Los vaivenes en los mercados por la invasión rusa dejan un sinfín de oportunidades
DANIEL CABALLERO
La lógica invita a pensar que cuando hay una crisis, de cualquier tipo, los mercados se derrumban y los inversores entran en rojo. Sin embargo, esta idea no se cumple para todos. Hay quienes se creen más listos que el mercado... y acaban ganando.
Personas -e incluso máquinas a veces- que saben aprovechar las señales que mandan los activos financieros y hacen dinero, si no fortuna, al calor de las tragedias.
La guerra en Ucrania derivada de la invasión rusa hundió las Bolsas la semana pasada; disparó el gas y el petróleo; hizo polvo las criptomonedas... Cada activo reaccionó al alza o a la baja, pero todos coincidiendo en algo: lo hicieron de manera exagerada. Y todo para corregir o recuperar al día siguiente y empezar un ‘rally’.
Esta situación de enorme volatilidad por un acontecimiento como una guerra es lo que aprovechan los ‘traders’, inversores que habitualmente operan en los mercados en periodos muy cortos de tiempo como un día o apenas unas horas. Asumen más riesgos por las operaciones que realizan y cuando las realizan, pero el premio les merece la pena.
Borja Muñoz, ‘trader’ y formador en inversión, explica que ha logrado rentabilidades muy abultadas en cuestión de pocos días. "Desde el referéndum del Brexit, allá por 2016, no había ganado tanto dinero en una semana. Además hoy tengo mayor experiencia y capacidad de apalancamiento (endeudamiento para invertir)", relata.
"He operado tanto en largo como en corto sobre los futuros del Dax alemán y el Nasdaq 100 (EE.UU.). Pese al conflicto, mi mejor operación ha sido en largo, una compra este pasado jueves en el Nasdaq de la que todavía mantengo una pequeña posición", explica.
Cuando habla de ‘largo’ y ‘corto’ se refiere a que en el primer caso invierte esperando que un valor va a subir, y en el segundo caso lo hace apostando a que sufrirá una bajada. Y en esta crisis, como en otras, algunos activos se han disparado (el gas) y otros se han hundido (la banca europea).
En su caso opera con futuros, que son contratos entre dos partes que se comprometen a, en una fecha futura establecida y a un precio determinado, intercambiar un activo, llamado activo subyacente. Por ejemplo, los futuros del petróleo, intentando beneficiarse ahora de las expectativas y de cómo estarán sus precios en unos meses; esto permite a los productores de petróleo en este caso vender su materia prima asegurándose un precio hoy que será distinto al que tenga en una fecha futura.
Los futuros, además, le permiten invertir con menor capital. En su caso utiliza 50.000 euros, pero puede estar expuesto al doble, por ejemplo. Eso se lo conoce como estar apalancado. Y haberse creído más listo que el mercado le ha salido rentable: "Esta semana pasada he obtenido unas plusvalías cercanas al 40%".
GANAR CON LAS DIVISAS
Félix Fuertes es otro ‘trader’ que también se dedica a enseñar las claves de la inversión. En su caso ha operado en divisas (euro/dólar, pares con el yen japonés...), y también con materias primas como el oro y la plata. En el caso del petróleo, por su parte, se mantiene expectante, con vaivenes de en torno al 10% en según qué jornada.
"Cada operación se nos cumple en el mismo día, cuando antes había que esperar dos o tres días. Hemos ganado más dinero porque hemos hecho operaciones mucho más rápidas", relata.
Su rentabilidad mensual suele estar entre un 3% y un 6%. Pues bien, ahora con la guerra en Ucrania, entre el pasado jueves y el viernes hizo un 10,3%. Eso equivale a una quinta parte de lo que suele ganar en todo un año. "Estamos en un momento muy interesante", añade.
"Todo el paradigma que teníamos previsto arranca ahora de nuevo en un escenario de gráficos y análisis que tenemos que rehacer, con otros puntos de soporte, de resistencia, de volumen. Y cambian los objetivos de beneficio con los activos que tenemos comprados", dice Fuertes.
Estos inversores se mueven como pez en el agua en la volatilidad de estos días. "Cuando hay tanta incertidumbre, porque tampoco se sabe cómo van a reaccionar los Estados ante la invasión, los mercados reaccionan de manera muy volátil a nivel intradiario en lugar de semanal", explica Fuertes.
Muñoz, por su parte, llega a celebrar tanta volatilidad, incluso aunque se trate a causa de una invasión. ¿Cómo se siente? "Sin temor, sin dolor y sin culpa. Como ciudadano imploro para que la diplomacia venza sobre cualquier conflicto bélico, pero de acontecer, mi trabajo como ‘trader’ es aprovechar las ventajas que se producen. Esté yo o no esté, el mercado fluctuará de igual manera", concluye.