Con la meta puesta en 2023, el Oleoducto Trasandino (OTASA) comienza las pruebas claves para determinar las condiciones de la infraestructura para el envío de petróleo a Chile.
La rehabilitación del oleoducto que une a la provincia argentina de Neuquén con la región chilena de Bío Bío permitirá incrementar las exportaciones de petróleo de Argentina a Chile.
Según confirmó el gobernador Omar Gutiérrez, en su participación en el Foro de AmCham (ver lea también), Vaca Muerta generará este año U$S 8000 millones entre exportaciones, sustitución de importaciones e inversiones extranjeras, y para esto será de vital importancia la rehabilitación del ducto.
A través del plan de desarrollo al 2030 que habrá de permitir sustituir y revertir la balanza energética por petróleo y gas negativa de US$ 2.000 millones hasta US$ 9.000 millones, invirtiendo US$ 7.000 millones por año.
Neuquén ha otorgado 45 concesiones de explotación no convencional que alcanzan al 32 por ciento de la superficie de la formación Vaca Muerta (9.583 km2), adonde se han desarrollado hasta el momento alrededor de 1100 pozos.
El denominado Oleoducto Trasandino, que fue creado en 1994 y no opera desde 2006, resulta clave para enviar a Chile el petróleo que se produce. El ducto, de 425 kilómetros, conecta a través de la Cordillera de los Andes los yacimientos del norte de Neuquén con la refinería de Bío Bío y el puerto de Concepción en Chile.
El acuerdo entre YPF y ENAP motivo la puesta a punto del oleoducto. Meses atrás, la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) firmó un acuerdo con la firma argentina YPF que permite avanzar en la negociación de los términos definitivos para la exportación de crudo proveniente de la formación Vaca Muerta hacia Chile y otros destinos internacionales.
"Este acuerdo permitirá viabilizar la exportación de petróleo no convencional del área Vaca Muerta. Asimismo, podrá dotar a Chile de acceso a una fuente energética en condiciones más competitivas y confiables", señaló Gloria Maldonado, presidenta de ENAP.
Luego de la revisión y prueba de forma unitaria llega el turno de la totalidad del oleoducto. OTASA llenará el ducto con agua y probará el sistema en conjunto y luego se monitoreará de manera inteligente
La cañería 16” de 425 km de longitud parte desde Puesto Hernandez a 700 m de altura, trepa hasta casi 2.000m de altura para cruzar la Cordillera de los Andes para descender luego hasta el mar.
La rehabilitación incluye un estricto plan de mantenimiento sobre las plantas de bombeo de Puesto Hernandez, Pampa de Tril y La Primavera y una exhaustiva verificación del estado de la integridad de la cañería para poder reanudar el bombeo de petróleo a Chile cumpliendo los más altos estándares de nacionales e internacionales de seguridad.
El objetivo es convertirse en una alternativa de evacuación de los excedentes de crudo de Vaca Muerta exportándolos por el Pacifico. Este proyecto ha sido declarado estratégico por los gobiernos argentinos y chilenos en el marco de la 54° Cumbre del Mercosur y países asociados.
Los ductos son actualmente el medio de transporte de petróleo más seguro y sustentable, porque se operan y mantienen bajos estrictas normas de seguridad nacionales e internacionales.
Se ha implementado un Programa de Prevención de Daños (PPD) que tiene por finalidad dar a conocer la ubicación de su traza y facilitar un canal de comunicación para evitar que se realicen trabajos no autorizados sobre la franja de seguridad del ducto.
La iniciativa tiene como objetivo minimizar la posibilidad de eventuales accidentes que pudieran producirse por actividades sobre la traza vinculadas a la excavación, voladuras, construcción de túneles, remoción de estructuras subterráneas o superficiales, ejecución de canales, construcción y mantenimiento de caminos.