El ex director ejecutivo de empresas eléctricas, hoy socio fundador de Táctica Abogados Consultores califica además como “un fracaso la última licitación”
KAREN PEÑA
Fue en diciembre cuando se selló el “fin de una era” en la Asociación Gremial de Empresas Eléctricas. Tras 15 años, Rodrigo Castillo, dejó la dirección ejecutiva. En esta primera entrevista desde su salida, cuenta que “llevaba bastante tiempo pensando en cuál iba a ser el instante correcto para tomar una decisión como esta”.
Y si bien tuvo ofertas de gremios y empresas, tenía claro que quería independizarse. Hace meses, formó -junto a otros tres socios, uno de ellos, la exministra Cecilia Pérez- la firma legal y de consultoría Táctica Abogados Consultores, especializada en asuntos públicos.
Desde esta otra vereda, entre sus actividades asesora a un grupo de empresas en medio del conflicto del gas inflexible. Sobre cómo está viendo los desafíos del sector energético y del sistema eléctrico, Castillo confiesa“mucha preocupación, porque por una parte no estoy seguro de que exista total conciencia en todos los segmentos que deben tenerla respecto de la profundidad de los desafíos que implica la transición energética”.
Y sentencia: “Tengo la impresión de que Chile no solo no está preparado adecuadamente para esta transición, sino que al mismo tiempo no estoy viendo que se estén generando las discusiones adecuadas para, aunque sea tarde, llegar a estar preparado para esta transición a tiempo”. Dice que esto se arrastra desde hace tiempo, y no solo este gobierno, sino también desde los anteriores: “Perdimos el foco”.
Pero hay más. “Hay un síntoma de que algo no está bien” al observar la reciente licitación de suministro eléctrico. “Se podría dar una clase respecto a todos los factores que pueden haber influido para ese fracaso, porque definitivamente fue un fracaso la última licitación, pero lo sintomático es que no fuimos capaces de cubrir más del 15% de la energía que se estaba demandando al precio máximo que se estaba estableciendo”, asegura.
¿El motivo? A su juicio, tiene que ver con que “el mercado está mirando la industria de la generación como una industria mucho más riesgosa que en el pasado”. Esto, desde el punto de vista -por ejemplo- de la predecibilidad de los costos.
En su reflexión general, agrega que le preocupa mucho el tipo de decisiones que está tomando el Coordinador Eléctrico, entidad que supervisa la operación del sistema.
- ¿En qué sentido?
- Lo que uno ve es que hoy pareciera haber menos transparencia. Es más difícil entender los motivos por los cuales el Coordinador Eléctrico toma las decisiones que toma. No veía hace mucho tiempo un mercado que estuviera tan distorsionado desde el punto de vista, tanto de los volúmenes de despacho como del punto de vista de los precios, como aquel que está surgiendo de las acciones del Coordinador. Está tomando decisiones en pos en teoría de la seguridad que están distorsionando seriamente los mercados.
- ¿A quiénes beneficiaría?
- Toda su toma de decisiones ha ido exactamente con el mismo patrón de beneficiar a los grandes generadores que son deficitarios y perjudicar especialmente a las empresas de energía renovable. ¿Cómo? Solo algunos ejemplos: la manera como considera los mínimos técnicos, y como considera y confía en la información que le entregan las empresas respecto de los tiempos mínimo de operación.
- ¿Y en esta transición energética, hay una deuda de la industria?
- En el caso de la energía eléctrica, hablar de una industria es muy difícil porque tiene tres segmentos muy diferenciados. Si nos quedamos con la generación, en ella conviven varias almas. Toda la comunidad, todos quienes participamos de la industria eléctrica, tenemos una gran deuda en común, que es la modernización del sector y la introducción de mecanismos necesarios para enfrentar la transición energética de forma adecuada y al mismo tiempo hacerlo de manera tal de promover la competencia. El que el principal generador de Chile abandone el gremio de las energías renovables me parece muy sintomático de la enorme distancia de puntos de vista que hay al interior de la industria de la generación.
- Hay varios proyectos en el Congreso. ¿Qué es lo prioritario?
- Lo relativo a almacenamiento es una prioridad. La verdadera transición energética pasa por esto. En cambio, la discusión sobre hidrógeno verde, si bien es atractiva, es de futuro. No es una de las prioridades de nuestro país comparado con todas las demás.
Plantearía en primer lugar una revisión profunda a la gobernanza del Coordinador Eléctrico, a la manera como está cumpliendo su rol de monitoreo de la competencia, cuánto cuidado pone en la información que le entregan para declarar inflexibilidades que redundan en sobrecostos gigantescos para el sistema, que son pagados en definitiva por los clientes.
En segundo lugar, una nueva forma de enfrentar la planificación de la transmisión eléctrica. Y, tercero, una gran reforma a la distribución. Son los tres grandes ejes que debimos haber enfrentado hace mucho tiempo.
- ¿Qué le parecen los problemas que ha enfrentado el proceso de tarificación de la distribución?
- Es natural que hayan controversias, pero no que los procesos se demoren el doble o más del doble de tiempo para el que fueron planificados. Me temo que el resultado va a ser un nuevo conflicto muy importante entre la industria de la distribución y el Gobierno, por enormes diferencias en las metodologías, en los supuestos y, por sobre todo, y acá lo más relevante, en la filosofía detrás de cómo se valorizan los activos en distribución.