Director de Enami y ligado a la mediana minería, el abogado delinea los principales desafíos para el gremio: enfrentar el proceso de una nueva Constitución y el contexto normativo que garantice la minería
VALERIA IBARRA
Jorge Riesco Valdivieso es el mayor de los cinco hijos del empresario y expresidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Walter Riesco, y el único que siguió sus pasos en la minería. Y eso incluye la postulación a la presidencia del histórico gremio, en una contienda que se definirá el próximo 31 de agosto, cuando se renueve la mesa directiva y los diez directores de la entidad.
Abogado ligado en su vida profesional a las empresas del grupo Callejas, ha estado desde siempre con un pie en la actividad gremial, que partió como dirigente de la Asociación Minera de Petorca y siguió en distintos puestos en la Sonami y representa al gremio en el directorio de la Empresa Nacional de Minería (Enami).
“Si uno conoce la minería de verdad, se enamora. Es una actividad apasionante y reúne mucho conocimiento, muchas disciplinas distintas”, reflexiona.
“Hay que diseñar un proceso de una nueva Constitución. Eso va a ser ineludible y por lo tanto, aún si gana el Rechazo, vamos a estar enfrentados a varios cambios a nivel constitucional”, agregó.
- ¿Por qué quiere presidir Sonami?
- En esta elección, se propuso mi nombre en el grupo de mediana minería de Sonami y se produjo una reacción bastante favorable. Y en ese momento lo empecé a considerar. Hablé con distintas personas, entre ellas el actual presidente, Diego Hernández, y les pareció una buena idea y encontraron que yo podía reunir las características como para hacer una buena gestión.
- De cara a los desafíos más bien políticos. ¿Qué es lo más importante de lo que se viene?
- El plebiscito del 4 de septiembre. Preocupa mucho en la minería y es una preocupación transversal, desde pequeñas a grandes mineras. Nosotros no queremos que se apruebe el texto (constitucional) porque no creemos que garantice las condiciones para desarrollar una minería en el futuro. Lo que hay ahora es una sensación de amenaza de la supervivencia del sector, porque no tenemos ninguna claridad acerca de cuáles son las normas que en el futuro van a venir.
Otro tema es el agua. Todas las faenas la necesitan para funcionar. La Constitución elimina absolutamente los derechos de agua y los transforma en autorizaciones de uso, tampoco se sabe cómo se van a constituir. Además, en zonas del norte, en donde hay mucha presencia indígena, donde hay una convivencia absolutamente pacífica, adecuada, hay disposiciones relativas a la autonomía indígena para acceder a recursos dentro de los territorios, que genera inquietud. En fin, hay múltiples aspectos.
- ¿Cuáles son los otros desafíos que tiene como eventual presidente de Sonami?
- Cualquiera sea el resultado del plebiscito, pareciera claro de que hubo una opción por una nueva Constitución, lo que quiere decir que no se trata de hacerle un pequeño ajuste al texto actual, sino que hay que diseñar un proceso de una nueva Constitución. Eso va a ser ineludible y por lo tanto, aún si gana el Rechazo, vamos a estar enfrentados a varios cambios a nivel constitucional y a volver a tener que poner sobre la mesa aquellos aspectos que como sector minero nos parecen importantes de resguardar.
- En este proceso, ¿qué es irrenunciable como sector minero?
- Nos interesa tener una concesión minera que podíamos llamar plena: constituida judicialmente, con duración indefinida, con la garantía del derecho de propiedad y un régimen de indemnización que garantice que efectivamente se van a indemnizar por el valor económico, a no sólo el valor justo, que ha sido tan discutido hoy día.
Y además está la minería que podríamos llegar a tener. Si como país nos ponemos de acuerdo, podemos hacer mejoras enormes, podemos ir a una minería verde: que reduzca sus emisiones y que minimice su impacto, que sea segura para todos los partícipes; que genere encadenamientos a nivel local; que tenga en cuenta el ordenamiento territorial.
- ¿Y el royalty? ¿Qué efecto global puede tener en la industria, más allá que no se ve afectada la mediana minería?
- Son importantes. El hecho de introducir un royalty Ad Valorem, o sea como un porcentaje de las ventas, puede afectar a aquellas empresas que tengan niveles de costo más altos. Creo que es un cambio importante de las reglas de juego.
LA MEDIANA MINERÍA: MENOR ESCALA E IGUAL NORMATIVA
La lista de Jorge Riesco incluye a Cristián Argandoña, gerente general del Grupo Minero Las Cenizas, y Patricio Céspedes, presidente de la Asociación Minera de Antofagasta, quien fue vicepresidente de Sonami.
En la contienda postulan al directorio varios ejecutivos de la gran minería, como René Muga (BHP), Jorge Gómez (Collahuasi), Amparo Cornejo (Teck). A ellos se suma el ex presidente del gremio, Alberto Salas, quien aspira a ser director por Minera Valle Central, y Pedro Hurtado (Pucobre).
Riesco busca resaltar la importancia de la mediana minería. “Es un sector que no está bien caracterizado y tiene algunos problemas en relación con la normativa”, señaló.
“Una mediana minera, en relación a otros rubros, podría ser una empresa grande, pero por la gran minería es mediana. Las mineras medianas-grandes son 40 veces más chicas que una empresa de gran minería, es decir, son diferencias siderales. Las medianas funcionan con un horizonte de producción más corto, con inversiones menores, en general, menor impacto, más cerca de los centros poblados”, señaló.
“Pero ambos, grandes y medianos, requerimos los 2.000 permisos para poder operar y eso es no considerar lo diferentes que son”, aseveró.