En sesión especial, la Cámara de Diputados le dio media sanción unánime al proyecto de ley de alivio fiscal para pequeños contribuyentes y autónomos, con el respaldo de 237 votos afirmativos. La iniciativa, cuyo autor es el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, plantea el alivio fiscal para 4,5 millones de monotributistas y más de 140 mil trabajadores autónomos.
La norma, que fue girada al Senado, tiene como objetivo actualizar la facturación de los monotributistas, para evitar que tengan que cambiar de categoría y pagar mayores cuotas, y aumentar las deducciones de ganancias que pagan los empleados que revisten en la categoría de autónomos. Asimismo, adelanta al próximo 1 de julio el ajuste para los montos máximos de facturación, con la aplicación de un índice del 29,12%.
Como miembro informante, la diputada Mónica Litza (FdT) remarcó que la iniciativa “trae un alivio para un universo muy grande de compatriotas, que son quienes trabajan y tributan como pequeños contribuyentes”. Luego, consideró que “como el salario no es ganancia, el ingreso de los monotributistas y autónomos tampoco”. “Lo que ingresa al bolsillo de los trabajadores va al consumo, a fortalecer el mercado interno de nuestro país y a estimular a los emprendedores a invertir”, ponderó.
En otro orden, Alejandro Cacace (Evolución Radical), reclamó que “es necesario hacer una reestructuración integral de este sistema”. En el mismo sentido, Luciano Laspina (PRO), cuestionó que “no estamos votando un alivio impositivo, sino una mayor indexación del régimen”, sostuvo.
En defensa de la norma, el diputado Leandro Santoro (FdT) manifestó que “estamos tratando de aumentar y mejorar la capacidad de consumo del pueblo argentino”. También, desde Identidad Bonaerense, el diputado Alejandro Rodríguez sostuvo que la norma “es una respuesta a un sector muy importante de la argentina y permite mejorar la capacidad de compra del ingreso de casi 5 millones de personas”.
A continuación, los diputados dieron media sanción y giraron al Senado el proyecto que prorroga hasta el 31 de diciembre de 2072 las asignaciones específicas previstas para industrias e institucionales culturales -previstas en el artículo 4° de la ley 27.432- sobre impuestos. La votación general se definió por 132 votos afirmativos, 5 negativos y 92 abstenciones.
Con un plazo a 50 años, la norma busca garantizar la inversión cultural para que los proyectos emprendidos por artistas, técnicos y entornos creativos crezcan en público y plataformas de exhibición.
El diputado Pablo Carro, del Frente de Todos, explicó que estamos discutiendo “cómo financiar nuestra cultura: cómo promovemos el cine, el teatro, la música, las bibliotecas populares, los medios comunitarios”.
Por su parte, el diputado Hernán Lombardi, del bloque PRO, calificó que “no tiene ninguna lógica el plazo de 50 años” por los cambios tecnológicos que podrían darse en el futuro y también criticó la “burocracia y la cultura partidaria”.
A continuación, con 216 votos afirmativos y 3 negativos, obtuvo media sanción el proyecto de ley que crea el régimen transitorio de reintegros impositivos para la adquisición de taxis. El proyecto busca la renovación de la flota de vehículos, fomentando la modernización del servicio, así como la industria automotriz nacional. La norma se girará al Senado para su sanción definitiva.
El proyecto prevé adelantar al 1 de julio la actualización de las escalas de facturación máxima que, según la ley de Monotributo, debía hacerse el 1° de enero de 2023. Es decir: la actualización que debía hacerse al concluir 2022 abarcando todo el año, se dividirá en partes y se le aplicará la inflación del primer semestre. El ajuste, tal como prevé la ley, se hará con la fórmula de movilidad previsional. Al mismo tiempo, el proyecto prevé no modificar las cuotas que mes a mes deben pagar los pequeños contribuyentes. Así se evita “caer” en una categoría más cara por efecto de la inflación, informó Infobae.
¿Qué índice se aplica? La actualización será del 60% para las primeras cuatro categorías, correspondiente al coeficiente acumulado hasta junio 2022.
Para los monotributistas la cuota queda igual (así se evita el problema del año pasado de cobrar retroactivamente) y solo se “sube” el límite de facturación de cada categoría. El monotributista no “salta” de categoría por el solo efecto de que la inflación fue superior a la prevista en el Presupuesto.
Según detallaron, impactará positivamente en 4.498.419 monotributistas y el costo fiscal es cero, solo se actualizan las escalas por las variaciones macroeconómicas.
Así quedarían los topes de facturación anual máxima para cada categoría del Monotributo a partir de julio de 2022:
A $748.382
B $1.112.459
C $1.557.443
D $1.934.273
E $2.277.684,56
F $2.847.105,70
G $3.416.526,83
H $4.229.985,60
I $4.734.330,03
J $5.425.770,00
K $6.019.594,89
Además, las dos primeras categorías quedarán eximidas de pagar el componente impositivo: Categorías A ($288 por mes) y B ($555). Para darle progresividad a la medida este beneficio es para los monotributistas “puros” (es decir que no tiene otros ingresos ya sea por jubilaciones, relación de dependencia, rentas financieras o alquiler de inmuebles, por ejemplo.). Esta exención del componente impositivo beneficiará a 2,1 millones de monotributistas, el 47% del total.
Para Autónomos
Muchos trabajadores autónomos, tales como abogados o contadores, se quejan de un perjuicio en relación a trabajadores en relación de dependencia, que realizan tareas similares pero pagan menos impuesto a las Ganancias. El proyecto sube la deducción especial de ese tributo, lo que permitirá reducir la brecha entre el autónomo y el empleado y, de esa forma, aliviar una situación de inequidad tributaria. Además, se compensa al autónomo con el beneficio que se le da al trabajador en relación de dependencia con la suba del “piso” de Ganancias.
Con los cambios, se incrementa la deducción especial para los autónomos en 2,5 veces la ganancia no imponible para los autónomos y 3 veces para los “nuevos profesionales”.
Este incremento de la deducción impacta principalmente en los autónomos con ingresos de hasta $8 millones (2 veces el tope de monotributo), que concentran el 95% de los autónomos con impuesto determinado en el impuesto a las Ganancias. Para esos independientes, se estima que la modificación implicará un “ingreso adicional de bolsillo” promedio de $52 mil anuales (dependiendo del rango de ingresos y de la tasa efectiva del impuesto) producto del alivio fiscal.