El gobierno chileno prevé realizar nuevos ajustes a un dilatado proyecto de ley para establecer regalías a la vital industria del cobre, en medio de críticas sobre su impacto en la competitividad del sector, según detalló el ministro de Hacienda, Mario Marcel.

La industria ha criticado la iniciativa por considerar que podría afectar decisiones de inversión en el mayor productor mundial del metal, en momentos que varios yacimientos presentan una baja en sus leyes minerales y requieren capital para mantener sus niveles de producción, según informó Fabián Andrés Cambero en Reuters. 

"Luego de la aprobación del proyecto en la comisión de minería del Senado han surgido algunos temas que no alteran lo legislado pero que podrían discutirse en esta etapa legislativa", dijo Marcel en la comisión de Hacienda del Senado.

"Una de ellas es reponer los gastos de puesta en marcha como costo para el cálculo de la renta imponible operacional minera ajustada, que sería dejar el cálculo de renta operacional minera igual a como funciona actualmente con el impuesto específico", agregó al decir que su impacto no sería significativo.

Marcel explicó que el otro aspecto sería establecer un límite a la carga tributaria potencial por la combinación de diversos impuestos, que daría "mayor seguridad o predictibilidad a la recaudación", lo que serviría a minas que mejoren productividad, mejoraría el margen con precios más altos o para aquellos yacimientos con márgenes bajos.

"La relevancia de este límite depende mucho de dónde se establezca. Si se establece muy arriba no sería muy relevante pero si es muy abajo bajaría significativamente la carga tributaria", comentó.

Con las últimas modificaciones aprobadas en el proyecto, tras su paso por la Cámara de Diputados y la Comisión de Minería, el royalty tendría un componente fijo "ad valorem" del 1% sobre las ventas de cobre y una parte que depende del margen operativo minero, de entre 8 y 26%.

Se espera, una vez culminada la gradualidad, un aumento de la recaudación de 0,46% del Producto Interno Bruto (PIB) por efecto del cambio de la estructura del tributo y 0,15% del PIB por mayor producción de costos.

Además se aprobó que las empresas con pérdidas operativas quedarían exentas del componente ad valorem. "Cuando hay una rentabilidad muy baja o cercana a negativa también se ajusta el mismo componente ad valorem", precisó.

Marcel reiteró que de acuerdo a los cálculos del ministerio y metodologías independientes la carga tributaria estaría en línea con otros países competidores como Australia y Perú.

El proyecto de royalty forma parte de una modificación mayor de la recaudación impulsada por el gobierno para financiar en parte sus promesas de campaña y que sufrió un revés a inicios de mes con el rechazo de una ley marco de reforma tributaria.

Marcel aclaró que aunque el proyecto inicialmente abarcaba también a la industria del litio se dejó fuera ya que actualmente se obtiene mejor recaudación a través de los contratos vigentes con una agencia estatal de fomento.

REANUDACIÓN DEL DEBATO. GOBIERNO ABIERTO A MODIFICACIONES
La iniciativa está bastante avanzada en materia legislativa. Ingresó al Congreso en septiembre del 2018 y en mayo del 2021 fue aprobado por los diputados y despachado al Senado. Ahora, en este segundo trámite constitucional, solo quedaría que la comisión de Hacienda revise el proyecto y luego lo despache a votación en Sala.

En efecto, hasta dicha instancia, presidida por el senador Ricardo Lagos Weber (PPD), llegaron los ministros de Hacienda, Mario Marcel, y Minería, Marcela Hernando, para explicar los alcances del texto que emanó de la comisión de Minería y Energía, y las nuevas modificaciones que estarían dispuestos a incorporar, según destacó Emol. 

A grandes rasgos, el proyecto de royalty minero modifica la escala de tasas para aplicar el impuesto en función del margen operacional de las empresas mineras que produzcan cobre en una cantidad mayor a 50.000 toneladas métricas de cobre fino, las que fluctuarán entre un 8% y un 26%. Para el cálculo de margen operacional se permite descontar los gastos propios de la faena productiva, insumos y la depreciación.

Además, se propuso establecer un impuesto ad valorem de tasa plana de 1% para la gran minería del cobre cuya explotación supere las 50 mil toneladas métricas de cobre fino, excluyendo de esta forma a la mediana minería. En caso de que el margen operacional sea negativo, no procederá el pago de este gravamen.