mercado de capitales para tal fin. "Esperamos trabajar con ellos en el desarrollo de Sea Lion", subrayó.

El proyecto Sea Lion, con recursos 2C auditados de forma independiente de más de 500 millones de barriles, fue descubierto en 2010 por Rockhopper, pero el inicio del desarrollo del proyecto se ha retrasado varias veces. 

En 2014, Premier Oil, ahora integrado en Harbour, y Rockhopper apuntaron al primer petróleo para 2019. Pero el desarrollo del campo aún tiene que llegar a una decisión de inversión final, varios años después.

Harbour Energy tiene una participación del 60 por ciento en el campo petrolero, mientras que Rockhopper posee el 40 por ciento restante.

Rockhopper dijo en un comunicado que ha mantenido la superficie de Sea Lion desde 2004 y continuará con el desarrollo de Sea Lion independientemente de la salida de Harbour Energy.

La compañía agregó que está en conversaciones con Navitas Petroleum sobre su posible entrada al proyecto Sea Lion tras la decisión de Harbour de no continuar. Rockhopper señala que Navitas y sus socios han recaudado recientemente financiamiento del proyecto por más de US$ 900 millones y han tomado la decisión final de inversión en el proyecto Shenandoah de 330 millones de barriles en aguas profundas en el Golfo de México de EE.UU.  

Los términos de términos previamente anunciados con Premier Oil y Navitas expirarán el 30 de septiembre de 2021 a menos que se extiendan por consentimiento mutuo antes de esa fecha. Si los términos de los términos vencen, Harbour tendrá un período inicial de 90 días para elegir cómo proceder con su salida.

Rockhopper seguirá siendo financiado, sin incluir las tarifas de licencia, los impuestos y los costos de cierre del proyecto, por Harbour durante ese período según los términos previamente anunciados.

La compañía ahora trabajará con Harbour y el Gobierno de las Islas Malvinas para asegurar una salida ordenada por Harbour de las Islas Malvinas.

“El reciente financiamiento de Navitas en su proyecto Shenandoah demuestra que el financiamiento sigue disponible para E&P independientes en los mercados internacionales para desarrollos petroleros costa afuera a gran escala y estamos ansiosos por trabajar con ellos para hacer progresar a Sea Lion”, agregó Moody.

En un comunicado separado, Harbour Energy dijo que también abandonaría sus participaciones en licencias de exploración en la Cuenca Ceará en Brasil y la Cuenca Burgos en México.

"Si bien el descubrimiento de Sea Lion tiene un potencial de recursos significativo, el desarrollo del proyecto no se considera un ajuste estratégico para Harbour. Por lo tanto, el grupo ha decidido explorar las opciones para salir del proyecto y sus otros intereses de licencia en las Islas Malvinas", Harbour fijado.

"Esto está en línea con la estrategia de exploración del grupo, que se enfoca principalmente en oportunidades de menor riesgo basadas en infraestructura en áreas con una presencia existente de producción portuaria", agregó la compañía.

IMPACTO EN LAS ACCIONES

Las acciones de Rockhopper Exploration (LON: RKH) se desplomaron luego de que Harbour Energy anunciara que no continuaría con el proyecto Sea Lion. 

El proyecto Sea Lion, con recursos 2C auditados de forma independiente de más de 500 millones de barriles, fue descubierto y evaluado por Rockhopper como operador.

Rockhopper dijo que planea continuar con el desarrollo de Sea Lion. Actualmente está en conversaciones con Navitas Petroleum sobre la posibilidad de ingresar al proyecto.

Las acciones de Rockhopper se han desplomado con la noticia, cayendo a un mínimo de 4,5 peniques. Actualmente cotizan a 5,6 peniques, un 34% menos que el cierre del miércoles.

Las acciones de Rockhopper Exploration se negocian en el mercado AIM de la bolsa de valores de Londres (el mercado de inversión alternativo), que es el submercado específicamente para empresas más pequeñas. Las acciones de AIM son atractivas para los inversores, ya que tienen ventajas fiscales y las empresas más pequeñas tienen el potencial de beneficiarse de un rápido crecimiento.