Anteriormente, Trump había lanzado una extraña diatriba en la que calificaba a los aerogeneradores como los mayores asesinos de pájaros, por lo que su postura sobre la energía eólica podría no haber sido una completa sorpresa.

Pero la energía eólica marina ha cerrado el círculo, con la administración Biden dispuesta a prestar todo su apoyo.

Hace dos semanas, el gobierno de Biden esbozó una serie de iniciativas de energía limpia, entre las que destacan los planes para realizar la mayor venta de arrendamientos de energía eólica marina de la historia de Estados Unidos y acelerar el despliegue de nuevas líneas eléctricas para transmitir electricidad renovable por todo el país.

La pieza central del anuncio es la venta prevista en febrero de seis arrendamientos comerciales en la bahía de Nueva York, entre Long Island y Nueva Jersey, que se prevé que generen hasta 7 GW de electricidad. Además, el Departamento de Energía va a poner en marcha la iniciativa "Building a Better Grid", que aprovechará los miles de millones de dólares de la ley de infraestructuras de un millón de dólares aprobada en noviembre para financiar nuevas líneas y mejoras de la red.

El anuncio está en consonancia con la promesa de Biden de adoptar un enfoque de "todo el gobierno" para luchar contra el calentamiento global y descarbonizar la red eléctrica de EE.UU. para 2035, y la Casa Blanca declaró que "sigue persiguiendo esta agenda de todas las maneras que sabemos".

INVERSIONES ALCANZARON LOS US$ 136.000 MILLONES

Según Maritime Professional, a finales de enero de 2022, había más de 45 proyectos de energía eólica marina en desarrollo en Estados Unidos, lo que representa 136.000 millones de dólares en gasto de capital y 4.400 millones de dólares de oportunidad de OPEX anual.

Maritime estima que 46 proyectos eólicos marinos instalarán 43 GW de capacidad en esta y la próxima década, con la previsión de que los proyectos entren en funcionamiento en esta y a principios de la próxima década.

La publicación afirma que 17,5 GW de capacidad de proyectos ya han obtenido compromisos de compra, mientras que están en marcha 16,5 GW de nuevas actividades federales de arrendamiento en alta mar en el noreste, el Atlántico Sur y California.

El Departamento de Energía de EE.UU. ha informado de que la cartera de proyectos de energía eólica marina de EE.UU. creció un 24% interanual en 2021, con 35.324 MW en diversas fases de desarrollo gracias a la caída de los precios de la energía eólica marina, la acción federal y los compromisos a nivel estatal. Esto es impresionante, teniendo en cuenta que se produjo en el punto álgido de la pandemia de Covid-19. En general, Estados Unidos instaló 17 GW de energía eólica en 2020, lo que eleva la capacidad total instalada a 122GW.

China es el líder mundial en energía eólica, con una capacidad instalada de 288 GW.

La caída de los costes es una de las principales razones de la rápida adopción de las energías limpias. El BNEF prevé que para 2030 el coste medio mundial de la energía (LCOE) de los parques eólicos marinos bajará un 41%. Otra gran ventaja: a diferencia de la eólica y la solar en tierra, las instalaciones marinas pueden construirse a gran escala para compensar directamente los cierres de las grandes centrales nucleares y de carbón.

Las principales empresas de energía eólica marina, con sede en Dinamarca, Ørsted A/S (OTCPK: DNNGY), la canadiense Northland Power (OTCPK: NPIFF) y, en menor medida, el principal fabricante danés de aerogeneradores marinos, Vestas Wind Systems (OCTPK: VWDRY), se han beneficiado claramente del auge de la energía marina.

Sin embargo, Vestas ha sufrido últimamente presiones, y sus acciones se desplomaron un 80% el año pasado, ya que la empresa sigue luchando contra los problemas de la cadena de suministro.

El mayor fabricante de aerogeneradores del mundo ha informado de unos ingresos preliminares para todo el año de 15.600 millones de euros (17.610 millones de dólares), en el extremo inferior de las previsiones anteriores de 15.500 millones de euros a 16.500 millones de euros, mientras que el EBIT antes de partidas especiales cayó un 38% hasta 461 millones de euros, lo que indica un margen EBIT del 3% frente a las previsiones del ~4%.

Para el año fiscal 2022, Vestas ha previsto unos ingresos de entre 15.000 y 16.500 millones de euros, por debajo del consenso de los analistas, y un margen EBIT antes de partidas especiales de entre el 0% y el 4%, lo que refleja el "mayor impacto de la inflación de los costes de las materias primas, los componentes de los aerogeneradores y los precios de la energía".