La UNCTAD analiza el impacto de la guerra en Ucrania y pide al FMI y G20 que reestructuren deudas y suspendan intereses por dos años a países en crisis. El escenario de la energía ya no tiene pronóstico.
ANAHÍ ABELEDO
Un llamado al G20 y al FMI para que suspendan por dos años los recargos por intereses de las deudas de los países en crisis y reestructurarlas, es una de las medidas que la UNCTAD considera urgentes para paliar el fuerte impacto de la invasión de Rusia en Ucrania que pone al mundo al borde de una crisis de deuda global. El organismo acaba de publicar estas recomendaciones en su primer Brief sobre el "Impacto de la Guerra en Ucrania en Alimentos; Energía y Sistema Financiero". La crisis energética ha echado por tierra todas las proyecciones y el futuro es impredecible ya que puede avanzarse hacia dos escenarios posibles, totalmente antagónicos entre sí, que hoy por hoy tienen las mismas chances de imponerse.
En el área de los alimentos, las subidas de precios podrían agravarse cuando los países productores de bajos ingresos se queden sin suministro de insumos agrícolas.
La importante contribución de Ucrania al suministro de alimentos y energía ha impactado a nivel regional y global
La congestión portuaria y el aumento de precios, no solo por aumento de los combustibles sino también por cuestiones de seguridad debido a la guerra, es también otro factor que incide en el precio final de los productos, cuya suba no puede predecirse.
La importante contribución de Ucrania al suministro de alimentos y energía ha impactado a nivel regional y global -en su abastecimiento y precios- en los dos meses que van desde que sufrió el comienzo de la feroz invasión de Rusia. Las perturbaciones actuales se sentirán por lo menos hasta 2023.
Aumento del precio de los alimentos --- Rusia y Bielorrusia + de 20% de exp. fertilizantes mundiales
Los desafíos están ligados entonces a la producción y exportación para abaratar las facturas de importación de estos productos, que están en niveles record y seguirán subiendo. Se trata de consecuencias de largo alcance que impactan fuertemente en las personas y países más pobres pero que, además, modifican las proyecciones que había hasta hace un par de meses sobre la transición energética y amenazan con una crisis financiera mundial.
EL SISTEMA FINANCIERO AL BORDE DE UNA CRISIS DE DEUDA GLOBAL
La UNCTAD asegura que "Estamos al borde de una crisis de deuda global. Incluso antes del comienzo de esta crisis en desarrollo los países gastaron en promedio el 16% de sus ingresos de exportación en el servicio de su deuda; obligaciones, y los pequeños Estados insulares en desarrollo gastan más del doble de esta cifra".
En comparación, después de que las potencias aliadas reestructuraran la deuda de Alemania en 1953, la deuda y los pagos por servicios nunca superaron el 3,4 % de los ingresos de exportación en ningún año.
Servicio de la deuda externa como porcentaje de las exportaciones, países en desarrollo por ingresos
Los rendimientos de los bonos de los países en desarrollo han ido en aumento desde septiembre de 2021, dadas las expectativas de endurecimiento monetario en los países desarrollados.
Para las economías en desarrollo -a través de intereses y mayor volatilidad en los mercados de bonos y futuros de materias primas- tendrán un aumento de las primas de riesgo, además de las presiones del tipo de cambio. Los países importadores netos de alimentos han registrado un aumento superior al promedio en los costos de los préstamos desde el inicio del conflicto.
Entre las recomendaciones el llamado a actuar es "el reto del momento" y propone, entre otras medidas:
+ Convocar a las Instituciones Financieras Internacionales para que garanticen la provisión oportuna de servicios concesionales de emergencia; financiación, incluidas subvenciones, para asegurar la red de transferencias de recursos a los países.
+ Llamar al Fondo Monetario Internacional para:
+ Ampliar los actuales límites para dar asistencia financiera rápida a niveles de crisis hasta al menos 2024.
+ Suspender los recargos a las tasas de interés por dos años y tender a un alivio de la deuda en general.
+ Hacer operativo el recién creado Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST).
+ Optimizar el reciclaje de Derechos Especiales de Giro, explorar la recanalización de los no utilizados a través de los bancos regionales de desarrollo.
+ Apoyar nuevas rondas de inyecciones de capital para los BMD, incluso a nivel regional.
+ Llamar al G20 a reactivar la Iniciativa de suspensión del servicio de la deuda para dos años y reprogramar el vencimiento a 2-5 años. Tender a un Acuerdo Común del G20 revisado e implementable para reestructurar la deuda a los países necesitados.
LA ENERGÍA, EL ENIGMA QUE VIENE
Los aumentos significativos de los precios del petróleo y el gas pueden tener efectos contrarios a largo plazo. El evento de la guerra es tan inesperado que las proyecciones realizadas hasta el momento se desdibujan en el horizonte y nadie puede arriesgar hoy qué perfil energético se impondrá.
Los mercados energéticos ya estaban ajustados antes del comienzo de la crisis, tras la fuerte demanda de los consumidores y alto crecimiento del PIB en 2021. Aunque el petróleo crudo y el gas natural siguen estando un 50% por encima de su nivel de principios de año, han sido testigos de sesiones de negociación volátiles después de anuncios clave desde el inicio de la guerra, como el compromiso de los Estados Unidos de liberar 180 millones de barriles de petróleo en los próximos seis meses.
Volatilidad de precios en mercados energéticos: Crudo y gas, base octubre 2021.UNCTAD.
