La recaudación tributaria en el Perú ascendió a 139,952 millones de soles (US$ 35.251 millones) al cierre del año 2021, superando en más de 13,000 millones lo proyectado en el Marco Macroeconómico Multianual, según la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).
Con ese resultado, la recaudación del 2021 se incrementó en 44.4% respecto a lo registrado en el 2020 y de 19.2% con relación al 2019, superando ampliamente los niveles de recaudación previos a la pandemia.
Contribuyeron a este importante resultado las mayores recaudaciones provenientes de la actividad minera (+217%), seguida de la construcción (+39%), comercio (+34%) y manufactura (+29%). Todos estos sectores económicos también reportaron crecimientos significativos respecto del 2019.
PRESIÓN TRIBUTARÍA HABRÍA LLEGADO A S UTASA MÁS ALTA
“La recaudación del 2021 confirma la recuperación de la economía y el fortalecimiento institucional de la Sunat para garantizar la provisión de recursos al Estado”, remarcó el superintendente de esta entidad, Luis Enrique Vera.
Con el avance del ejercicio pasado, la presión tributaria del 2021 habría llegado a 16.1%, la tasa más alta de los últimos siete años, destacó la Sunat.
En ese sentido, la presión tributaria, que mide los ingresos fiscales como el porcentaje del PBI, se habría incrementado a 16.1% el 2021, es decir, 3.1 puntos porcentuales por encima de la registrada el 2020 (13%) y 1.7 puntos porcentuales de la del 2019 (14.4%).
Uno de los factores que explicaron este resultado, según el funcionario, fue la mejora de la actividad económica, con un PBI que habría crecido el año pasado 13.2%, de acuerdo con las proyecciones del Banco Central de Reserva.
Otro factor de importancia fue la mayor recaudación de tributos internos por el incremento de la demanda interna; el impulso externo, a través de los elevados precios internacionales de los metales, principalmente cobre; y la menor base de comparación del 2020.
TECNOLOGÍA Y GESTIÓN DE RIESGOS AYUDARON A LA SALUD FISCAL
El titular de la Sunat resaltó, asimismo, un conjunto de acciones realizadas por la Administración Aduanera y Tributaria que aportaron a este importante resultado para la salud fiscal del país.
En este caso, refirió el uso innovador de herramientas tecnológicas que han permitido a la entidad procesar con eficacia la información de los contribuyentes, mejorando los procesos de orientación, recaudación, fiscalización y resolución de impugnaciones.
También destacó la aplicación de la gestión de riesgos de incumplimientos tributarios siguiendo las mejores prácticas a nivel internacional.
“Otro factor clave fue la recuperación de más de 6,600 millones de soles de deuda tributaria, producto principalmente de acciones de control y cobranza llevadas a cabo por la Sunat”, manifestó.
¿Cómo y por qué el sector minero se recuperó en 2020-2021?
JORGE FALEN Y CHRISTIAN SILVA/EL COMERCIO
Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), las transferencias totales por canon y regalías mineras sumaron S/6.141 millones, la cifra más elevada en los últimos 18 años y que excede en un 63,7% al monto registrado durante el 2020 (S/3.749 millones).
La incertidumbre política y los cierres temporales de algunas operaciones mineras durante el 2021 no impidieron que los recursos que dejó esta actividad alcanzaran un pico histórico ese año.
Las mencionadas transferencias se sustentan en lo que generó el sector minero en 2020, beneficiado por los producción de ese año y el precio de los minerales, sostuvo Raúl Jacob, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Añade que el incremento de transferencias también se debe a las inversiones desarrolladas en el sector.
La última cifra alta en canon y regalías fue en 2012, sostuvo. En ese año, de acuerdo al MEF, las transferencias por ambos conceptos sumaron S/5.644 millones, aún menor a la cifra del 2021.
“Entre el 2012 y el año pasado se han desarrollado una cantidad de proyectos que, a pesar de que los precios del año pasado no han sido tan buenos como los que tuvimos en el 2012, tenemos mejores transferencias y eso se debe a que las inversiones en la minería se han seguido desarrollando”, explicó.
Tanto Jacob como Carlos Casas, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico (UP), estiman que las transferencias en el 2022 por estos recursos superarán la cifra del monto transferido en 2021. Ello se debe a que los precios de los minerales mostraron una mejora comparada al 2020, y a ello se suma el incremento en la producción minera en 2021 comparada con su año previo.
Según el Ministerio de Energía y Minas, el precio del cobre -principal mineral exportado en el país- en noviembre de 2021 se elevó el 38,3% comparado con el similar periodo de 2020.
No obstante, la inversión minera, proyectada en crecer 22,5% en 2021, de cuerdo al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), tendría un menor crecimiento este 2022, de 3,4%, y se estima una caída para 2023, de -16,9%.
Esta contracción proyectada se debe a que el ritmo de inversión en el sector se ha frenado con la inestabilidad política de los últimos años, sostiene Jacob, sumado a las paralizaciones en proyectos u operaciones mineras a raíz de los conflictos sociales.
“Dada la inestabilidad política, incluso previa al actual gobierno, ese ritmo se frenó. Los últimos dos grandes proyectos que hemos tenido fueron Mina Justa y Quellaveco. Mina Justa empezó a producir el año pasado, todavía sigue gastando dinero en la parte de inversión, pero no lo mismo que cuando se estaba construyendo. En el caso de Quellaveco, va a entrar en producción en la segunda parte del 2022. Por eso es que terminado Quellaveco, [...] lo que viene para los próximos años es una sequía de proyectos, que se anticipaba hace algún tiempo, debido a que las condiciones del país no permiten que las compañías puedan avanzar con los proyectos”, añadió.
