Repsol confirmó que no existió un nuevo derrame, tal como explicó elOrganismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA)

"Durante los trabajos que se realizaron ayer en la infraestructura ubicada a 18 metros bajo la superficie del mar se generó un afloramiento controlado de remanentes del derrame del pasado 15 de enero. Estos trabajos se realizan en base al procedimiento aprobado por la autoridad competente y son parte de las acciones de investigación sobre el siniestro". 

Agregó "Tal y como ha sido comunicado públicamente por Osinergmin, este afloramiento estaba contemplado, por lo que se habían instalado previamente las barreras de contención, elementos absorbentes y skimmer que ya se encontraban dispuestos en la zona como medida de seguridad (Comunicado de Osinergmin). De esta manera, se logró controlar el hidrocarburo".

Asimismo, el informe de Osinergmin señala: “Durante los trabajos de mantenimiento planificado del Terminal N°2 en base a procedimiento aprobado por la autoridad, se produce salida de producto remanente en la línea, el cual fue debidamente contenido en las barreras desplegadas de acuerdo a lo establecido en el procedimiento. Este reporte es con fines informativos. Era previsible y razonable que esto pudiera ocurrir y por ello se tenía listo todos los medios necesarios que garanticen la contención del producto y con todos los recursos necesarios en el área”.

"Finalmente, confirmamos que el Terminal Multiboyas 2 se encuentra inoperativo desde el pasado 15 de enero, por lo que se descarta que se trate de un nuevo derrame de petróleo", conluye el comunicado.

LA INFORMACIÓN DE OEFA

Esta mañana, a través de un comunicado, la institución indicó que inició un proceso de supervisión coordinando con Osinergmin la atención de dicho evento, para verificar  la responsabilidad de los hechos, el impacto generado y la implementación del plan de contingencia por parte de la empresa.

“Osinergmin informó que el derrame se habría producido el 25 de enero cuando se realizaban los trabajos previos al retiro del PLEM (Pipeline End Manifolds), que es un equipo de colección y distribución submarina que permiten el paso de hidrocarburos para la recepción o despacho”, se lee en el pronunciamiento de la institución.

Ya se ha iniciado la “supervisión ambiental para verificar la responsabilidad de los hechos, el impacto generado y la implementación del plan de contingencia por parte de la empresa”, según un comunicado emitido por el organismo de evaluación y supervisión ambiental (OEFA).

No se ha indicado la cantidad de petróleo derramado en esta ocasión sobre el Pacífico de Perú, uno de los mares más ricos y biodiversos del mundo según Naciones Unidas.

El derrame “se habría producido” el martes “cuando se realizaban trabajos previos al retiro” de un equipo de “colección y distribución submarina que permiten el paso de los hidrocarburos para la recepción o despacho”, según el OEFA.

El organismo añadió que “dicho retiro es necesario para determinar la causa” del primer derrame de alrededor 6.000 barriles de petróleo ocurrido el 15 de enero, horas después de una erupción de un volcán submarino cerca de Tonga.

La Marina de Guerra de Perú dijo en un comunicado que durante un vuelo de inspección “se logró apreciar una mancha oleosa en inmediaciones del terminal multiboyas” número dos de la refinería La Pampilla, administrada por Repsol. El terminal es una instalación ubicada mar adentro que permite recibir a barcos petroleros y trasladar insumos y combustibles mediante tuberías hacia la refinería que se encuentra en tierra.

La Marina indicó que tras preguntar a Repsol, la empresa les dijo que la mancha oleosa era petróleo que “se había filtrado a pesar de haberse realizado los trabajos para retirar el crudo, previamente a la ejecución de la inspección y reparación” en el equipo de colección y distribución submarina que permite el paso de los hidrocarburos para la recepción o despacho.

The Associated Press se comunicó con Repsol y solicitó comentarios sobre el nuevo vertido, pero no obtuvo una respuesta al momento.

El primer derrame sobre la costa del Pacífico peruano frente a la refinería La Pampilla, administrada por la española Repsol, empujó a una crisis económica a unos 1.500 pescadores artesanales que extraen recursos de un mar con más de 700 especies de peces y 800 de moluscos y crustáceos.

LA DEUDA CON PESCADORES Y COMERCIANTES

Insostenible. Así es como califica Aldo Salazar, vicepresidente del Sindicato de Pescadores del Puerto de Chancay, la contaminación del mar que ha traído como consecuencia diez días de paralización en sus labores de pesca. Tan solo en Chancay son más de dos mil familias de pescadores que están siendo afectadas. Ante la falta de recursos, ellos han optado por hacer una olla común y de esta manera cubrir su alimentación básica.

“Al no ser reconocidos, tenemos que tomar medidas radicales. Esta situación es insostenible. No podemos aguantar más. Ninguna entidad nos está reconociendo como afectados”, sostuvo.

Un equipo de La República recorrió las playas del norte chico para registrar el impacto del peor desastre ecológico en Lima y pudo comprobar que en Chancay la situación es crítica. Silva Chávez, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Puerto de Chancay, cuenta que 21 restaurantes han dejado de trabajar hace cinco días, lo cual representa pérdidas de 1.500 soles diarios por cada negocio, sin contar que más de 100 empleados ya no reciben ingresos.

