IRINA SLAV
Japón ha sugerido que podría intervenir y ayudar a Europa con el suministro de gas natural en caso de que se produzcan interrupciones en las entregas rusas en medio de la persistente crisis de Ucrania, según el ministro de Industria, Koichi Hagiuda.
El ministro se negó a comentar las informaciones que apuntan a que Estados Unidos se ha puesto en contacto con Japón para preguntarle si podría destinar parte de sus importaciones de GNL a Europa, pero dijo que "nos gustaría considerar cómo podemos contribuir a la comunidad internacional", señalando que Japón ha sido una "fuerza motriz" en el desarrollo del mercado internacional de GNL en los últimos años.
Japón es uno de los países con más recursos del mundo, pero también uno de los mayores consumidores de energía. Esto ha convertido al país en uno de los mayores importadores de productos energéticos. Japón es el mayor importador de GNL del mundo.
Debido a su dependencia de la energía importada, el ministro de Industria señaló que el gobierno se asegurará primero de que la demanda local está garantizada antes de compartir cualquier GNL con Europa en la hipotética situación de una interrupción del suministro ruso.
"Veremos si se puede hacer algo después de asegurar que la vida de la gente no se vea afectada", dijo Koichi Hagiuda.
Aunque la situación sigue siendo hipotética, las implicaciones para el suministro energético de Europa son, aunque también hipotéticamente, bastante sombrías.
A principios de este año, Estados Unidos se puso en contacto con Qatar, el mayor exportador de GNL del mundo, para preguntarle si podría desviar parte del suministro a Europa en caso de interrupción.
Pero, al parecer, Qatar tiene casi todos sus contratos reservados a largo plazo, el mismo tipo de contratos que la UE rechazó en favor de las compras de gas natural en el mercado al contado.
Estados Unidos tampoco puede ayudar con más GNL porque también tiene otros compradores en otras partes del mundo.
También está el problema de la limitada capacidad de importación de GNL en la propia Europa, lo que hace que el aumento de las importaciones de GNL sea bastante inútil si se necesita para sustituir hasta el 30% o el 40% del suministro de gas europeo, que actualmente procede de Rusia.