Chile presentó el borrador, de 499 artículos, de la nueva Constitución a la Comisión de Armonización, encargada de realizar la corrección final de la ley, que deberá estar lista en julio.

Después de 10 meses de arduo trabajo y sesiones maratónicas, el pleno cerró un boceto que consta de 499 artículos y que podría, si se aprueba en un plebiscito de salida, sustituir a la ley fundamental actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Crear un sistema universal de salud, fortalecer la educación pública, proteger el medioambiente o engrosar los derechos de los pueblos indígenas, que hasta ahora no habían sido incluidos en ningún proceso constituyente, son algunos de los temas que vertebran la propuesta.

El objetivo de un gran número de constituyentes fue engrosar los derechos sociales con respecto a la Carta Magna actual, de marcado corte neoliberal, y responder a las demandas de las masivas protestas por la igualdad de 2019, que dejaron una treintena de fallecidos y miles de heridos.

"Con estas normas comenzamos a construir un Chile más justo, que mira a los ojos", agregó Quinteros.

Para el constituyente socialista Pedro Muñoz "la gran mayoría de los chilenos se va a sentir reflejado en el texto porque por primera vez se ha constituido de manera democrática, amplia y plural".

El gobernador de la región de Antofagasta, Ricardo Díaz, destacó también los principios regionalistas que recoge el borrador: "Tenemos un centralismo sordo, que no escucha el susurro que nace de los territorios. Por eso es muy relevante que (los constituyentes) vinieran acá", dijo.

Recientemente se aprobó por 2/3 de la comisión el índice que quedó de la siguiente manera:

Preámbulo

Principios y disposiciones generales

Derechos fundamentales y garantías

Naturaleza y medioambiente

Participación democrática

Estado regional y organización territorial

Poder Legislativo

Poder Ejecutivo

Sistemas de Justicia

Órganos autónomos constitucionales

Buen gobierno y función pública

Reforma y reemplazo de la Constitución

Normas transitorias

El orden no será el definitivo. La próxima semana la comisión someterá ese tema a votación de los convencionales. Luego esto será presentado al pleno y si obtiene la aprobación final de los 2/3 entonces quedará listo para ser parte del borrador del nuevo texto constitucional.

MÁS RECHAZOS QUE APOYOS
Durante meses, los sondeos arrojaron que la opción de aprobar el nuevo texto en el plebiscito de salida -el próximo 4 de septiembre- era la mayoritaria, sin embargo, los resultados son cada vez más ajustados.

La encuesta Pulso Ciudadano expuso en la víspera que un 42,7 % de la población votaría en contra, mientras que un 27,8 % estaría a favor.

Fue en marzo cuando, por primera vez, los resultados se dieron la vuelta en varias encuestas, encendiendo las alarmas tanto de la Convención Constitucional como del gobierno del progresista Gabriel Boric.

“(Estos resultados) son un llamado de atención para todos quienes confiamos en este proceso”, señaló entonces el jefe de Estado chileno, uno de los firmantes del acuerdo político que dio paso al inicio del camino constituyente.

Sin duda, muchos chilenos aún no han tomado una decisión sobre el proceso, lo que significa que los niveles de apoyo podrían cambiar antes del referéndum del 4 de septiembre. Pulso Ciudadano y Cadem informaron que el 27,4% y el 16% de los encuestados, respectivamente, estaban indecisos.

Cadem también informó que el número de encuestados que respaldan la propuesta aumentó por primera vez en seis semanas. Por su parte, la encuesta mensual de Pulso Ciudadano mostró una caída en el apoyo respecto a abril.

Cadem encuestó a 706 personas entre el 11 y el 13 de mayo, y la encuesta tiene un margen de error de más o menos 3,7 puntos porcentuales. Pulso Ciudadano, por su parte, consultó a 1.016 personas entre el 10 y el 13 de mayo, con un margen de error de más o menos 3,1 puntos porcentuales.

EL APOYO DE BACHELET
Michelle Bachelet, expresidenta de Chile y Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dio su respaldo al proyecto de Constitución que se votará en un referéndum el 4 de septiembre en el país. “Espero que se apruebe, creo que debería ser aprobada”, dijo a Bloomberg, en una entrevista emitida en el evento New Economy Gateway Latin America.

El espaldarazo a la propuesta no pasó desapercibido en el plano político, encontrando eco en algunos sectores de izquierda y de la administración del presidente Gabriel Boric, que también apoya a la Convención; y, en contraste, reparos en círculos opositores.

Camila Vallejo, vocera del Gobierno, dijo a medios locales que la opinión de la exmandataria es legítima, valorable”, que “tiene un peso específico” y no tiene justificación que sea criticara por su postura.

La expresidenta reconoció que no había leído la última versión del borrador debido a que todavía se está trabajando en la Convención, resaltando que se debe ofrecer “un nuevo contrato social basado en plurinacionalidad”.

Dentro del Congreso se escucharon críticas de algunos legisladores de derecha. El diputado de la UDI Jorge Alessandri dijo que la exmandataria tenía derecho de opinar, pero que debiera “leer el texto”, porque estaba “seguro” de que si lo leía completo vería “muchas cosas” que le preocuparían. “A pesar de que pueda estar enamorada del proceso, creo que el contenido la va a preocupar”, precisó a TVN. Otros parlamentarios de derecha, entre ellos Diego Schalper, también se mostraron críticos, mientras que varios legisladores de izquierda se manifestaron favorables a las declaraciones de la exjefa de Estado.

Bachelet es una de las figuras chilenas más relevantes. El 11 de marzo de 2006 se convirtió en la primera mujer en asumir la Presidencia de Chile, un mandato que concluyó en 2010 con los más altos índices de popularidad obtenidos por un mandatario saliente en el país; y volvió a ser elegida en 2014 para un segundo periodo, el cual terminó con un menor apoyo en 2018.

El respaldo de Bachelet, quien también apoyó a Boric en la segunda vuelta presidencial a finales de 2021, ocurre en medio de un creciente rechazo a la propuesta de Carta Fundamental, que sustituiría a la vigente desde 1990. De acuerdo con la encuesta Pulso Ciudadano, publicada el domingo, el texto sería rechazado por un 45,6% frente a un 27,1% que lo aprobaría en las urnas de votación. Un escenario parecido muestra el último sondeo de la firma Cadem, divulgado igualmente el fin de semana; apuntando a que un 46% votaría en contra de la iniciativa constitucional y solo un 38% estaría a favor.