Daño. La cantidad de muy-muy que se ve ahora en la orilla es inusual, y casi todos están muertos. Foto: John Reyes/La República

Es el caso de Francisco Solís (50), quien lleva 17 años pescando en el puerto de Chancay y con pena muestra las manchas negras de petróleo impregnadas en su red. “Aquí están las pruebas. Vivimos de cada día, sin seguro, pensión, ni jubilación. Vivimos de la pesca”, dice.

De no ser atendidos, advierten que tomarán la Panamericana Norte como protesta. Solicitan una indemnización inmediata.

Otro de los lugares contaminados es el río Chancay. Ahí se observa alrededor de 11 personas con herramientas y bolsas tratando de limpiar los residuos del derrame.

Una de las playas afectadas es Chacra y Mar, en Huaral. Los fines de semanas recibía hasta dos mil turistas, hoy luce desolada. La mayoría de restaurantes también cerró. Durante el recorrido, se pudo observar oleosidad en las orillas del mar y rastros de la limpieza realizada con maquinaria pesada en la arena.

Sernanp informó que en la playa Punta Salinas, en Huaral, se hallaron rastros de hidrocarburos en los islotes de Pescadores en la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras.

DEMANDA ANTE REPSOL

El gobernador regional de Lima, Ricardo Chavarría, dijo que empresas privadas que operan cerca del litoral se han sumado a las labores de limpieza. Es el caso de Cosco Shipping, el consorcio que construye el terminal portuario en Chancay. No obstante, ello no exime la responsabilidad de Repsol, es por ello que alistan una demanda.

“Vamos a pedir la indemnización. Nuestros procuradores alistan la demanda a Repsol. El daño es incalculable”, anotó.

Por otro lado, el alcalde provincial de Huaura, Hugo Echegaray, informó que se han detectado animales bañados de petróleo en las playas de Huacho. Si bien no se observa combustible a simple vista, la autoridad edil teme que el mar contenga componentes químicos.

“Estamos preparados para tomar acciones en caso hallemos vestigios del petróleo porque el impacto sería fuerte. Si a la pandemia le sumamos una intoxicación por consumo de pescados y mariscos, sería bastante delicado”, refirió.

REPSOL REFUERZA LA COLABORACIÓN CON LA SOCIEDAD CIVIL Y AUTORIDADES

Repsol está colaborando estrechamente con la sociedad civil y las autoridades peruanas para avanzar lo más rápidamente posible en la remediación de las áreas afectadas por el derrame de petróleo en el litoral peruano.

La compañía está en continuo contacto con las comunidades afectadas para comprender sus necesidades y darles el soporte que necesiten. En estos días, Repsol ha estado en constante comunicación con las autoridades locales de Ancón y Santa Rosa, así como con asociaciones de pescadores y comerciantes de las zonas afectadas. La empresa viene implementando iniciativas que permitan responder a sus necesidades inmediatas, a las que se sumarán otras propuestas de acuerdo a los requerimientos que contribuyan a llevar a cabo acuerdos de largo plazo.

Además, Repsol ha intensificado su colaboración con el Parque de las Leyendas, donde se están centralizando las labores de acogida y cuidado de los animales rescatados. La compañía cuenta con los servicios de AIUKÁ, organización especializada en el cuidado de animales, en coordinación con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR). Venimos realizando la entrega de alimentos para los animales y en los próximos días se suministrarán nuevos materiales para atender a la fauna como habitáculos, toallas, detergente, piscinas y guantes específicos para los cuidadores.

En las últimas horas se han mantenido nuevos encuentros con el Ministro de Energía y Minas y con el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para trasladar los avances que se han registrado en todos los ámbitos de actuación. Repsol envía diariamente información al Ministerio del Ambiente y al OEFA comunicando los progresos del cronograma presentado a las autoridades, que prevé la conclusión de las labores de limpieza a finales de febrero.

Mantenemos contacto con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) para sumar apoyos que permitan agilizar al máximo las tareas de limpieza a través de proveedores adicionales.

Progresos en la remediación

Contamos actualmente con más de 2,200 personas que participan en la limpieza del mar y el litoral peruano, además de 300 efectivos de las Fuerzas Armadas destinados a estas labores. Hoy se prevé la incorporación de 225 personas adicionales. Todo el personal está capacitado para las labores y cuenta con los Equipos de Protección Personal (EPPs) correspondiente.

Para las actividades de limpieza, Repsol dispone actualmente de 73 unidades de maquinaria pesada, 9 skimmers (equipos de limpieza marina), 27 embarcaciones mayores, 90 embarcaciones menores y 9 tanques flotantes. La empresa tiene instaladas en el mar barreras de contención que suman 4,440 metros entre las playas Cavero y Faro Chancay.

Repsol ha retirado en total 10,386 m3 de arena comprometida - entre la que ya se ha llevado a la Refinería La Pampilla y la que sigue acopiada en las playas - para ser tratada. Este material equivale a más de 2,000 contenedores.

Continuamos con las acciones de monitoreo constante por tierra, mar y aire para el control de los progresos de las actividades y la identificación de posibles nuevas zonas afectadas.

El compromiso de Repsol con las labores de limpieza es absoluto, así como el apoyo a la población y la atención a la fauna.