El aumento del interés mundial por los activos de refino contribuyó a la decisión de reanudar a finales de junio el proceso de venta de las refinerías Abreu e Lima (230.000 b/d), en Pernambuco; Alberto Pasqualini (208.000 b/d), en Rio Grande do Sul; y Presidente Getúlio Vargas (208.000 b/d), en Paraná, dijo el director financiero y de relaciones con los inversores de la empresa estatal, Rodrigo Araujo.

Petrobras ya ha recibido varias manifestaciones de interés por los activos, dijo Araujo. Los procesos de venta de las refinerías se suspendieron en 2021 debido a la ausencia de suficientes ofertas vinculantes.

Estas unidades puestas de nuevo a la venta forman parte de un plan de la empresa para reducir la capacidad de refino en cerca de 1 millón de b/d, en medio de la crisis de los precios de los combustibles que ha suscitado críticas desde Brasilia contra Petrobras.

La política de precios de la empresa basada en el mercado exterior se considera esencial para la venta de activos, ya que los inversores desconfían de un posible retorno de la interferencia del gobierno en la estrategia de precios de la empresa estatal.

La semana pasada, el consejo de administración añadió un nuevo nivel de supervisión de la política de precios en un nuevo esfuerzo por garantizar la independencia frente a la intensa presión política.

De las ocho refinerías puestas inicialmente a la venta tras el acuerdo con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade), Petrobras sólo pudo vender la refinería de Mataripe (333.000 b/d) en Bahía por US$ 1.800 millones al fondo Mubadala de Abu Dhabi.

Se firmaron otros tres acuerdos de venta de refinerías: uno por US$ 33 millones con el banco canadiense Forbes para la refinería SIX (6.000 b/d); otro por US$ 189,5 millones con el distribuidor Atem para Isaac Sabbá (46.000 b/d) y otro por US$ 34 millones con el fondo Grepar Participações para Lubnor (8.000 b/d).

Las negociaciones por el activo Gabriel Passos (166.00 b/d) están en curso, según los ejecutivos de la empresa estatal.

La posible elección del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que lidera las encuestas, también puede contribuir a acelerar los procesos de venta.

Lula se opone a la desinversión de las refinerías, pero los contratos firmados antes de la investidura presidencial, en enero de 2023, no corren el riesgo de ser impugnados.

Si se venden las ocho refinerías, la cuota de Petrobras en el parque nacional de refino caería de algo más del 90% a cerca del 50%.