Este martes 21 se puso en marcha en Tucumán una huelga por tiempo indeterminado de los transportistas de cargas. La falta de gasoil en las estaciones de servicio, el elevado costo ante la escasez y la necesidad de renegociar con las empresas el valor de los contratos para llevar los productos de un punto a otro, son parte de los reclamos, de acuerdo a la dirigencia de la Cámara de Transporte de Cargas de Tucumán (CTCT).
Eduardo Reinoso, presidente del Consejo Federal del Autotransporte de Cargas de la provincia señaló que “ninguna de las cosas se han resuelto. Sigue el faltante y nuestros socios consiguen hasta un máximo de 200 litros por camión, con suerte, y a un precio de $ 190. Si queremos más en algunas estaciones piden hasta $ 230".
"Esta situación afecta nuestra actividad y la competitividad porque cuando cerramos los contratos con las empresas lo hicimos a un valor de $ 110 el litro de gasoil y ese costo ya no existe. Trabajamos con tarifas que no fueron actualizadas. El gasoil subió un 230 % y las cubiertas un 150 %. Queremos un país federal, que el gobierno nacional se comprometa en una solución, estos problemas no existen en la Capital Federal”, agregó.
LA DEMANDA DE COMBUSTIBLE
"Las ventas transfronterizas y el acopio local traccionaron de manera inédita sobre la demanda”, aseguró Martín Bronstein, investigador del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) en Infobae, quien elaboró un documento en base a datos oficiales y públicos. De acuerdo a las declaraciones juradas de ventas de combustible de todas las estaciones de servicio del país, que deben se presentadas mensualmente a la Secretaría de Energía de la Nación, Bronstein reconstruyó el mapa de provincias donde mayor demanda se detectó.
“Históricamente, la evolución de la venta de gasoil está directamente relacionada al crecimiento de la actividad económica. Si el PBI aumenta 7 puntos, la venta de gasoil aumenta en ese mismo porcentaje”, explicó el investigador del Ceepys.
“Pero esta vez, en más de la mitad de las provincias el incremento en el volumen de venta de gasoil más que duplicó el crecimiento del PBI, lo que es absolutamente anormal”, aseguró.
En los primeros 5 meses del año, la actividad económica del país respecto del mismo periodo del año anterior no creció más de 10%. Si bien la última información publicada por el Indec corresponde a marzo, las proyecciones no llegan a registrar un incremento por encima de esa cifra.
Pese a ello, en más de la mitad de las provincias del país, el crecimiento de la venta de gasoil al menos duplicó ese 10% entre enero y mayo en relación al mismo período de 2021.
El estudio de Bronstein determinó que provincias como Formosa (+43%) o La Pampa (+39%) tuvieron un crecimiento extraordinario de la demanda extraordinaria de gasoil que triplicó el rebote económico. Entre Ríos se ubicó en el tercer lugar, con ventas un 34% por encima del año pasado y Corrientes, en la cuarta posición (+33%).
“Ya que Formosa no registró en estos meses ningún milagro productivo, la explicación del descomunal incremento en las ventas de gasoil lo explica su proximidad con Paraguay, donde el mismo combustible cuesta un 119% más caro que del lado argentino”, señaló Bronstein.
Según el especialista, misma explicación recae para entender el fuerte crecimiento de ventas registrado en las provincias de Entre Ríos y Corrientes, limítrofes con Uruguay y Brasil, países donde el precio del gasoil es 163% y 119% más caro, respectivamente que del lado argentino.
Víctor Bronstein indicó en AHORA que la escasez de gasoil "es mundial" y señaló que es posible que el precio siga creciendo, como consecuencia del aumento del barril de crudo en términos internacionales.
"Se tomaron ciertas medidas que perjudicaron las inversiones y como el combustible es no renovable, se precisa una dinámica para encontrar nuevos yacimientos. En 2020 y 2021 se hizo muy poca inversión y se repusieron pocas reseervas. Eso generó estrechez en la oferta", indicó Bronstein. Y agregó: "A eso se le sumó la invasión rusa a Ucrania. Rusia es el segundo productor de hidrocarburos y cuando se comenzaron a aplicar sanciones, se limitaron las exportaciones. Eso generó otro punto de conflicto".
"El petróleo hoy está faltando. Y por un tiempo, seguirá teniendo un precio alto. Hoy vale 120 dólares, antes de la invasión rusa estaba en 70 dólares y antes de la pandemia estaba en 50 dólares. La tensión mundial ha generado un aumento", resaltó el especialista.
Sobre la situación, por otro lado, de las naftas, Bronstein indicó: "Argentina en naftas se autoabastece, de hecho no hace falta, exporta. Lo que sí hace falta es el gasoil, porque importa. La escasez es una problemática mundial, no es un problema sólo argentino".
ESCASEZ GLOBAL
La escasez de gasoil (o diesel) a nivel global está causando problemas de movilidad en lugares tan dispersos como Sri Lanka, Yemen y varios países africanos. El aumento de los precios del gasoil también ha generado protestas de comunidades indígenas y campesinos en Ecuador.
Según información de BBC, otra región donde la crisis ha provocado enorme preocupación es Europa. Antes de que Rusia atacara Ucrania, Europa importaba cerca de dos tercios del crudo que refinaba para producir gasoil del primer país.
Pero, tras las sanciones económicas impuestas a Moscú por Occidente, Europa ha dependido de Estados Unidos para obtener gran parte de su diésel.
Aunque esto ha evitado el desabastecimiento, el impacto sobre el bolsillo ha sido notorio, con precios récord a ambos lados del Atlántico.
Mientras que los británicos hoy pagan más de 100 libras esterlinas (US$125) para llenar el tanque de su auto -con un valor por litro de unos US$2,30-, los conductores de camiones en EE.UU. pagan US$1,50 el litro, el valor más alto jamás registrado en ese país.
“Los aumentos de precios son tan altos en algunos estados que los camioneros tienen que pagar de su propio bolsillo para cargar, y muchos están siendo más selectivos con respecto a los viajes que realizan”.
Pero la invasión rusa no es el único motivo por el que falta diésel. Incluso antes de que Vladimir Putin ordenara la ofensiva, a finales de febrero, la demanda mundial de gasoil ya excedía la oferta.
El principal motivo de este desajuste, según señalan los expertos, fue la pandemia de coronavirus. La parálisis económica que provocaron las cuarentenas en 2019 y 2020 hizo que se desplomara el uso de combustibles, llevando a que las refinerías redujeran su producción de gasoil.
Algunas, incluso, cerraron sus puertas de forma definitiva y otras decidieron reconvertirse para refinar combustibles renovables, como parte de una transición del sector energético hacia fuentes más limpias y amigables con el medio ambiente.
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