TRANSFERENCIAS
El aumento de estas trasferencias por canon y regalías mineras benefició principalmente a los gobiernos subnacionales, conformados por los gobiernos regionales y las municipalidades. Estas últimas percibieron el 78% de estas contribuciones (S/ 4.766 millones), mientras que las regiones obtuvieron el 20% (S/1.215 millones). El 2% restante (S/159 millones) fue destinado al gobierno central.
Los mayores recursos por canon y regalías incrementaron el presupuesto de los gobiernos locales de 17 regiones; sin embargo, estos beneficiaron en mayor proporción a los municipios de Áncash, Arequipa, Tacna e Ica.
Sólo las provincias y distritos de las dos primeras regiones recibieron en conjunto casi la mitad de las transferencias de ambos rubros distribuidas a nivel distrital (S/2.286 millones), mientras que los gobiernos locales de las cuatro regiones concentraron el 67% (S/3.187 millones).
La repartición del aporte minero también evidencia cierto contraste a nivel de localidades. Una vez más, el distrito ancashino de San Marcos, donde opera Antamina, encabezó la lista de las comunas con más transferencias.
El 2021 recibió directamente S/318 millones por ambos recursos, casi el 7% del total a nivel de municipios. Este monto también representa casi 4 veces el presupuesto para obras que obtuvo el distrito limeño de San Isidro en ese mismo período. Le siguen en la lista los municipios de Yarabamba en Arequipa y Mariscal Nieto en Moquegua.
EJECUCIÓN
La adecuada ejecución de los fondos por parte de los municipios aún es una tarea pendiente. A nivel nacional, el 34% del Rubro 18 del presupuesto público -que engloba los aportes del canon, sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones de las actividades extractivas-, equivalente a S/3.736 millones, no pudo ser gastado en el 2021.
De acuerdo a Casas, a nivel general en los gobiernos locales, las capacidades que tienen para ejecutar los recursos es baja, debido a una alta rotación y limitada capacidad de personal, sumada a la inestabilidad política que pueda haber en las localidades.
“A nivel general, los funcionarios no tienen todas las capacidades y conocimientos para poder ejecutar la inversión, y la inestabilidad política que tienen. Por otro lado, cuando hay estos hipos donde crecen fuertemente los recursos, tampoco tienen el espacio para poder gastar todo”, apuntó.
Jacob agrega que otro problema es la calidad del gasto recibido por canon y regalías. “Los gobiernos locales de las zonas mineras tienen una ejecución [correspondiente a canon y regalías mineras] de alrededor del 53%. [...] Del dinero gastado, que es casi la mitad de lo que se genera, se ha gastado el 6% en salud; en saneamiento, 7%; y en educación, 9%. Entre los tres, 22% del total de los gastos. Se gasta más principalmente en dos rubros: planeamiento -estudios, investigaciones, entre otros- y en transporte”, expresa.
A ello se suman casos de corrupción, menciona José Vidal, presidente de la Cámara de Comercio de Áncash. “No existe en ninguno de ellos [gestiones] un Plan Integral de Desarrollo, tampoco hay una obra de impacto”, sostiene.
En dicha región, el canon se podría utilizar para la ejecución de infraestructura vial, así como para la construcción de hospitales y proyectos que fomenten el turismo, al igual que en la infraestructura de instituciones educativas, añade.
Cabe añadir que la pobreza en el distrito de San Marcos (Áncash), con una ejecución superior al 36% del Rubro 18, es del 25%. El distrito de Chavín de Huántar (Áncash), cuya ejecución fue del 44,9%, tiene un porcentaje de pobreza del 19%.
Asimismo, si se ve el Índice de Competitividad Regional del Instituto Peruano de Economía, la mencionada región se ubica en el último lugar en la ejecución de inversión pública. “Se puede ver que la inversión pública, en general, está un poco correlacionada con las brechas que tienen que ver con la pobreza”, indicó Casas de la UP.
“Hay poca correlación, a pesar de que Invierte.pe ha establecido la obligatoriedad de hacer planes multianuales de inversión, pero todavía falta que muchas municipalidades los realicen y también falta una mayor supervisión”, añadió.
Además, recordó que el concepto de canon y regalías solo puede ser utilizado para obras de infraestructura, siendo que existen municipalidades rurales en zonas mineras que solo pueden orientar la transferencia recibida a gastos de capital y no gastos corrientes, para mejorar la calidad de servicios que brindan.
“En estas municipalidades rurales, la calidad de los servicios es mala, debería también permitirse en algunos sitios que también que se utilice para para brindar los servicios a la población o darles otras fuentes de ingreso”, expresó.
Es por ello que la SNMPE, cuenta Jacob, trabaja en una propuesta: una lista de prioridades para utilizar el canon y las regalías mineras transferidas a las localidades, donde se tome en cuenta aspectos relacionados a salud o educación.
“En vez de priorizar la construcción de una plaza de toros para un determinado distrito, si es que no hay una cobertura adecuada de salud, o de saneamiento, o un colegio con las facilidades esenciales bien cubiertas, esa inversión no se puede desarrollar. [...] Muchísimo más importante es tener un buen sistema de salud de atención primaria, es tener un buen nivel de agua potable y saneamiento, y un colegio que tenga las facilidades”, acotó.