Rusia y China expresaron su interés por el litio boliviano, a través del despliegue de sus empresas para la explotación del recurso evaporítico. En ese marco, a la convocatoria boliviana se presentaron ocho empresas, cuatro chinas, dos estadounidenses, una rusa y una argentina.

Tras la invasión de Rusia a Ucrania, los medios internacionales develaron que una de las motivaciones del conflicto bélico fue el litio, ya tomó cuatro regiones y en una de ellas habría reservas importantes, pero también viene a Sudamérica a través de empresas con relaciones comerciales. Bolivia ya tiene conversaciones con el gobierno ruso, una empresa participó en la convocatoria para Extracción Directa del Litio (EDL).

Un reportaje de la Deutsche Welle de Alemania pregunta los motivos de la guerra por lo que se plantea varias respuestas, una de ellas apunta a la conquista de los recursos naturales de Ucrania por parte de los rusos.

Pero ya en marzo un artículo escrito por Joaquina Luna en la página web de lavanguardia.com, coincide con las interrogantes de la Deutsche Welle, de que la invasión apuntaba al litio, a sus reservas naturales, como los minerales.

El medio señala que un estudio presentado pocos días antes de que Rusia atacara los primeros objetivos ucranianos, el 24 de febrero, estimaba que el país de Europa del Este podría contar con unas 500.000 toneladas de óxido de litio en diferentes formas (espodumena, petalita o carbonato de litio).

Una riqueza que convertiría a Ucrania en “uno de los principales productores de litio del mundo”, afirmaban las investigadoras de la Academia Nacional de las Ciencias de Ucrania, Svitlana Vasylenko y Uliana Naumenko en su informe titulado: Perspectivas de desarrollo de la base de recursos de litio en Ucrania.

La nota se refirió a ese estudio geológico, donde adelantaba que en los territorios anexados por Rusia, estarían esos yacimientos. Señalaba que de esas reservas, de confirmarse lo expuesto, Ucrania se autoabastecería y exportaría al mercado europeo.

Informaba que la Unión Europea y Ucrania habían acordado una asociación de materias primas, y quien logre ingresar al mercado ucraniano, para la explotación de sus materiales estratégicos, tendría una mina de oro.

RUSOS Y CHINOS
Pero no sólo los rusos van por el litio, sino también China, que ha desplegado a sus empresas a participar en todas las convocatorias para la explotación del recurso evaporítico y su presencia se hace visible en Bolivia a través de Fusión Enertech, que participó en la licitación internacional de Extracción Directa de Litio (EDL). También participa la empresa rusa, Uranium One Group.

De acuerdo con información de la empresa china, la misma concursa en pruebas a escala de laboratorio completo en el Salar de Uyuni, Bolivia, pendiente de normas de divulgación para proyectos minerales.

También apunta a la línea de producción inicial en Argentina, que ya debió realizarse en el primer trimestre de la presente gestión, así como en la línea de producción de fabricación industrial probada en Qinghai, China en Lake Lithium Industry.

En la convocatoria boliviana se presentaron ocho empresas, cuatro chinas, dos estadounidenses, una rusa y una argentina. En el camino quedaron fuera de la competencia Tecpetrol y Energyx, de Argentina y Estados Unidos.

La empresa Fusión Enertech tiene el proyecto de EDL para Salares de Bolivia 2022-2025, y para ello trabajan cuatro investigadores para desarrollar la tecnología en Coipasa, Pasto Grande y Uyuni.

La empresa china se da un tiempo de dos años para el proyecto de planta de LCE (Carbonato de Litio equivalente), que sería grado batería y de alta pureza con su tecnología EDL.

Explica que la explotación convencional, como lo hace Bolivia, perjudica a las comunidades, ya que se ven perjudicadas de sus propios recursos. La extracción a través de la evaporación solar convencional requiere una gran masa de tierra para piscinas costosas.

El método de extracción convencional de la evaporación solar es invasivo y deja cicatrices en el paisaje con montañas de sal desechada y canales llenos de agua contaminada con un tono azul antinatural.

Dado que la gran cantidad de sal inorgánica después de la evaporación no se puede procesar, el número de piscinas abandonadas aumentará gradualmente, reduciendo aún más el área de uso cerca del salar, señala la empresa.

PRECIO
La DW dice que el precio de la materia prima alcanzó a US$ 73.000 la tonelada, registra un aumento de 500 % comparado con el año pasado, y ha empezado a aumentar su cotización pues es un metal clave para la transición energética.

Por ello el medio señala que Bolivia es estratégico para Moscú, y adelantó que la licitación en Uyuni se podría inclinar a la empresa rusa para que aplique su tecnología EDL, aunque no es nada oficial, pero el país avanzó mucho en sus relaciones comerciales y diplomáticas con Rusia.

Explica que, por el momento, la alternativa rusa se observa en Bolivia hasta que desarrolle toda la infraestructura en las zonas ocupadas de Ucrania para su explotación, que puede tomar tiempo, ya que el estudio requiere confirmar los yacimientos, y el estado en que se encuentra el litio.

Los especialistas indican que los altos precios del litio fueron bien aprovechados por Chile, y representaron ingresos importantes para el fisco, similar a lo que genera el cobre, mientras Bolivia todavía no tiene la producción de carbonato de litio a nivel industrial, y se espera que para el próximo año empiece a operar la planta que está en sus últimas etapas de construcción.

Entretanto, Argentina quiere subirse al carro de la explotación del litio, como ya lo hace Chile, y Bolivia está a un paso, pero los especialistas recomiendan a los productores que empiecen a apresurarse, pues el buen momento de los precios tiene fecha de vencimiento, dentro de dos años.

ZONAS RICAS EN LITIO
La disputada región del Donbass alberga uno de los yacimientos con más potencial para ser explotado industrialmente, asegura el medio internacional, pero también señala que hay tres extensas áreas de litio en Ucrania, todas ellas pertenecientes a la zona geológica denominada Escudo Ucraniano, ubicada en la parte central del país y que supone el 40% de su territorio.

De todas ellas, destaca el depósito de espodumena de Schevchenkivske, situado en el distrito de Velyka Novosilka, en la región de Donetsk, una zona que todavía resiste el dominio ruso, pero que el Kremlin reconoce como prorrusa.

Según el análisis, esta reserva podría ser el “objetivo primario para la formación de una industria del litio en Ucrania” y “uno de los más atractivos en cuanto a las condiciones actuales para los mercados de Europa Occidental”.

INTERÉS
Antes de la invasión. A finales del año pasado, la empresa australiana European Lithium dijo que había empezado el proceso para conseguir los permisos de explotación de los depósitos de Donetsk y la región de Kirovograd, en el centro.

También la empresa china Chengxin Lithium se postuló como explotadora de ambos depósitos. Una evidencia de que la competencia por los activos de litio en todo el mundo se estaba calentando, señala el artículo.

La riqueza en litio de Ucrania no es el motivo de la invasión, pero “hay una razón por la que el país es tan importante para Rusia: su base mineral, junto con la producción agrícola de la nación”, señala al diario New York Times, Rod Schoonover, científico y ex director de medio ambiente y recursos naturales del Consejo Nacional de Inteligencia, que ahora dirige el Grupo de Futuros Ecológicos.

PLANTAS
El 3 de octubre, el gobierno boliviano, a través del ministro de Hidrocarburos y Energía, Franklin Molina, y tras decidir aplicar la Extracción Directa del Litio (EDL) en los salares de Uyuni, Coipasa y Pasto Grande, anunció la construcción de dos plantas con esta tecnología para lograr un mejor rendimiento y acelerar la industrialización de este recurso evaporítico, señalan los medios internacionales.

El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, declaró a la prensa que cada planta de EDL tendrá una capacidad de producir 25.000 toneladas métricas al año, pero no precisaron en cuales salares estará ubicado.

Las reservas de litio en Bolivia se estiman en 21 millones de toneladas, ubicadas sobre todo en los salares de la región andina del país, desde Uyuni, el espejo de sal más grande del mundo, con 10.000 metros cuadrados, hasta Coipasa y Pastos Grandes, según la consultora estadounidense SRK.