El informe anual, ahora en su duodécimo año, se basa en el conocimiento y la experiencia de los profesionales de KPMG en las firmas miembro de todo el mundo, además del análisis de encuestas de más de 300 ejecutivos del sector en 23 mercados clave.

En el último informe, el 62% de los encuestados reveló que confiaba en las perspectivas de crecimiento de su organización durante los próximos 24 meses. 

Si bien la cifra es ligeramente inferior a la encuesta del año pasado (66%), reafirma que la volatilidad en los precios de las materias primas, combinada con una mayor incertidumbre geopolítica y de COVID-19, no está apagando el optimismo en el mercado. A pesar de las fluctuaciones significativas, los precios de las materias primas se mantienen cerca de máximos históricos, impulsados ​​por el enorme crecimiento de la demanda de minerales, incluidos el litio, el níquel, el cobalto y el grafito, todos componentes esenciales en el proceso de descarbonización global.

“A medida que las cadenas de suministro del mundo buscan satisfacer las crecientes demandas, la industria minera se encuentra cada vez más en el centro de atención, enfrentando el desafío de entregar rápidamente los materiales que el mundo necesita de una manera que sea aceptable para cada vez más partes interesadas. En mi opinión, la transparencia y el compromiso de alta calidad serán fundamentales. Para aquellos que lo hagan bien, creo que las recompensas serán significativas”, dijo Trevor Hart, director global de Minería de KPMG International.

ESG ES CADA VEZ MÁS RECONOCIDO COMO EL PRINCIPAL RIESGO DE LA INDUSTRIA
Si bien parte del impacto de la pandemia de COVID-19 ha disminuido, es notable que los principales riesgos que enfrenta la industria minera continúan viniendo de fuera del sector, en lugar de dentro.

Los precios de las materias primas, los riesgos de permisos y el acceso a las reservas siguen siendo temas clave para los ejecutivos, pero los factores ambientales y geopolíticos ocupan cada vez más tiempo en la sala de juntas. 

El riesgo mejor clasificado identificado por los encuestados fueron los riesgos ambientales, incluidas las nuevas regulaciones. El año pasado, los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) solo ocuparon el quinto lugar entre los principales riesgos.

Tras los compromisos climáticos de la COP26, no debería sorprender que casi las tres cuartas partes (72%) de los líderes mineros encuestados para el informe anticipen que la amplia gama de factores ESG crearía una disrupción en la industria durante los próximos tres años.

El sector enfrenta un mayor escrutinio y la presión de los inversionistas a medida que el mundo busca abordar la creciente emergencia climática, pero para muchos líderes, la falta de claridad, las inconsistencias en las reglas en diferentes territorios y las regulaciones en constante cambio podrían obstaculizar las perspectivas de crecimiento optimistas. Más de la mitad (55%) de los encuestados dijeron que no creían que los problemas de ESG se entendieran claramente y fueran consistentes en todo el mercado.

Katherine Wetmore, socia consultora de riesgos de KPMG en Canadá, comentó: “El aumento del interés de las partes interesadas en los objetivos ESG y el aumento de las expectativas de los inversores son señales de que las empresas mineras tienen que cambiar su enfoque y asumir compromisos a largo plazo que no han tenido que hacer en el pasado".

A pesar de la incertidumbre, hay señales de que los líderes de la industria están utilizando el actual período de crecimiento para reinvertir y comprometerse con un futuro más verde y sostenible.

“Para llegar a una reducción de carbono del 30% para 2030, debemos incorporar más energías renovables a nuestro negocio. Hacer eso para nuestros sitios con altas emisiones de carbono, convertirlos en energía eólica o solar, nos llevará a ese objetivo del 30% en combinación con otras eficiencias”, agregó Ivan Mullany, vicepresidente sénior de Proyectos de Newmont Corporation.

ABRAZANDO LA TRANSFORMACIÓN TECNOLÓGICA
Una forma importante de reducir la huella de carbono es a través de la adopción de nuevas tecnologías: el 87% de los ejecutivos cree que la tecnología tiene un papel clave que desempeñar para resolver los desafíos ESG. 

Casi la mitad de los ejecutivos (46%) cree que la innovación tecnológica será una fuente de gran disrupción en la industria durante los próximos tres años, y casi todos están decididos a aprovechar esto como una oportunidad en lugar de una amenaza.

“Existe una oportunidad de crecimiento al adoptar la tecnología. No necesariamente necesita comprar o encontrar más mineral. Ahora está surgiendo tecnología que está comenzando a permitirnos reducir las leyes de corte, por ejemplo, y producir más de lo que ya tenemos y hacerlo de manera rentable”, agregó Jeff Parr, vicepresidente de Agnico Eagle Mines.

"Las empresas mineras no son conocidas como disruptores tecnológicos. Pero ahora existe el mandato de invertir más en tecnología para encontrar soluciones a los desafíos de hoy, desde ESG hasta productividad y formas de reducir costos”, sumó Manuel Fernandes, Líder de Energía y Recursos Naturales de KPMG en Brasil.

Una nota sorprendente de la investigación de este año fue que el impacto de la COVID-19 desapareció por completo de los 10 principales riesgos identificados por los ejecutivos. La industria, como la mayoría de las demás, se ha adaptado a la "nueva norma" de la pandemia, y algunos de los efectos duraderos siguen siendo problemáticos para el sector, incluido el aumento de la demanda global y los problemas de la cadena de suministro. 

Sin embargo, el mundo ahora mira hacia una recuperación económica y ha desarrollado una aceptación creciente de que los problemas internacionales más crónicos, incluidos los ESG, deben abordarse de manera más proactiva.

Trevor Hart, Director Global de Minería de KPMG International, concluyó: “Para una industria que opera inherentemente a largo plazo, estos cambios en un corto espacio de tiempo son sorprendentes. Subrayan hasta qué punto los problemas relacionados con el cambio climático y ESG en general están replanteando las prioridades corporativas en la minería, como en casi todos los sectores comerciales. También influyen en el atractivo de la industria para el talento nuevo y diverso que requiere.

“ESG se está volviendo cada vez más importante en las salas de juntas de las empresas mineras, pero esto no significa que hayan desaparecido otras oportunidades y riesgos. Los precios de las materias primas siempre serán el eje comercial de las fortunas de la industria, y con los precios en alza, los ejecutivos de la encuesta de este año generalmente se muestran confiados. El riesgo está más relacionado con la volatilidad de los precios, con algunas fluctuaciones marcadas en los últimos tiempos que desafían los sistemas de comercio establecidos de la LME, con la suspensión temporal del comercio de níquel como resultado", agregó. 

“La inestabilidad política, la nacionalización y la amenaza del conflicto comercial mundial también se han convertido en factores de primera línea. La encuesta se llevó a cabo antes de que ocurrieran los terribles acontecimientos en Ucrania. Sospecho que si tuviéramos que volver a ejecutarlo ahora, estos riesgos serían aún mucho mayores. Desde mi observación, las oportunidades para la industria son sobresalientes. La importancia del sector para el futuro del mundo ha ido ganando cada vez más protagonismo y creo que se encuentra en una posición muy sólida para cumplir”, completó Hart.