YPF avanza con los trabajos en el área Llancanelo con un nuevo diseño de pozos. Hattrick Energy solicitó la concesión del bloque Lindero de Piedra al notificar el descubrimiento de petróleo súper pesado
Mientras la producción de Vaca Muerta, ese petróleo bien liviano que hoy proviene de los desarrollos emplazados en Neuquén gana peso en el total de la producción nacional de petróleo, la provincia de Mendoza tiene en desarrollo una serie de proyectos que apuntan al otro extremo del abanico de los petróleos: los pesados y súperpesados, un tipo de crudo cada vez más buscado a la hora de tratar de destilar gasoils.
Una de estas iniciativas es el bloque Llancanelo que opera YPF y en donde la mira está puesta en un petróleo súperpesado, que tiene en promedio 14 a 15 grados API, pero que incluso podría llegar a los 7 grados.
“El plan de inversiones de YPF es de 103 millones de dólares para Llancanelo y ya llevan ejecutados una buena parte con la obra de electrificación y los cuatro pozos que se perforaron”, detalló el director de Hidrocarburos de Mendoza, Estanislao Schilardi.
La operación del bloque tiene dos desafíos de peso. El primero es que se emplaza muy cerca del Área Natural Protegida Llancanelo, por lo que los cuidados ambientales deben extremarse y es por esto que el diseño de las locaciones es por pads de varios pozos.
El segundo desafío es propio del tipo de petróleo que se está buscando, dado que al tener un grado API tan bajo, el crudo tiende a solidificarse a medida que se lo extrae, siendo necesario para esto la instalación de calentadores de fondo.
De momento, Schilardi detalló que YPF ya completó cuatro pozos y está en estos días iniciando la perforación de un quito desarrollo. Sin embargo, la experiencia del primer multipad fue compleja. Los pozos realizados fueron los primeros multilaterales tan extendidos del país.
Cada uno cuenta con cinco ramas, de las cuales solo una posee un tubing ranurado y las otras cuatro ramas son del tipo descubiertas y horizontales, con una extensión total de 1.700 metros.
“Lamentablemente las ramas que no estaban entubadas tuvieron problemas, desmoronamientos, y eso afectó los niveles de producción esperados”, contó Schilardi.
Y detalló a partir de esa experiencia los nuevos pozos, como el quinto que se comienza a perforar en estos días, ya no tendrán cinco ramas, sino solo dos y ambas entubadas.
Paralelamente a esto, desde YPF se avanza en la electrificación del yacimiento Llancanelo. Se trata de una obra importante de doble impacto positivo, ya que por un lado permitirá dejar de utilizar GLP para la electrificación del yacimiento y los pozos, disminuyendo así tanto la emisión de gases de efecto invernadero como el paso de los camiones de transporte.
El tendido eléctrico demandará una inversión estimada en 940 millones de pesos ya que recorrerá 28 kilómetros y se espera que esté completado en abril del año que viene, permitiendo la segunda ventaja que es un ahorro de costos de cara no solo al desarrollo en sí del bloque sino al potencial montaje de los calentadores de fondo.