En una carta publicada en El Ancasti, Women in Mining (WiM) manifesto su apoyo a las mujeres mineras de Catamarca repudiando expresiones machistas en espacios académicos.
La misiva (ver completa abajo) manifiesta el potencial de las feminidades en el mundo y el avance dentro de la industria minera. Alienta el pensamiento crítico por encima del hegemónico cosificante.
Focaliza el rol de la mujer en la minería, desde tareas en campañas de exploración, compartiendo campamentos y actividades en minas de etapa productiva manejando camiones y maquinaria de alto porte, como así también conquistando y liderando equipos de trabajo.
Con la firma de la vicepresidente, Gabriela Uriburu, concluye pidiendo un diálogo respetuoso guiado por la búsqueda de consensos.
WIM: Las mujeres mineras argentinas tenemos voz y dignidad
Las mujeres mineras argentinas expresamos nuestro total apoyo y solidaridad a las mujeres mineras catamarqueñas ante los lamentables dichos vertidos públicamente en espacios académicos. Lejos de sentirnos cosificadas por posiciones radicalizadas desde feminismos blancos, privilegiados y europeizados, somos parte de la industria minera argentina, avanzamos con la frente en alto y con dignidad, como parte fundamental de los eslabones productivos de nuestro país y ponemos en tensión desde el pensamiento crítico, científico, económico, el desarrollo humano sostenible para la actual y futuras generaciones.
Durante siglos se asumió que las mujeres éramos inferiores a los hombres en sus aptitudes físicas, creativas, intelectuales, constituyéndose en el sexo débil mejor conocido. En relación con el tema minería, por ejemplo, durante años su cosmovisión estuvo marcada por un fuerte sincretismo, en el que los mitos ubicaban a las mujeres como sinónimo de mala suerte.
Tal vez la primera mujer norteña que desafió abiertamente el mito minero fue la genial artista plástica Lola Mora. Ella abandonó el arte para dedicarse a la minería y el petróleo en sus últimos años de vida en Salta. Lola adquirió y exploró minas de cobre, oro y azufre en la Puna salteña en la década de 1920, y se anticipó en 85 años a Vaca Muerta a pesar de los prejuicios de la época.
Fue recién en el año 2006 que una diputada nacional por La Rioja propuso la derogación taxativa del artículo 239 del Código de Minería, norma redactada en 1886, sancionada mediante ley 1919, en cuyo título XIII, sobre las condiciones de explotación de las minas, disponía: “No debe emplearse en las minas niños menores de 10 años, ni ocuparse en los trabajos internos niños impúberes ni mujeres”.
Sin embargo, recién en 2013 mediante la Ley N° 26909 se hizo efectiva la derogación del artículo 239 del Código de minería de Nación (junto a prohibición del trabajo infantil) sin embargo, ya existían proyectos mineros que incorporaban mujeres lentamente en la industria en algunos tipos de trabajos.
Con este telón de fondo, podemos incurrir que el rol de la mujer en minería argentina está dando sus primeros pasos, aunque paralelamente cada vez más escuelas superiores, tecnicaturas especializadas, y diferentes ciencias como las naturales, exactas, humanas y las nuevas tecnologías acercan más mujeres a la industria minera argentina.
Las mujeres mineras hoy nos encontramos cumpliendo tareas en campañas de exploración, compartiendo campamentos y actividades en minas de etapa productiva manejando camiones y maquinaria de alto porte, como así también conquistando y liderando equipos de trabajo.
Sabemos además que la factibilidad del desarrollo sustentable de un proyecto minero está directamente vinculada con la existencia de capacitación técnica de mujeres residentes en zonas mineras para integrarse laboral o empresarialmente a los proyectos, como trabajadoras o prestadoras de servicio (indumentaria, gastronomía, otros) un alto grado de participación ciudadana desde la génesis del mismo fundamental para la obtención de la licencia social operativa y la seguridad jurídica necesaria para la inversión.
Los retos económicos, sociales y ambientales que enfrenta el mundo contemporáneo son problemas de sostenibilidad, que requieren cambios conceptuales y acciones concretas.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tiene como idea central el desarrollo sostenible entendido como la articulación virtuosa entre el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental. Así lo menciona el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Argentina.
¿Y cómo las mujeres de esta tierra argentina, como las del cordón cordillerano de los Andes de Provincias de La Rioja, Catamarca, Salta, Jujuy, San Juan no estaremos preocupadas por participar en los debates sobre el desarrollo productivo de la Región, si cada vez debemos emigrar más lejos del lugar que nos vio nacer en búsqueda de oportunidades de desarrollo?
Las mujeres mineras estamos atentas al cambio climático, a la huella ambiental porque, al igual que los hombres, sabemos que nuestros hijos e hijas son el presente y futuro de nuestra sociedad. Los queremos sanos, bien nutridos, con posibilidad de acceder a los derechos humanos de salud de calidad, educación, acceso a las nuevas tecnologías y trabajo genuino y digno que reduzcan las brechas de desigualdad histórica que llevamos impresas las identidades marrones del norte.
Es tiempo de reconocernos como seres históricos, dar voz a las identidades silenciadas y escuchar las señales de la Tierra. Es tiempo de diálogo respetuoso, búsqueda de consenso y necesidad de Políticas de Estado en materia de Minería Argentina.
Gabriela Uriburu
Vicepresidente de WIM Argentina
*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews