La iniciativa contempla una inversión de US$ 1.600 millones
Minera Spence, de BHP, presentó ante el Servicio de Evaluación Ambiental el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para extender la vida útil del proceso hidrometalúrgico de lixiviación de la operación hasta 2039, año hasta el cual cuenta con el permiso ambiental para su proceso de producción de cátodos de cobre.
El Proyecto Adecuación Operacional Spence contempla adecuar la operación de lixiviación actual de Spence, extendiendo con ello la vida útil de este proceso hasta el año 2039 e introduciendo modificaciones tales como: actualización del plan minero, extensión y profundización del rajo existente, optimización a la planta de chancado y a las pilas de lixiviación, optimización al manejo de soluciones y extracción por solvente, todo lo cual permitirá operar con la tecnología denominada Full Sal, la cual considera procesar el mineral con nuevas concentraciones de sal, según informó el Servicio de Evaluación Ambiental de Chile.
Su desarrollo no interferirá con la continuidad de la faena, la que seguirá operando con normalidad durante la tramitación del permiso, enfatizó la compañía
La iniciativa contempla una inversión de US$ 1.600 millones y permitirá proyectar la producción actual de Spence en aproximadamente 200.000 toneladas de cobre fino en los próximos catorce años.
Adicionalmente se considera la implementación de un nuevo estanque para almacenamiento de diésel y un nuevo estanque para almacenamiento de ácido sulfúrico.
Además, el proyecto considera la reconfiguración del actual botadero de estériles, optimizando la depositación del material que se generará producto de la ejecución de las actividades de extracción de material del rajo según el Plan Minero al año 2039.
En cuanto al manejo de los ripios, se proyecta la reconfiguración del actual botadero de ripios (SRDC), y la implementación de dos nuevos botaderos de ripios.
Como paso previo al ingreso del EIA, Spence realizó un proceso de participación ciudadana anticipada, que se basó en los principios del Acuerdo de Escazú, involucrando a las comunidades de Sierra Gorda y Baquedano.
“Esta nueva inversión de US$ 1.600 millones forma parte del plan de crecimiento de BHP en las Américas, que apunta a consolidar a las operaciones de cobre de la compañía como un pilar de crecimiento para BHP, para la Región de Antofagasta y para el país”, comunicaron desde la empresa.
Se proyecta la habilitación de infraestructura complementaria de soporte o apoyo a la operación, tales como un nuevo sistema de termopaneles solares para calefacción de soluciones de la electro-obtención (EW) el cual permitirá reemplazar calderas diésel lo que implica la disminución de las emisiones y es parte del portafolio de iniciativas de descarbonización, área para manejo de residuos de la construcción (RESCON), nuevo relleno sanitario y patio de neumáticos, entre otras infraestructuras que será necesario reubicar debido a la habilitación de nuevas obras que serán descritas en este documento.