Por un lado, puede hacer que las inversiones vuelvan a las industrias extractivas y la generación de energía basada en combustibles fósiles puede aumentar hasta revertir la tendencia hacia la descarbonización documentada en los últimos 5-10 años.
Pero por otro lado, también puede acelerar la transición hacia fuentes alternativas de energía, especialmente en países que desean fortalecer su resiliencia energética abastecimiéndose de fuentes más locales.
Aún no puede definirse cuál de las dos tendencias prevalecerá en función de cumplir los compromisos del Acuerdo de París y la Agenda 2030.
RECOMENDACIONES ENERGÉTICAS A CORTO PLAZO Y MEDIANO PLAZO
Para el corto plazo:
+ Medidas de coordinación de los países desarrollados para que sus acciones no sumen a la volatilidad.
+ Los gobiernos deben abstenerse de acumular y deben continuar el enfoque coordinado.
+ Reducción o eliminación del uso de trigo para biocombustibles.
+ Ayuda dirigida a los vulnerables, alivio de la comunidad internacional a los países de menores ingresos y, dentro de ellos, a los sectores más vulnerables para poder pagar el combustible que necesitan (transferencias en efectivo y programas de asistencia social no universalizados)
+ Gestión de la demanda y eficiencia energética con medidas como: Instalación de bombas de calor en la UE (ahorraría 2 bcm adicionales de gas dentro del primer año, requiriendo un total inversión adicional de 15.000 millones de euros).
- Compromiso de financiación a la población en Ucrania que tenga cortado el acceso a la energía, a través de organizaciones de ayuda humanitaria.
De combustible a fertilizante, la UNCTAD recomienda impulsar en todos los país al amoníaco verde para el agro y el hidrógeno verde
Para el mediano plazo:
+ Aceleración de proyectos de energía renovable, pasada la etapa de planificación, en el mundo industrializado.
+ Planificación de medidas de eficiencia a más largo plazo, como la infraestructura de transporte público e infraestructura resiliente y con bajas emisiones de carbono. Estas inversiones deben realizarse ahora para reducir la vulnerabilidad de exposición a estos choques energéticos en el futuro.
+ Eliminación de las barreras a la inversión en energía solar cadena de suministro. Organizar grupos de trabajo por país y región. Despliegue de capital; movilización de la mejora del crédito y aceleración de la instalación de energías renovables en los países en desarrollo. Dar facilidades de préstamo.
+ Organización de grupos de trabajo de alto nivel para crear un "autopista del hidrógeno verde” y otra para el "amoníaco verde" (fertilizantes), creando las facilidades para su desarrollo, especialmente esta última en el sur-sur.
+ Duplicación de la apuesta por la transición energética, pero sin dejar a nadie atrás. Financiación y asistencia técnica a los países en desarrollo para apoyarlos.
+ Definición e implementación de sus vías de transición, alcanzar tanto el ODS 7 para 2030 como net-zero de una manera que impulsa la productividad.
Facilitar para los países de bajos ingresos las instalaciones para la energía solar
EL RIESGO ALIMENTARIO
Los precios del trigo y el maíz han sido muy volátiles desde que comenzó la guerra, pero todavía están un 30% por encima de su nivel a principios de año.
Los países de bajos ingresos productores de alimentos no pueden acceder a los insumos agrícolas necesarios, como fertilizantes con lo que se potencian las perturbaciones. El panorama empeoraría gravemente si los países productores cierran los mercados de los alimentos provocando un efecto dominó de restricciones comerciales y prohibición de exportaciones.
Además del aumento de los commodities que afectan a todos los países importadores por igual, algunas economías están expuestas a la dependencia de importaciones originarias de Rusia y Ucrania.
Los precios de trigo y maíz aumentaron un 30% en lo que va del año y nada indica que vayan a bajar
INTERRUPCIONES DEL COMERCIO Y COSTOS DE TRANSPORTE
La congestión portuaria sigue siendo un factor importante con fletes elevados y fuertes condiciones de mercado en muchos segmentos de envío. Las tarifas para fletar buques portacontenedores están en máximos históricos que se traducen en aumentos de al menos 1,5 puntos porcentuales en los precios de venta al público de los productos.
No está claro en qué medida esto reducirá los suministros de productos básicos provenientes de Ucrania y Rusia, pero restricciones las comerciales, los cierres del espacio aéreo, la incertidumbre y preocupaciones de los contratistas de seguridad, están complicando todas las rutas comerciales que van a través de Ucrania y Rusia, un sector clave del Puente Terrestre Euroasiático.
Las tarifas de los fletes al contado continúan en niveles históricamente muy altos, aunque han ido disminuyendo en las últimas semanas a pesar de los problemas de logística causados por la crisis de Ucrania, principalmente debido a razones estacionales. Se necesitan barcos para transportar gas y petróleo para reemplazar la energía que de otro modo sería transportada desde Rusia en distancias más cortas o por tubería.
Las principales preocupaciones en materia de seguridad alimentaria derivan de la destrucción de puertos e infraestructura en Ucrania, la creciente congestión y el aumento de los costos de envío de granos reflejado en los costos de transporte de graneles secos, incluidos los granos.
El nivel de capacidad de los graneleros que esperan en o alrededor del puerto, a nivel mundial, ha aumentado más este año.
El índice de Clarksons alcanzó un promedio hasta ahora en 2022 del 35%, en comparación con el promedio anterior a COVID en 2016-19 de alrededor del 30%, es decir, un aumento de 5 puntos porcentuales desde el inicio de la pandemia.
