El CFO de Livent aseguró que la búsqueda de proveedores para romper la dependencia de China le abre mejores oportunidades a la Argentina de convertirse en actor importante del sector y extender su cadena de valor
IGNACIO ORTIZ
Gilberto Antoniazzi, CFO de Livent, afirmó que la industria del litio y de los vehículos eléctricos avanza hacia una regionalización de la provisión de los principales componentes para romper la extrema dependencia de China, lo que abrirá mejores oportunidades a la Argentina para convertirse en un actor importante del sector y extender su cadena de valor.
El directivo de la empresa estadounidense, en una entrevista con Télam durante su visita a Buenos Aires, analizó el desarrollo de la industria local y global del litio y de las operaciones de la minera en el Salar del Hombre Muerto, en la provincia de Catamarca, donde desarrolla una inversión de US$ 640 millones para duplicar su capacidad productiva.
”Hace 30 años que Livent está en el país produciendo litio para toda la gama que requieren celulares, neumáticos, polímeros, agroquímicos e industria automotriz, conocemos bien el salar, la calidad de producto que se puede obtener y desde entonces nuestra inversión en el país supera los US$1000 millones”, afirmó Antoniazzi.
La nueva inversión por unos US$ 640 millones, anunciada a mediados de año, le va permitir a la compañía “duplicar la capacidad de producción de las casi 20.000 tn actuales de carbonato de litio a 40.000 tn” con la finalización de la primera etapa para el primer trimestre de 2023 y la segunda etapa para el cuarto trimestre de ese mismo año.
El grueso de esa inversión para las operaciones que se desarrollan a 4.500 metros de altura se desplegará durante 2022, con un pico de puestos de trabajo de hasta 900 operarios de forma directa para poder cumplir con las etapas de producción del año siguiente.
”Este desempeño nos permitirá atender una demanda global creciente de litio de muy alta calidad para la revolución de los vehículos eléctricos. Se estima que, para 2025, aproximadamente el 15% de los vehículos vendidos van a ser eléctricos, y la demanda de carbonato de litio crecerá de las actuales 300.000 tn a 1,1 millón de tn, más de tres veces”, destacó Antoniazzi.
Para el directivo, “el requerimiento a nivel global existe para asegurar este tipo de inversiones y el gran desafío de la industria del litio es que los productores nuevos consigan producir con la calidad que se exige para un carbonato de litio e hidróxido de litio que requieren las baterías de las automotrices”.
Sobre las perspectivas que ese mercado global le abre a la Argentina como uno de los principales productores del mineral, el CFO de Livent explicó: “La pandemia trajo un aprendizaje muy grande a la economía mundial, principalmente de Estados Unidos y Europa, y es que la extrema dependencia de China no es saludable para las grandes economías”.
Gilberto Antoniazzi, CFO de Livent
Específicamente en el sector del litio y de las baterías, precisó, “el 85% del hidróxido se hace en China, cerca del 70% de las baterías y los cátodos también se producen en China” y el resto en unos pocos otros mercados, y la industria automotriz orientada a la electrificación tomó nota de esta situación.
”Los gobiernos americano y de Europa están muy enfocados en los últimos meses en asegurar la cadena del automóvil eléctrico en sus países y regiones. Desde la producción o conversión del litio y todos los minerales, hasta la producción del vehículo. Todo el ecosistema necesita regionalizarse”, aseveró el ejecutivo de nacionalidad brasileña al considerar que cuando esa etapa esté garantizada “se podrán sumar otros países”.
Es en ese contexto que se abre una expectativa de desarrollo de mediano y largo plazo para las economías latinoamericanas.
”La inversión para una industria de baterías requiere miles de millones de dólares, es una inversión muy intensa y tradicionalmente no está en países como Brasil y Argentina” de manera inmediata, afirmó el directivo, pero “es posible pensar que ocurra en unos 10 años en un proceso de regionalización”.
Sobre las condiciones de inversión y operación en la Argentina, en actividades de alta inversión como las del sector minero, Antoniazzi destacó que “en los últimos 30 años la empresa construyó una relación muy constructiva con los gobiernos y con las comunidades que están cerca del Salar, con el compromiso de contratar al menos el 70 % empleados y de empresas catamarqueñas”.
”El accionista de Livent tiene una percepción sobre el riesgo en la Argentina distinta que en Australia, por ejemplo, que es otro gran productor de litio, pero como cualquier país tiene sus desafíos y estamos reconfortados con invertir aquí y tenemos la confianza de tener un retorno de esa inversión sino no comprometeríamos cientos de millones”, afirmó.
Finalmente, Antoniazzi se refirió a la evolución de los precios internacionales para el denominado oro blanco, que será un producto de alta demanda también para la industria de las energías renovables y su poder de almacenamiento, en el marco de la transición energética.
”La referencia para muchos puede ser el spot price del litio en China que tiene relevancia para ese país, pero no en términos de lo que se consigue con clientes de Estados Unidos, Europa, Corea y Japón, que registraron oscilaciones de los 7 a los 25 dólares” por la afectación de la pandemia tanto a la demanda como a la producción, explicó.
En ese sentido, agregó que “los precios actuales de China reflejan un momento. No se va a permanecer en este nivel ni va a ser bueno para la industria que se mantenga a ese nivel porque se encarece” toda la cadena productiva con una situación que calificó como “anormal”.
Es por eso, que la referencia para la compañía son “los contratos de largo plazo con los clientes para dotar a los vehículos eléctricos de las baterías que requerirán por los próximos años para las cuales las grandes empresas como GM, Ford, Renault, VW o Tesla, no están comprando el día a día, sino que definen un precio a 5 u 8 años”.