BETTY JUMBO

En el 2035, la era de la minería inteligente, se calcula un ahorro de US$ 290.000 millones a 390.000 millones anuales relacionados con los productores de materias primas minerales. Es un pronóstico basado en el uso de inteligencia artificial (IA) para conseguir una minería autónoma, según la consultora McKinsey, que publica el sitio digital Tecnología Minera.

La ecuatoriana Belén Sánchez labora como sénior Data Scientist en Team Lead, que es en una empresa de IA que creó DataRobot. Según ella, esta tecnología se emplea más en la industria minera, al igual que en los demás segmentos económicos.

LA APUESTA DE LAS MINERAS
Río Tinto y BHP son líderes en la adopción de esta tecnología. Esta última es una minera australiana con más de 135 años y tiene una oficina en Quito.

No se puede imaginar un futuro sin la tecnología e innovación como piezas centrales del negocio, dice Rodrigo Darquea, vocero de la empresa.

La minería del futuro o 4.0 va por desarrollar innovaciones propias, usar nuevas tecnologías y formar talentos que beneficien a la industria y la sociedad.

La IA está en su agenda de transformación y desarrollo. Sus objetivos son hacer más eficiente y seguro su negocio, ofrecer un menor impacto ambiental, brindar mayor estabilidad a sus procesos y responder a los estándares más altos que exige la sociedad. Un ejemplo son las fábricas digitales.

Son cuatro centros instalados que trabajan con clientes internos y desarrollan software para análisis avanzado y aprendizaje automático. Se busca resolver rápidamente desafíos en seguridad, costos y productividad.

Durante el año fiscal 2022, estos centros generaron cerca de US$ 1.500 millones en valor a BHP. Su compromiso es la descarbonización del planeta con la IA, mediante el uso más eficiente de energía.

La empresa busca innovar la etapa de exploraciones, la construcción, la operación y la relación con proveedores y entrega de productos finales al consumidor.

Actualmente, BHP tiene 200 camiones completamente autónomos en dos minas de hierro en Australia. Están en etapa de estudios con la idea de ampliar su uso a otras operaciones, como Sudamérica.

Proyecta tener la flota más grande de equipos autónomos, con la incorporación paulatina de 85 camiones en Chile, en tres años.

En 2020 optimizaron el consumo de agua y energía en las plantas concentradoras, de cátodos y desalinizadoras en Chile. En Escondida –la mina con más cobre en el mundo– el reto es optimizar los procesos de lixiviación, extracción y procesamiento y avanzar en relaves no convencionales.

En el caso de Ecuador, “todavía no tenemos operaciones mineras en el país, pero tenemos diferentes actividades de exploración, en las que usamos inteligencia artificial aplicada al procesamiento de datos”, dice Darquea.

Esto les ha permitido acelerar el proceso de descubrimiento de nuevos yacimientos y mejorar su caracterización.

Por su parte, Rio Tinto trabaja en 35 países de los seis continentes en minas, fundiciones y refinerías; y cuenta con centros de datos, laboratorios de investigación y desarrollo y usa la IA.

Producen aluminio para fabricar autos ligeros, litio para autos eléctricos, cobre, diamantes, oro, minerales industriales y mineral de hierro, poseen y operan minas a cielo abierto y subterráneas, molinos y centrales eléctricas.

Sánchez explica que la minería emplea los algoritmos predictivos, datos geológicos, topográficos, mineralógicos y de perforación, porque colocan sensores en las puntas de las brocas de las perforadoras modernas para extraer información.